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Viernes.
Emily y yo estábamos en clase de Química, trabajando en la parte de delante del laboratorio. Bueno, Emily hacía todo el trabajo. Yo sólo mordía la goma de mi lápiz.

—¿Puedes pasarme la hoja de laboratorio? —Emily señaló una hoja que estaba en la mesa de a lado.

Dejé mi lápiz en paz y di unos pasos para agarrarla. Pensé que la había tomado, pero no. Accidentalmente la hoja cayó al suelo. Estaba por agacharme y recogerla pero alguien se me adelantó.
Alcé la mirada y un chico de estatura media ya la había recogido por mí.

—Creo que esto es tuyo —me sonrió y me extendió la mano con la hoja.

Sus ojos eran un color avellana claro, tenia el cabello más sedoso y brillante que había visto. Y su sonrisa... su sonrisa me había dejado sin palabras.

—Ammm... sí, es mío —respondí entrecortada y nerviosa. Tomé la hoja y él soltó una risita.

—Soy Thomas...

—Jade.

—Bien Jade... ¿Nos vemos luego? —inmediatamente asentí. Sin quitar la sonrisa del rostro pasó a un lado de mí para irse a su mesa.

Reaccioné y me di la vuelta para volver con Emily, la cual me miraba divertida.
Abrió la boca emocionada y yo le di un leve codazo, para empezar a reír.

Después de clases Emily y yo caminamos hasta el estacionamiento. Jessica tenía que estar esperándome. Pero no estaba ahí por segunda vez, así que decidí quedarme unos minutos, quizás llegaba el cualquier momento.

—Por favor... no quiero estar sola —le rogaba a mi amiga. Quería que me acompañara a la horrible fiesta de esta noche.

—Lo siento, Jade. Pero en verdad hoy no puedo... —alzó los hombros. —además, vas a estar con Ethan, no quiero hacer mal tercio —mordió su labio y levantó una ceja.

—Eso es lo peor de todo... —cubrí mi cara frustrada. —no quiero ir...

—No vayas... nadie te esta obligando —respondió mientras sacaba un chocolate de su bolsillo y lo abría para metérselo a la boca.

—Le dije a mi hermana que sí iría... —me crucé de brazos.

—Entonces es tu culpa —ella tenía razón, era mi culpa por aceptar, podía decir que no y listo.

No pude responderle, ya que Jessica pasó a un lado de mí.

—Lo siento... estaba ocupada con Megan —me dijo y después miró a Emily. —hola, Emily.

Saludó y ella sólo le sonrió.
Emily no tolera a mi hermana ni mi hermana a Emily. Pero no pasa nada porque yo no tolero a Megan.

—¿Nos vamos? —volvió a dirigirse a mí y asentí.

Se dio la vuelta y comenzó a caminar hasta el auto.

—Adiós... —le sonreí a Emily y le di un beso en la mejilla.

—Suerte con Ethan —soltó una carcajada y yo rodeé los ojos tratando de no reir. Jamás me dejaría en paz con eso.

Caminé hasta el auto, y en cuanto subí mi hermana arrancó. Llevaba prisa, y eso es sólo por una razón. Fiesta.

(...)

—¿Jade? —levanté la mirada al escuchar mi nombre. Era Jess otra vez, estaba recargada en el marco de la puerta, y poco a poco se acercó a mí. —¿Por qué no estas vestida? Megan no tarda en pasar por nosotras.

—¿Megan? —arrugué la frente en forma de desaprobación. —pensé que iríamos en tu auto... ¿O piensas ponerte ebria otra vez? —ahora ella fruncía el ceño. No le gustó mi pésimo chiste.

—Nos vamos con Megan porque nos quedaremos a dormir en su casa —se sentó en una esquina de la cama y sonrió emocionada.

—¡¿Qué?! —me levanté de la cama. —Jessica, ese no era el trato... —me crucé de brazos. —estoy haciendo un esfuerzo por ir a la fiesta, no me castigues tanto —estar con Megan sí que era un castigo.

—Tenemos que hacerlo Jade... la fiesta esta bastante lejos, y la casa de Megan queda cerca —también se cruzó de brazos. —a mamá le pareció buena idea. Es peligroso manejar por la noche, y más si estamos lejos.

Me quedé pensando, en parte tenía razón. No confío en mi hermana cuando maneja de noche. Ni siquiera tiene licencia.
Hice una mueca, y acepté.

—Entonces apúrate... —salió emocionada de la habitación. Y yo me tiré en la cama desesperada. Tenía un mal presentimiento sobre esta noche.

Me di una ducha de 15 minutos y me vestí. Usé unos shorts de mezclilla y una blusa de hombros descubiertos, para terminar con unos tenis blancos. No me esforcé tanto en buscar algo.
Dejé mi cabello suelto, me apliqué un poco de rímel y justo entonces llamaron a la puerta. Estaba segura que era Jessica.

—¡Ya voy! —grité y me eché un último vistazo en el espejo.

—Jade, Megan esta afuera —apuró. —date prisa —desapareció y escuché sus brinquitos en las escaleras.

Tomé una bolsa y rápidamente metí ropa cómoda para pasar la noche con Megan. Será una pijamada inolvidable. (Mátenme).

Bajé corriendo las escaleras y salí de la casa. Jessica ya estaba en el auto de Megan, sentada en la parte del copiloto. Sin opción, me senté en la parte de atrás.

—Jade... —Megan se dio la vuelta para verme mejor. —¿y eso que decidiste venir? —hablaba mientras yo sólo pensaba "cállate".

No le contesté, sólo forcé una sonrisa y ella volvió a mirar al frente después de examinarme. La fulminé con una mirada ceñuda.

Todo el camino Jess y Meg hablaron de la maravillosa noche que estaban por vivir. Mientras yo sólo quería lanzarme por la ventana.

Me quedé pensando que Jessica tenía razón. El camino no era eterno por sus aburridas platicas, era eterno porque en verdad estaba retirado de nuestra casa.
Pero por fin llegamos. Me di cuenta ya que Megan se estacionó delante de una enorme casa llena de luces y ruido. Había demasiada gente adentro y afuera. Esto iba a ser una locura.

Ambas bajaron emocionadas, mientras que yo bajé con cara de pocos amigos. Aunque en ese momento así era, no conocía a nadie. A la mayoría los había visto en el insti, pero jamás había cruzado palabra con ellos. Apenas había llegado y ya deseaba irme.

Entramos a la casa, yo me quedé algo atrás, tratando de reprimir mis pensamientos con miedo de que estos se vieran reflejados en mi rostro.

El olor del humo de tabaco entró por mi nariz, la música era insoportable, estaba bastante fuerte, y no podía pasar, había demasiada gente, chocaba con todos.
Perdí a Jessica de vista. Asustada miré hacia todos los lados, y por fin la vi. Me acerqué y al tomé del brazo.

—Jessica, por favor no quiero estar sola... —dije en un tono de voz alto para que escuchara.

—Sólo diviértete —gritó y se alejó hasta llegar a la pista de baile.

Me quedé ahí parada, sola, como una loca. Miré por encima de mi hombro y vi a Ethan al otro lado de la sala. Como si supiera que lo estaba mirando, se volvió a mí. Nuestras miradas conectaron, mierda no quería que me viera ahí.
Este me sonrió y yo aparté la mirada para caminar lejos de él.
Mis latidos se volvieron rápidos y no sé por qué. Tenia que tranquilizarme.

No logré alejarme. Este ya estaba atrás de mí, aferrado a mi brazo. Maldije en mi mente y voltee.

—Pensé que no ibas a venir... —susurró en mi oído y sentí una corriente en todo mi cuerpo.

Dangerously | Ethan Dolan (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora