Condena

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Dos días fue el tiempo que duró el viaje, en ese tiempo a Hans se le permitió dormir en una cama decenté durante la noche, pero durante el día los guardias y los marineros tenían que cumplir las órdenes de los príncipes de las Islas del Sur las cuales consistían en tratar a Hans como un criminal común (con algunas otras condiciones como darle sola darle agua como alimento en todo el día por dejarlos en vergüenza delante de otros reinos).
Cuando llegaron a Arrendelle aún no amanecía, al desembarcar Hans pudo notar que no era el muelle principal del reino, más bien parecía que este no se ocupaba hace mucho tiempo.
Un par de guardias lo llevaron a rastras al palacio, pero en el camino Hans pudo notar que estos lo miraban con odio (cosa que ya esperaba) y algo parecido a la ¿pena?...
Al llegar al palacio de inmediato lo arrastraron a la sala del trono en la cual ya se encontraban la reina Elsa con la princesa Anna y su prometido a un lado de ella. Los guardias lo dejaron frente al trono y después salieron cerrando las puertas tras de sí.
-príncipe Hans, entiende ¿por qué está aquí?- cuestiona la reina Elsa.
-si... su majes...tad- respondió Hans con mucho esfuerzo.
-bien, entonces le explicaré que yo no seré quien impondrá su castigo, solo estoy presente para asegurarme como reina de que sea justo- dice Elsa - mi hermana la princesa Anna será quien decida su castigo, como ella fue la más afectada con sus acciones es justo que ella decida qué sucederá con usted-.
Anna se acerca a Hans, hasta que está frente a él.
-tu castigo consistirá en servicios comunitarios dentro del palacio, no se te permitirá poner objeciones de lo contrario tus hermanos han dado autorización de castigo físico, no podrás hablar con nadie a menos que sea necesario, tú comida será limitada al igual que el agua, no podrás salir del palacio, dormirás en los establos ya que no deseo incomodar a los demás sirvientes, he de agregar que en los establos no hay agua caliente así que tus baños serán con agua fría, no se te permite dormir hasta que termines tus trabajos diarios y finalmente deberás obedecer a todos los guardias y sirvientes que te tengan a su cargo- dice Anna con voz sería y evitando verlo a los ojos.
-si su majestad- responde Hans en un susurro.
Después de eso un par de guardias entran y lo llevan a los establos.
-tiene hasta las 8:00 am para ir a las cocinas del palacio y encargarse de la limpieza de estas- dice un guardia lanzándolo al suelo.
Cuando los guardias se van Hans se permite soltar un gemido de dolor, los golpes de su cuerpo aún duelen demasiado y a comido muy poco desde que todo esto inicio, como puede se pone de pie y mira su nuevo "hogar", hay una cama vieja al fondo del establo junto con un armario y un espejo de cuerpo entero con un reloj de pared encima que son igual de viejos que la cama, al otro lado del establo hay una puerta que supone es el baño, suspira y se acerca al armario, lo abre y se encuentra con ropa muy simple.
Narra Hans:
Me sorprendió mucho saber que Anna fue quien decidió mi destino, la verdad es que yo esperaba que fuera Elsa quien lo escogiera después de todo mi plan original era casarme con Anna y hacer que alguien la asesinara a ella, claro que después vi la oportunidad de deshacerme de Anna también así podría casarme con quien quisiera, después de todo lo único en lo qué le di la razón a Anna fue que el amor de verdad si existe. Desde pequeño cuando mi madre me contaba historias en las que los personajes encontraban el amor yo me hice la ilusión de poseer algo como eso, nunca me importó si lo encontraba en una mujer o en un hombre, pero supongo que ahora lo más que puedo anhelar es que antes de morir me dejen en libertad, me quito la ropa que traigo puesta, hace mucho frío aquí es casi como si estuviera afuera mientras nieva, me visto con una camisa blanca, unos pantalones azules, botas negras y finalmente una chaqueta azul, si no mal recuerdo estos son los colores que usan los sirvientes en Arrendelle, lo único diferente en mi ropa es que tiene una franja roja en los brazos de la chaqueta, supongo que es para diferenciarme de los demás.
Miro el reloj qué hay sobre el espejo y veo que apenas son las 6:00 am, suspiró un poco y camino por el establo, a pesar de que mi cuerpo duele demasiado y me cuesta moverme no quiero dormir, al menos no ahora, debo evitar dormir a menos que sea necesario o me volverá a dar un ataque de pánico.
Debo admitir que el establo es muy grande, claro que la mayor parte son caballerizas, pero aún así es grande, los caballos son preciosos, me pregunto qué habrá pasado con mi caballo Sitron, la última vez que lo vi fue cuando regrese con Elsa inconsciente al castillo, si no mal recuerdo se lo di a uno de los sirvientes y creo haber escuchado cuando estuve en los calabozos de mi antiguo "hogar"... algo de un caballo enviado desde Arrendelle, pero no estoy muy seguro de eso ya que estaba casi inconsciente.
Miro a todos los caballos qué hay aquí, pero algo al fondo me llama la atención, camino hacia ahí, cuando llegó me quedo helado ya que no me esperaba encontrarme con esto, es un reno del prometido de Anna si no me equivoco, me acerco un poco a el, pero al parecer me recuerda y me odia por lo que hice porque de inmediato hace un movimiento brusco que me hace retroceder, me tropiezo con algo y caigo golpeándome la cabeza, por un momento todo lo veo borroso, si no estuviera tan débil ese golpe a lo mucho me habría dolido un poco y ya, pero en este momento es casi como si me hubieran sacado el aire con una golpiza.
Intento respirar lenta y profundamente, pero no me está funcionando, vomito antes de poderlo evitar, aunque vomitar es mucho decir ya que solo siento las arcadas, alguien se me acerca o eso creo pero no estoy seguro ya que cerré los ojos. Al abrirlos me encuentro con el reno mirándome de cerca como si tuviera miedo, sonrió al recordar esa misma expresión en mi primer caballo cuando me tiro por primera vez, me pongo de pie con cuidado y me alejo ligeramente de el, lo que menos quiero es enfurecerlo.
-tranquilo, no me pasó nada- le digo en volumen bajo.
Podría jurar que el me sonríe aliviado, pero eso no es posible ya que es un animal. Le acarició el hocico por un momento que me pareció muy breve pero al ver de nuevo el reloj me doy cuenta de que ya casi son las 8:00am, lo suelto y me doy la vuelta, el reno me detiene por un momento jalando mi manga, lo que me hace sonreír.
-tranquilo volveré, pero tengo que trabajar- le digo, camino hacia la puerta y voy a paso lento a las cocinas.
<<que la condena comience>> pienso al llegar.
********************************************Okey este es el primer capítulo y no estoy muy segura de cómo me quedo así que............
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 Hansoff. Con el paso del tiempo Where stories live. Discover now