Tentaciones Prohibidas (Lutteo)

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IMPORTANTE: LEER LA NOTA AL FINAL DEL CAPITULO.

— Matteo, Matteo Balsano.

— ¿¡Qué!? -. Gritó Ambar eufórica, haciendo
que todas las personas que estaban por hay nos miraran, supongo que nadie se imaginaria que las dos personas que más se odian se besaran.

— Oye no grites.

— Luna Valente, besándose con Matteo Balsano? El chico más sexy, mujeriego, presumido y por supuesto ¡El chico que más detestas en la vida!?

Sabía que diría eso.

— Si, bueno perdón -. Dije rodando los ojos. - Pero que le voy a hacer Ambar, lo hecho hecho está y que me haya besado con el no significa que lo dejare de odiar y mucho menos que seré su novia.

— Oh.

— Espera, no me digas que tú creías que el y yo...

— ¡Pero por supuesto que no! -. Dijo tomando café demasiado rápido, tal vez no se acordó que estaba caliente. — Auuuuuch -. Se quejó.

Lo sabía.

— Ambar.

— Bueno si, si lo pensé, pero es que piénsalo, tú, la chica más popular y deseada, con Matteo, el chico más sensual, popular y sobre todo mas deseado -. Dijo moviendo sus cejas de arriba hacia abajo; recuérdenme decirle que no vuelva a hacer eso.

— Eres increíble de verdad que si, ¡ósea! ¿Como vas a pensar eso de una de tus mejores amigas, ¡Por dios! Me conoces desde hace más de 3 años.

— Lo se pequeña lo se, pero dime,  ¿Besa bien?
-. Preguntó Ambar sacando sus brazos de debajo de la mesa para apoyar su barbilla en ellos.

— S... ¡Espera, como te atreves a preguntar eso! -. Le reclamé.

— ¡No lo puedo creer! Ibas a decir que si -. Gritó ella.

— Ambar cállate nos están mirando raro -. Susurre tapándole la boca.

— Y a mí que. -. Se quejó restándole importancia.

— Bueno pues a mí si me importa así que agarra tu café y para tu trasero de ese asiento que nos vamos.

— Bueno ya ya, te pareces a mi mamá -. Susurró

— Te escuche -. Rodee los ojos. — Bueno ya vámonos Ambar me quiero ir.

[...]

Y aquí estaba, tenía en mi cama la cosa más sensacional del mundo.

Mentirosa.

Cállate consciencia.

Bueno es ahora o nunca, me coloqué el vestido que anteriormente había comprado con Nina para la fiesta, las cuales ya faltan 2 días, lo bueno es que ya está todo listo así que no me tengo que encargar de nada más, me puse el vestido para enseñárselo a mi mamá, porque no, no se lo había enseñado.

Mala hija.

¡Que te calles!

— Luna ya terminas... -. Se calló pero luego prosiguió. — Pero que hermosa que estás ¡Dios mírate! ¿Eres tú? ¿Donde está mi hija? Quiero a mi hija devuelta. -. Río mi madre buscando detrás de mi.