*SU NOMBRE NO ES PERCY, ES PERCY*

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Jane

Me desperté por el sonido que producen las sirenas de las patrullas de la policía. Gracias a que no me até al árbol la noche anterior, desperté colgando de cabeza de una rama del árbol, otra vez.

La verdad he llegado a preguntarme como rayos es que acabo así. Pero ese no es el punto. Aún estando de cabeza, pude notar como me miraban 1 hombre policía y 2 mujeres policía.

Me miraban ceñudos y muy enojados. El hombre policía tomo un megáfono.

-¡NIÑA, ESTÁS ARRESTADA POR VIOLACIÓN A LA LEY # 17 DE ECOLOGÍA! ¡BAJA INMEDIATAMENTE DE ESE ÁRBOL CON LAS MANOS EN ALTO!-dijo el policía por el megáfono.

Suspiré y traté de ponerme derecha. Pero a quién engaño, el día que algo me salga bien, van llover pandas. En cuanto me moví un milímetro de mí posición bocabajo, me caí.

Sí, así como suena. ¿La buena suerte del caso? Parece que por fin me sonrié.. parece. La cosa es que caí sobre una de las mujeres policía y esto amortiguó la caída.

La policía me miró muy enojada y comprendí que esa era mi señal para darme en la fuga. Salí corriendo tan rápido como pude pues era conciente de que los policías me seguirían.

Corrí por varias cuadras y calles hasta llegar al centro del municipio. Salté varios botes de basura, subí a los capos de los coches en vez de rodearlos y empujé a muchas personas. Mi objetivo era llegar a la tienda de abarrotes más grande del centro y perderme entre la multitud.

Después de unos minutos, divisé la tienda y aceleré el paso. En un momento dado, volví la cabeza para ver si los policías me seguían. Cuándo volví a ver al frente, un chico se cruzó en mi camino y nos hizo caer a ambos.

Estuve a punto de quejarme cuando ví la cara del chico... ¡¿Enserio, Atenea?! ¡¿Enserio?! De todas las personas que me pudiste mandar y eliges ¿¡A ÉL!?

Para quienes no lo hayan captado, estaba frente al chico que conocí el día que fuí al cine con mis amigas.

-¡Te conozco!- me dijo el chico muy feliz...

Yo no tenía tiempo para esta tontería así que me paré, lo ayudé y me dispuse a irme.

-Sí, me parece que tengo ese disgusto-contesté fría. El chico se rió.

-Dime, ¿de quién huías a toda prisa?

-De la policía- contesté con naturalidad.-Así que con permiso pero no deseo ir a la correccional...

Antes de poder decir algo más escuché a los policías gritarme. ¡Maldita sea! Si me atrapan será culpa de este chico. Estaba por irme cuándo volteé a ver a este chico...

Bueno, tampoco puedo dejarle aquí. Los policías son capaces de llevarselo para interrogarlo sobre mí y ni siquiera sé su nombre. Agarré al chico del brazo y lo jalé por toda la tienda de abarrotes.

Salimos por la puerta trasera aún corriendo y llegamos al Parque Central, el más importante de toda la ciudad.

El chico y yo subimos a un árbol para recuperar el aliento. Estabamos por bajar y continuar huyendo cuando nos dimos cuenta de que estabamos rodeados de patrullas y policías.

-¡BAJEN CON LAS MANOS EN ALTO!- dijo alguien por un megáfono.

El chico y yo nos miramos sin saber que hacer. Entonces, uno de los policías gritó y me señaló.

-¡Hey! ¡Ella es la hija de los Smith Alción! ¡La chica con problemas mentales!- gritó el policía.

-¿Eres la hija de Graciela Alción?- preguntó el chico curioso.

-¿Tenemos que discutir sobre mi madre ahora?- le dije enojada.

-La verdad prefiero discutir el como salir de aquí- me contestó.

Lo pensamos un segundo y cuándo pensé que estabamos fritos, el chico sonrió con satisfacción.

-Si tienes una idea, es el momento perfecto para que la compartas- le dije.

-Tu sigueme la corriente- me contestó.

Me encojí de hombros. No me agradaba formar parte de su plan pero tampoco es que llovieran ideas. El chico llamó la atención de un grupo de policías, los cuales discutían como bajarnos del árbol.

-¡Bien, muchachos. Me parece que merezco una recompensa!- gritó el loco de este chico.

-¿Una recompensa?- preguntó una policía dudosa.

-Encontré a la hija de los Smith Alción- dijo orgulloso.- Y merezco la recompensa...

Los policías empezaron a discutir entre ellos. El chico los miraba con decisión y yo lo miraba a él con curiosidad y algo de indignación.

-Bien, niño. Tienes razón... la recompensa es tuya- dijo un policía a regañadientes.

El chico sonrió. Los policías parecían avergonzados y ridiculizados de que un chico de 14 o 15 años hubiese hecho mejor trabajo que ellos.

-La cosa es, mis estimados señores policías, que ya no la quiero. Sus caras de enojo valen todo ese dinero- dijo riendo a carcajada limpia.

Allí entendí su juego, sólo quería ponerlos furiosos.

-Y la señorita Smith Alción tiene mejores cosas que hacer que acompañarlos a la comisaría- continuó el chico.

-¿Qué estás haciendo?- le susurré.

El me mandó callar y vió desafiante a los polícias. Estos estaban en shock pero de repente, uno con aspecto de Comandante habló...

-¡ATRAPEN A ESOS NIÑOS!-chilló el policía.

-¡Esa es nuestra señal! ¡CORRE!- me gritó el chico y bajamos disparados del árbol.

Corrimos como locos hasta que tomé el mando y nos guié al bosque. Apresuré al chico y llegamos al límite del bosque. Seguimos corriendo hasta internarnos más en él.

Allí subimos a un árbol y suspiramos muy cansados. Él me miraba con curiosidad...

-Así que...- empezó a decir.

-Ni se te ocurra decir algo de mi "familia"- amenacé y el se rió.

-¿Cómo te llamas?- preguntó. Supuse que era lo justo decirle mi nombre, contando que me salvó de pasar el resto de mí vida en un manicomnio.

-Soy Melanie Jane, ¿y tu?-dije. Él ya sabía mis apellidos.

-Percy- contestó sonriendo.-Como el grandioso Percy Jackson.

-No te pases- le advertí para bajarlo de las nubes. Se rió fuertemente.

-No te rias, ¿o.k?- dijo y yo asentí.-Mi nombre es Peter Johnson.

Hice un esfuerzo sobrehumano pero no me reí. Todo fan de las sagas de Percy Jackson, sabe que Peter Johnson, es como Dionisio llama a Percy Jackson. Me parece lógico que este chico se autoapodara Percy.

-Así que básicamente tu nombre NO es Percy, pero SÍ es Percy- dije yo reflexionando.

Percy frunció el ceño confundido completamente.

-Supongo-dijo dudoso.

-Y gracias, por salvarme, Percy- dije sonriendo.

-No fue nada, Jane. Para esos están los amigos- dijo feliz.

-¿Así que ahora soy amiga de un chico estresante, medio tonto y que además, me salvó del manicomnio?- dije riendo.

-Sin presiones, princesita- dijo y por 1° vez, no me molestó ser llamada así.

¿Cuando Será Ese "Pronto"?Where stories live. Discover now