Milagro De Corazón [Jeremike]

IV

Se escuchaba a los grillos sonar. Y el clima estaba fresco. La vista no era la mejor puesto que era la ciudad y se veían edificios. Pero importaba más el hermoso cielo estrellado que había en ese momento. Mientras invadía al aire un suave olor a pastel recién horneado.

Con ayuda de las enfermeras. Mike había llevado la pequeña mesa hacia el balcón de su habitación en el hospital y jalado dos sillas hacia este.

Ya le había dicho a Vincent lo que planeaba. Sería algo simple pero no que importaba era la intención.

Se escucho la puerta sonar.

-Adelante.- dijo Mike.

Aquel azabache abrió la puerta y entro. -Buenas noches.- dijo.

-Hola Scott.- saludo Mike. -Hola.- respondió Scott apoyándose en una de las paredes.

Mike siguió con lo suyo y noto que Scott lo único que estaba haciendo era mirar.

-¿Sucede algo?.- pregunto mientras musitaba entre murmuros una pequeña canción.

-No... nada. Sólo... venía a saber como estabas.- respondió Scott aun mirándolo.

-Debo decir que estoy bien.-

-No creo... te noto nervioso...- dijo Scott.

-¿Y si ya lo sabes por que preguntas?...- dijo Mike deteniéndose pero aún no le ponía un ojo encima.

-Escucha Michael... se que...-

-No Scott. No quiero oir lo que tengas que decir sobre mi vida ahora. Se que quieres ayudar. Lo se. ¿Si?. Pero no quiero que me digas que tengo que hacer o como manejar las cosas.- dijo Mike un poco molesto.

-Luego no quiero que vengas a pedirme ayuda.- se quejó Scott.

-No es para que te molestes Scott... sabes que siempre tome tus consejos en cuenta... que siempre considere tu opinión sobre lo que hacía por que sabía que tenías razón en esos momentos...-

Scott se dirigió a la puerta. Ahora era él el que se sentía molesto y ofendido.

-Perdí muchos años y con ellos muchas cosas...- se quejó Mike.

-La gente vivió sus vidas... cosas importantes en estas y yo me las perdí... No pude graduarme, no pude trabajar... No pude estar en tu boda Scott... en la vida de alguien que considero o consideraba mi mejor amigo. Perdí años... navidades, cumpleaños, fiestas, no estuve para ver a mi abuelo partir. No vi a mis hermanos casarse... No vi como mi madre y padre envejecieron con los años. No vi muchas cosas...- dijo Mike.

En él se noto aquel aire de tristeza. Se había perdido muchas cosas y lo sabía.

-Yo sólo venía a darte consejos sobre tu cita con Jeremías y me vienes con esto... deberé de informarle a Vincent que no te lo tomaste con calma como creímos...- dijo Scott para luego abrir la puerta.

-Pero que conste... Que todos estamos felices de que hayas vuelto... incluyendo a Jeremy, a Vincent y a mi.- fue lo último que dijo para luego irse.

Mike se quedó parado pensando. Mirando como sostenía entre sus manos aquella botella de gaseosa que le habían llevado. Quería algo más fino, como un vino. Pero le tenían prohibido el alcohol.

[...]

Había pasado ya un rato. Mike había terminado de preparar y acomodar todo. Era invierno por lo que hacía mucho frío. Le habían permitido usar más ropa aparte de solo la bata del hospital. Con eso se moriría de frio.

Por lo que se puso un pantalón Jean, una polera roja, gorro y bufanda.

Había ido al baño a lavarse las manos para cuando sonó la puerta nuevamente. A lo que el fue a abrirla.