El roce.

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Tus dedos se desplazan,
lentamente,
sin prisa.

Tus manos me acarician,
sutilmente,
sin descaro.

Tus labios me besan,
tenuemente,
sin reparo.

¡Estoy entre tus brazos!
Pero no solo me acaricias;
me besas.
Pero no solo me besas;
me rozas,

[El Alma.

El Arte de las Palabras. Poemario.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora