Protect Me (Anko x Kurenai)

Capítulo 10

Anko abrió los ojos con pesadez y miró a su alrededor, encontrándose con seis pares de ojos observándola atentamente. Trató de moverse, pero parecía que sus extremidades se negaban a responder. Maldijo en su mente a su cuerpo y después, sonrió a quienes la observaban.

―Por fin despertaste―dijo Kurenai demasiado alegre.

―Me espantaste, adicta a los dangos. Pensé que estabas muerta―dijo Kakashi entre feliz y enojado, más de lo primero que de lo segundo.

―A mí no me matarán tan fácil, pervertido―Anko volvió a sonreírles.

―Nos tenías preocupados, Anko-san. Duraste cuatro días inconsciente―dijo la Mizukage―. Ao y Chōjūrō te encontraron en el bosque cerca de la Unidad de Inteligencia.

―La encontramos sangrando y con unas marcas extrañas en su cuerpo―dijo Ao con seriedad.

―Recuerde su ojo también, Ao-san―dijo Chōjūrō.

―Cierto, Chōjūrō. Su esclerótica era negra y el iris amarillo.

― ¿Qué puedes recordar, Anko-san? ―preguntó Mei.

Anko recordó lo que Orochimaru le dijo, que va a matar a quien ama frente a él. La cosa era, ¿a quién va a matar? A Kakashi lo ama cómo a un hermano y a Kurenai cómo pareja, aunque todavía no lo sean. La Mitarashi decidió que era mejor guardar esa información.

―Me confirmó que lo que busca en esta aldea es el pergamino secreto que mandó resguardar, Mizukage-sama, pero no lo vi. Sólo escuché su voz―dijo Anko nerviosa, consciente de que Orochimaru podría estar escuchando.

― ¿De verdad no lo viste? ―preguntó la Mizukage.

―No, sólo lo escuché.

―En ese caso, ¿cómo sabes que era su voz?

Anko miró rápidamente a sus compañeros de Konoha y por sus expresiones faciales, supo que estaban recordando cómo fue su vida después de que Orochimaru la abandonara. El Sello Maldito del Cielo impreso en su cuerpo, su falta de recuerdos, el rechazo de la gente por ser la vieja estudiante del sannin. Kakashi, Gai, Asuma, el tercer Hokage, Tsunade, e incluso Shizune estuvieron para Anko en todo momento, pero sólo ellos, nadie más.

La Mitarashi suspiró y miró fijamente el ojo de la Mizukage que no era cubierto por su fleco.

―Yo fui alumna de Orochimaru.

Los tres de Kirigakure suspiraron asombrados.

― ¿De verdad? ―preguntó el chico de lentes.

La Mitarashi sólo asintió.

― ¿Cómo es posible que alguien cómo usted, Anko-san, tuviera un sensei así?

―Eso no importa ya, Chōjūrō-kun―respondió Anko irritada.

Mei notó la actitud de la líder del grupo de Konoha, sabiendo que no quería hablar más sobre el tema. Luego se encargaría de investigar más sobre la relación de Anko y Orochimaru con alguno de sus compañeros. La líder de la Aldea de la Niebla ya tenía en mente al genio de Konoha. Kakashi Hatake.

―Chōjūrō, deja de hacerle preguntas a Anko-san―dijo Mei demasiado seria, con la vista fija en su subordinado―. Dejémosla descansar para que pueda continuar lo más pronto posible con la misión.

―Mei-sama tiene razón―afirmó Ao―. Sería una pena que la señorita Mitarashi no pudiera seguir con el compromiso.

Todos los presentes en la habitación de hospital notaron cómo la Mizukage se ponía tensa a excepción de Ao. Mei se acercó al ninja sensor.

―Si dices una palabra más, te mataré―dijo la pelirroja, provocando que Ao se pusiera nervioso.

Kurenai vio rápidamente a Anko. Suerte la mía de que Anko no es tan agresiva, pensó.

―Vámonos, dejemos que Anko-san descanse―dijo Mei y salió de la habitación, seguida de un Ao demasiado nervioso, de Chōjūrō, Gai, Kakashi y al último Kurenai, quien se detuvo en la puerta al escuchar la voz de la mujer de cabello violeta.

―Kurenai, ¿puedes quedarte un momento?

―Me quedaré a tu lado todo el tiempo que necesites así sean mil años―contestó la Yūhi con una sonrisa―. ¿Necesitas algo?

Anko miró con tristeza el vendaje de su brazo izquierdo y después a la mujer de ojos rojos que la tenía cómo adolescente enamorada. Se arrepentiría de lo que le iba a decir, pero era lo mejor para Kurenai.

―Quiero que te alejes de mí.

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Hola, espero que les haya gustado mucho el capítulo. ¿Qué les parece todo lo que está pasando con Anko?

ADELANTO DEL SIGUIENTE CAPÍTULO: Kurenai se niega a aceptar lo que Anko le dice y se da cuenta de lo que el Sello Maldito del Cielo puede llegar a hacer.

Nos vemos la siguiente semana con capítulo nuevo :D