Capítulo 7: Compromiso

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La noche ya cubría a "La Ciudad que nunca duerme" con su negro manto mismo que se encontraba adornado con una miríada de estrellas junto a una hermosa luna en cuarto creciente, similar a la sonrisa de un muy conocido gato inglés. Dentro del teatro Stratford, los actores y demás personal, cercano e incluso no tan cercano al área de los camerinos, cuchichean con respecto a lo que se había visto tanto casi una hora antes, como hace unos minutos, más precisamente desde el momento en que Terry fue descubierto en su camerino en una posición más que comprometedora con una joven, por lo que se especulaba que los hombres que habían llegado sólo unos instantes a tras a agredirlo eran familiares de dicha joven, evidente decir que venía a reclamar al actor por sus actos y por tener a la chica en su camerino.

Karen Klaise sonrío ampliamente al oír eso mientras pensaba «Sabia que esas arrugas eran muy profundas y extrañamente replegadas hacia la cintura.» Dejó escapar una sonora carcajada. Los que la escucharon apuntó estuvieron de cuestionarla puesto que todos en la compañía conocían que era la que mejor se llevaba con Graham y probablamente existía el remoto caso que ella supiera algo con respecto de lo que adentro de los aposentos del novel actor sucedía, sin embargo.

—No se rompan la cabeza con conjeturas, es la heredera Andley quien está ahí adentro –dijo muy seguro y en voz muy alta James, quien interpretó a Benvolio en la obra, señalando la puerta del pequeño cuarto para hacerse notar ante los presentes que de inmediato le pusieron atención.

—Pero si apenas se le vio el rostro cuando entre abrió la puerta ¿Cómo puedes estar seguro que es ella? –una actriz pregunto

—Porque William Andley estaba afuera, junto con el mentado Duque –dijo otra actriz más veterana –porque sino eran ellos al menos es lo que la gente comenta.

—Pero ¿qué no oyeron? Le dijeron Candy, Graham dijo que su novia se llama Candy, ¿no es cierto Karen? –alguien más atento comentó.

Pero sin darle tiempo a responder James volvió a intervenir.

—Que es la joven Andley. Cuando Terry improvisó en el primer acto lo hizo para dirigirle las palabras de amor a ella. Yo estaba junto a él en el escenario contemple todo casi como espectador.

Una exclamación de asombro se dejó escuchar. Por su parte Karen volvió a reír, le parecía cómico todas esas especulaciones más todavía porque todas eran ciertas de una forma o de otra: Candy era la novia, mismo que implica que la señorita Andley fue la mujer encontrada en su camerino y por quién sus familiares venían a reclamar. Pero todo cuchicheo se apago cuando otro de los productores, Steve Robinson socio y segundo al mando de Hathaway, fue a esparcir al personal y a apresurar a los actores para que salieran pronto del teatro hacia la gala, pues el público y la prensa ya se encontraban esperando por ellos. Luego se dirigió al tan mencionado camerino, Robert lo había prevenido por lo que no estuvo seguro de intervenir, no obstante no fue necesario ya que la puerta se abrió dando paso a cuatro hombres que salieron de aquel lugar, por lo que decidió irse y dejar que su socio resolviera el problema.

—Sólo tienen diez minutos, y creo que es mucho Terrence.

—Lo que usted diga suegro –se oyó una respuesta seguida por una prolongada carcajada.

—Eres un irreverente que... –la frase se quedó en el aire pues la puerta fue cerrada, enojado Albert aseveró–. Se quedaran al menos quince, ¿cierto?

Entre pregunta y afirmación se dirigió al Duque.

—Tengo casi diecinueve años intentando que siga unas cuantas reglas –se encogió de hombros–, ya sabes el resultado.

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