↬pιjaмada ѕeхυal 💓 |Jιнan & Jιcнeol|

¡Mierda!

—Bueno, ¿qué hacemos? —preguntó Han, juntando sus manos.

—La verdad, no lo sé—respondió Cheol.

—Hum...—pensó JiSoo. —¿y si jugamos a las escondidas?

—¿Ok? —dudoso contestó el novio del bajo—pero hay que agregar algo, para que sea interesante.

—Al que atrapan primero, debe sacarse una prenda, la que desee el que atrapa—sonrió JiSoo, mirando a su novio.

—Pervertido...—susurró este.

—Ok, esto se pone interesante—sonrió el bajo, haciendo que sus hermosos ojos se encogieran.

—¿Quién atrapa primero? —preguntó Han.

—¡Yo! —se ofreció su novio levantando la mano inmediatamente.

Han rodó los ojos.

—Ya, cuenta hasta cincuenta, vale el segundo piso, solo dentro de la casa—estableció las reglas el mayor.

—Si, si, ya empiezo—se dirigió hacia la pared más cercana y empezó a contar.

—Mierda...—susurró su novio.

—¡Esa boca!, ¡te voy a castigar! —gritó JiSoo.

Éste se sonrojó fuertemente recordando lo que anteriormente había pasado por decir palabrotas.
La otra pareja solo rio.

Los novios se dirigieron rápidamente al segundo piso, el bajo se escondió debajo de la cama en la habitación de sus padres, su novio lo iba siguiendo.

Los dos se escondieron debajo de la cama matrimonial.

—¡O-oye, quédate tranquilo! —alegó el bajo debido a que la mano de su novio subía lentamente por su pierna derecha, desnuda.

SeungCheol solo rio. Siguió subiendo su mano hasta su cadera, de ahí hacia su pecho, masajeándolo.

—¡Ah!, o-oye basta—gimió.

—¡Ja!, pero mira como estas de erecto, JiHoonnie—bajó su mano al short, abriéndolo, metió su mano dentro del bóxer y acarició suavemente su erección.

—Hum...uh...ah...hm...

Los gemidos del bajo eran suaves y agudos.

—H-Hey, b-basta, esta e-es la habitación de m-mis pa-padres—trataba de hablar normal pero no podía.

—No quiero~

Cheol saco su mano del bóxer y tomó la mandíbula del bajo, acercándose peligrosamente juntando sus suaves labios.

Su beso no era para nada inocente, solo tenía lujuria y dureza. Cheol mordió el labio inferior de JiHoon, éste jadeo por el dolor dándole la entrada de la lengua al mayor, fue ahí cuando comenzó su terrible guerra de lenguas, intercambiando saliva.

La mano derecha de Cheol nuevamente se dirigió hacia la erección de JiHoon.

—¿Lo quieres? —preguntó, refiriéndose hacia una Manuela.

—S-si...—jadeo.

Movió su mano por el falo del pequeño, lo hacía lento y suave, nada del otro mundo.

—¿Lo disfrutas? —miró a JiHoon a los ojos.

Este se sonrojo y asintió, gimiendo.

—Ah...Cheol...

—Este espacio es muy pequeño, ¿nos movemos? —preguntó mirando hacia arriba, refiriéndose al colchón.

—Si—se movieron o mejor dicho rodaron hacia "afuera" para acostarse tranquilamente en la cama.