Fuera Bombas

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-Hace calor, mucho calor, me estoy quemando...

-No te ves bien, ¿Estas segura de que puedes seguir?–intente asentir pero me desplome en el piso, estaba ardiendo, ya no aguanto–¡Ale!

-Sangre... Necesito sangre...

-No te la puedo dar aquí Ale, además no te gusta la mía.

-Killua... Trae a Killua...

-Mo~ ¿Que hago?

Habíamos ido a explorar las diferentes zonas del juego que no aparecían en el Anime, ¿Sabían que hay un puto desierto? Vine con Gon ya que los otros no querían hacerlo, no los culpo, hace demasiada calor.
Me subió a su espalda y entramos en una cueva, el aire era fresco, debo de estar agradecida de que hayamos encontrado el oasis.

-Puedes recuperar tus fuerzas y regresar con una de mis cartas.

-O simplemente me teletransporto, no lo sé, es mejor.–sonrió un poco apenado y se dejo caer a mi lado–Bueno, no importa, ¿Me das sangre?

-¿Eh? Claro, pero... tú...

-Que no me guste no significa que no pueda tomarla.–cogí con brusquedad su hombro y aspire su aroma–Que raro.

-¿Uhm?

-Tu sangre cambio, es más densa y...–fruncí el ceño–Esa cosa que está dentro de ti, ¿Ya le has puesto nombre?

-No es cosa, se llama Sakura, no seas grosera Ale.–y tenía que ponerle ese nombre 😑, bueno, ya que–¿Por qué preguntas?

-Ella cambio tu sangre, ahora no tiene olor, la siento pesada y creo que se están mezclando la tuya y la de ella.

-¿Eso es peligroso?

-Un poco, depende de qué sea ella exactamente. (Porque Eli tampoco me dijo mucho).

(…)

Se podría decir que después de eso ellos volvieron al entrenamiento para vencer a los Boomber, los ayudaba de vez en cuando con cosas básicas como lo eran las peleas cuerpo a cuerpo con Ko y Ken, sigo invicta lo cual se ha vuelto algo muy importante para ellos incluso intentan derrotarme juntos.

Ah~ Que rápido crecen.

Killua se ha negado a que cure sus manos, según él esos hematomas no son nada pero sé que me rechazó​ para que lo cuide y mime, lo conozco como la palma de mi mano. Gon sigue sus entrenamientos al máximo, a veces me preocupa por excederse y sobrepasar sus límites, ese chico no entendió o aprendió nada de aquella mini aventura en el desierto.

Oh, y Bisky intenta que me salga de control para hablar con Elizabeth.

-Chicos, ¿Por qué no descansamos? Bueno, más bien, ustedes.

-Cállate... Te voy a ganar.

-No, yo lo... haré primero...

Sip, como les decía, sigo invicta. No han logrado moverme de mi lugar y apenas me rozan, es entretenido. Aunque ellos no lo acepten yo misma los tome de la cabeza y los obligue a sentarse un rato, no deben de acelerarse.

-Ale, ¿Cómo es tu Hatsu?–y seguimos en las mismas, mire a ambos con ganas de matarlos, aunque es mentira obvio, pero esta vez no se inmutaron.

-Okay, ustedes ganan, les mostraré mi Hatsu.

-¡¿En serio?!

-Sí... Cuando me ganen.

-¡Eres cruel!–los calle dándoles un beso en sus frentes, vaya que serán quisquillosos.

Vía De EscapeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora