Drabbles [2Jae]

14. (lindas ondas sonoras)

Género: AU fluff //
youngjae!hybrid

Advertencia: Youngjae híbrido de gato // JB humano

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¿Se acuerdan del gato YoungJae de Combustión? Bueno, pues... ahora tiene orejas.

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La pregunta no es: "¿Qué hubiera sido de YoungJae si no llegaba a su vida?", la pregunta correcta es "¿Qué hubiera sido de JaeBum si YoungJae nunca se hubiese quedado en ella?"

No tendría sus mañanas bulliciosas, esas que comenzaban incluso antes de que el reloj despertador sonase, con la voz cantarina de YoungJae saludándole desde el umbral de la puerta.
No tendría noches incómodas, como esas donde a plena madrugada, el tibio cuerpo de YoungJae se enredaba entre las mantas de la cama de JaeBum y pedía por favor dormir allí porque en su habitación hacía demasiado frío. Tampoco tendría su cuarto desordenado, con ropas desparramadas por el suelo y la fragancia de su propio perfume bañando el ambiente; con su armario siendo saqueado con la excusa de haber visto un roedor dentro.

Probablemente tendría sus días más calmados y con mucho más orden.

Sin embargo es algo que no extraña.

-¿Qué tal tu día? -la alegre pregunta lo recibe una vez tiene un pie dentro de su casa. YoungJae le está mirando extendiéndole un muffin de vainilla y chocolate.

Siempre hace eso. Siempre le alcanza algún bocado dulce cuando llega de trabajar porque, según él, las cosas dulces son alegres y hacen feliz. Las cosas dulces cambian el humor, de uno triste o aburrido, a uno de completa dicha.

JaeBum está de acuerdo con él. Lo está porque YoungJae tiene ese mismo efecto.

El de un dulce.

-Cansado -se queja JaeBum quitando su abrigo y colgándolo en el perchero-. ¿Qué tal el tuyo?

Sus rasgados ojos viajan hasta la mesada de cocina que puede verse desde la entrada; sobre ella descansan dos bandejas de área grande repletas de los bizcochos que acaba de compartirle. Sonríe ante ello. YoungJae también ha estado ocupado.

Los híbridos no tienen permitido trabajar bajo contrato o poseer los mismos derechos laborales que un humano, en cierto punto los aislan para tener el menor contacto con ellos. Si bien existe agrupación que lucha por su igualdad -puesto que los híbridos de la comunidad no representan peligro alguno, y es más, muchos de ellos poseen más talento para ciertas tareas que los mismos humanos- cada híbrido nace con una habilidad innata, al parecer.

La de YoungJae es específicamente la cocina.

-Aburrida -se queja el rubio cambiando su expresión de antes. Sus orejas se curvan hacia abajo tirando de ellas algunos mechones largos y transformando su imagen en una bastante irreal por lo lindo que se ve.

JaeBum le observa inclinando la cabeza de a poco hasta mirar sus ojos, los cuales brillan aun bajo la sombra de su cabeza.

"Jamás pierdas eso"

-¿No has estado haciendo muffins para los pedidos? -pregunta, dándole una mordida a su masa azucarada- debes tener muchos encargos... Oh Dios, ¡esto es sabroso! -exclama.

De golpe YoungJae eleva su rostro y sus ojos parecen brillar con mayor intensidad mientras los abre más allá de su tamaño habitual. Escucharle decir eso le llena de orgullo. Sacude la cabeza con emoción.

-¿En serio? -pregunta-. Le he cambiado la proporción de un ingrediente y no sabía si resultaría mejor o peor que antes -duda por un segundo cuando mira la expresión de disconformidad en JaeBum.

Sus orejas vuelven a caer por miedo, sin embargo al instante se encuentra con el muffin enfrente de su nariz balanceándose de aquí para allá.

-Muerde -le indica JaeBum-, es delicioso, Jae, tú haces que la comida sepa mejor.

La masita continua pendiendo de los dedos largos del mayor.

En una fracción de segundo la cara de YoungJae se tiñe de rojo por sus pensamientos y muerde sobre la marca que ha estado antes en él. JaeBum ríe efusivo luego, mirando entrañable lo que fue su muffin; YoungJae se ha llevado casi todo dejándole un pequeño trozo sin cobertura.

-¿No te dije que es sabroso? Confía más en ti. Cocinas mejor que cualquiera que conozco.

La sensación que tiene recorriendo el cuerpo entero de YoungJae le hace sonreír y estremecer su piel. Las caricias en sus orejas generan cosquillas por toda su espalda, perdiendo su mirada en el suelo.

"Jamás pierdas eso"

-Oh... -la sorpresa en JaeBum alerta al hibrido- ¿cuándo haces eso?

No se ha dado cuenta sino hasta que se lo menciona: su ronroneo.

-No lo sé -responde-, sólo sueno.
-¿Suenas? -repite alegre JaeBum-. Pues entonces tu sonido es agradable. Es tierno.

La cabeza de YoungJae se acerca hacia la mano que acaricia su puntiaguda oreja y ronronea con mayor intensidad, compartiendo la vibración palpable al contrario.

Para JaeBum es lo más maravilloso que nunca sentirá.

Sí, evidentemente su vida no sería la misma.

-¿Tienes más? -pregunta, retirando una migaja perdida por el labio de YoungJae.

Sus caricias siguen provocando aquello que ninguno sabe cómo surge, pero que sin duda les encanta.

-Hm.
-Pues entonces quiero otro.

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