Capítulo tres

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Las siguientes tres semanas pasaron demasiado rápido, al menos para mí. Con algunos rumores por aquí y por allá de Trevor, era el tema caliente del momento como uno de los jugadores del equipo de basquetbol fue detenido. Por suerte, ni mi nombre o el de Nora salía en esos rumores. Decidí no prestarles atención porque, aunque llevaba ya varios días aun sentía un mal presentimiento.

Y en casa de Avery las cosas no habían cambiado mucho, seguía igual de molesta y cada vez que podía me lo recordaba. Además, tuve que ponerme casi de rodillas para evitar que llamara a mi padre para decirle lo que había pasado. Y conociéndola, sabía que tergiversaría las cosas.

—Pero eso tiene un precio, niña —exclamo, cruzándose de brazos. La mire sin entender y extendió la mano—. Las cuentas cada vez están más caras, así que un dinero extra no me viene mal.

Suspire, tampoco tenía tanto dinero y a duras penas cubría los gastos de la universidad, el transporte y mis cosas personales.

—Esta bien, pero solo déjame tomar el dinero para el autobús —tome mi mochila y saque mi cartera, entregándolo casi todo lo tenia y dejando solo un par de dólares y monedas.

Y hasta el momento había cumplido.

Alguien de pronto toco mi hombro, Nora se levanto de su asiento, ya había terminado la última clase.

—Bueno Jodie, tengo que irme rápido hoy, nos vemos mañana —tomo sus cosas y solo pude decirle adiós con la mano de lo rápido que salió del salón.

Después del rumor de Trevor, estaba el de Nora, quien parecía no afectarle lo que decían de ella. Desde hace dos semanas no solo comenzó a faltar a las primeras clases del día, sino que cada día llegaba con algo nuevo y lujoso.

Bolsos, zapatos, ropa, joyas. Una cosa más cara que la otra, cosas que aquí era muy difícil de encontrar.

Algunos decían que eran imitación, otros que tal vez los había robado o que tenía un trabajo bastante dudoso por las noches que dejaba tan buen dinero que podía permitirse esos lujos.

No importaba que rumor era cierto, al final del día la gente en los pasillos la veía con envidia cada vez que pasaba luciendo lo nuevo que tenía.

—Incluso las malditas que fueron el viernes a mi fiesta también han estado diciendo cosas detrás de mis espaldas —rodo los ojos, colocando su bolso Chanel sobre el escritorio, lo admiro unos segundos antes de girarse hacia mi—. En verdad Jodie, tú eres mi única verdadera amiga.

Sonreí de lado y asentí levemente.

No podía negar que también tenia algo de curiosidad en un principio, pero al final Nora terminaba contándome que todo eso venia de aquel hombre, Evan. Me narraba con lujo de detalle como eran sus citas y como le obsequiaba cada cosa. Era el hombre perfecto, según ella; guapo, inteligente, atento y lo más importante, con dinero.

—¿Y cómo es él? Creo que no lo he visto en las fotos —me anime a preguntarle en uno de los tantos días en que Nora me mostraba las fotos que había tomado la noche anterior.

Pude ver como se tensaba y dejo de pasar las fotos, me gire a verla y la sonrisa que tenía había desaparecido dejando solo una mueca en su rostro.

—No le gusta tomarse fotos —explico encogiéndose de hombros, bloqueo el teléfono y lo guardo en su bolso. El ambiente se sentía un poco más tenso—. Pero no pienses que es alguien viejo o feo, sabes que yo jamás saldría con alguien feo, aunque tuviese dinero.

Decidí no volver a preguntar sobre cómo era él, en que trabajaba o que hacía. Por más que me preocupaba por Nora, sabía que no respondería a lo que preguntara y sentía que era mejor solo escucharla hablar de lo que ella quería decir.

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⏰ Última actualización: Apr 08 ⏰

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