El tren de los ángeles.

Sola.

-Aina, Aina, despierta- oigo una voz que no logro reconocer, cuando logro abriris ojos parpadeo un par de veces para que se acostumbren a la luz que me cegaba, miro a mi derecha y veo un rostro para nada conocido y mi corazón se acelera, el miedo recorre cada centímetro de mi cuerpo -¡¿Quien sos?!, ¡¿Donde estoy?!- ya no estaba en la sala del hospital, ya no estaba mi mamá a mi lado.. logro ver una puerta azul en frente mío y quiero dirigirme hacia allí pero no puedo no logro mover ni un músculo y el pánico en mi cuerpo aumenta, el chico al lado mío coloca su mano sobre mi frente y no recuerdo más..

Abro mis ojos y ya ni me encuentro en esa habitación con la puerta azul.. me encuentro en... en... el tren?.. No entiendo nada ¿que hago acá? -No te preocupes yo te cuido- al oír esas palabras miro hacia mis espaldas y estaba el.. -¿P-Po-Porque estoy en el tren? ¿Como llegamos acá?- , -No te preocupes preciosa yo no te haré daño, mantente a mi lado y estará todo bien- Él se dirige hacia a mi con sus brazos abiertos y rodea mi cuerpo con ellos, yo quedo inmóvil sin poder mover ni un solo músculo y mi vista se nubla y comienzo a ver todo negro, excepto por un punto blanco al fondo el cual se iba agrandando cada vez más y más hasta volver a la habitación del hospital.. pero nadie se encontraba en la sala, no tenía el suero en mi brazo. Me levanto de la incómoda camilla y salgo al pasillo pero en este tampoco hay nadie, estoy sola y nadie está para protegerme de las cosas extrañas que están pasando.. el miedo nuevamente ingresa a mi cuerpo y a mi vida.