1 Casa 6 Problemas©

42.El Master de los Masters

Elmo se encontraba viendo The Vampire Diaries con Kyle ¿La razón? Ya habían terminado su anterior serie Skins.

—Elena estaba bien con Stefan—gruño Elmo.

—¿Bromeas? Su relación era muy predecible,ella necesitaba aventura es mejor Damon—habló Kyle.

—¿Seguimos hablando de la serie?—preguntó Elmo con una sonrisa burlona.

Kyle le golpeó el hombro.

—¿Cuando le dirás? —preguntó Elmo poniéndole pausa al capítulo.

—No me presiones —Kyle cubrió su rostro con sus manos.

De pronto sonó el timbre.

—¡Abran y diganle que aún no estoy listo! —gritó Yelmo desde su cuarto.

Elmo miró a Kyle y este se paró a abrir.
Al abrir la puerta estaba Sher vestida de Marceline de Hora de Aventura.

Kyle la miró de pies a cabeza confundido.

—¿Debo preguntar?

—Hoy inicia la convención de Hora de Aventura—sonrió Sher.

—Ahora veo porque Yelmo trataba de ponerse una barba y una túnica azul —dijo Elmo levantándose e ir a la cocina.

Kyle se hizo a un lado y Sher pasó.

—¿Están viendo The Vampire Diaries?

—No nos juzgues.

—No,la verdad es que yo también lo veo—Sher se encogió de hombros

De pronto de nuevo tocaron la puerta.

—¿Cuantas personas invitó Yelmo? —preguntó Kyle acercándose a la puerta.

—En realidad sólo iríamos nosotros—dijo Sher sentándose en el sofá.

Al abrir la puerta un hombre vestido totalmente de negro entró a la casa jalando a Kyle afuera.

—¿Pero que...?—Sher no pudo terminar ya que otro hombre también la jalo fuera.

Ambos fueron subidos a una camioneta la cual pusieron en marcha alejándose de ahí.

—¡Ya estoy listo!—gritó Yelmo bajando las escaleras vestido del rey Helado de Hora de Aventura—¿Donde están?

Elmo salió de la cocina con un pastel y bailando.

—Estaban aqui—dijo Elmo poniendo el pastel en la mesa.

Yelmo sacó su celular.

—Iré a ver si no se fueron a la casa de las chicas —dijo Yelmo a punto de salir

—Iré contigo.

—No te ofendas pero tu no sirves para esto—dijo Yelmo saliendo—Ni para nada.

Elmo quedó sólo en la casa mirando la puerta.

—Le demostraré que yo sirvo para esto y para todo —dijo y corrió escaleras arriba.

***

—¿¡Qué demonios pasa!?—gritó Sher al ver cinco hombres vestidos totalmente de negro con gafas.

—Yelmo nos debe dinero así que los tendremos aquí hasta que el pague—dijo el que conducía.

Después de un rato la camioneta paró y los hombres bajaron a Kyle y a Sher con los ojos vendados.

Al quitarles las vendas se encontraban en un cuarto oscuro.

—¡Saquenos de aquí! —gritó Sher golpeando la puerta.