Recuerdos de una tarde de verano

2.

Britt:

Tantos recuerdos se agolpan dentro de mi cabeza, no se cuál de todos elegir. No puedo contar todo lo que pasamos si no sólo una parte, debido a que el tamaño de este cuaderno es reducido en comparación a nuestra historia.

Recuerdo que ya éramos amigas cercanas al año siguiente de conocernos. Pero tenemos una historia peculiar, no fuimos mejores amigas desde el principio sino que estuvimos en el mismos grupo con personas distintas.

Recuerdo aquella vez que, tendidas en la cama de tu habitación, hablábamos mientras esperábamos a otra amiga para hacer un trabajo. Dijimos que nosotras tendríamos que ser mejores amigas porque nuestras personalidades encajaban mejor.

Y así fue, no concluyó ese año sin que tu te hubieras acercado a mí. Teníamos quince años y nos volvimos mejores amigas.

Todo parecía estar bien. Pero la vida es así, ¿sabes? Una montaña rusa, te lleva alto para luego caer. Te da momentos de alegría y luego te da el golpe, tratando de tumbarte.

No puedo culparte, éramos tan jóvenes, aún no sabíamos muchas cosas sobre la vida. Creímos que las cosas serían sencillas; a veces, al recordarlo, me río de nuestra ingenuidad e inocencia.

No sabíamos cuan difíciles serían las cosas de ahí en adelante, nadie nos preparó para los golpes de la vida.

Ojalá alguien lo hubiera hecho.

Atentamente,

Athena