~Capítulo 1~

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Pov's Taehyung

Luego de un largo día me dirigí a ver a mi nuevo amigo. Llegue a casa y fui al sótano donde él descansaba, completamente encadenado. Le destapé la boca para darle de comer.

—Hola. Hora de comer -mencioné mientras le veía suplicar.

—P-por favor, no me hagas nada. Tengo una familia que mantener –suplicó, dejé la comida en una mesa.

—¿Familia? –reí un poco –esa palabra no debería existir, ya que tarde o temprano, te abandonan –lo miré y me acerqué –Dime, ¿Donde está tu familia ahora? –pregunté mirándolo –¡Dime! –le golpeé y hale de las cadenas para que no cayera. Tomé a mi nuevo amigo del cuello.

—P-por favor, Mu-chacho... –suplica con algo de dificultad. Lo solté, mirando las nuevas marcas en su cuello –se lo suplico.

—¿Sabe? Suplicar no es efectivo –sonreí –No vale la pena. Aparte que es de cobardes suplicar. Pensé que usted no era de ese tipo de personas cobardes, que suplican cuando están en peligro. Vaya mierda -mencioné  riendo un poco.

Me separé y me acerqué a un armario que tenía ahí. Al abrirlo vi todas mis armas, suspiré de una manera un tanto enamoradiza. Tomé una Chisa y la miré.

—¿Sabes? No la he usado aún, ¿Me ayudas a usarla? –me acerqué nuevamente.

—¡Ayuda! –gritó y yo tapé su boca nuevamente.

—No, no, no, señor, eso es de mala educación –mencioné en forma de regaño.

Coloque la Chisa en su garganta y vi varias lágrimas correr por su rostro. Sonreí, y dirigí la Chisa a su rostro desfigurandolo, luego dibuje una línea en su garganta haciendo que un montón de sangre me ensuciara. Una sonrisa satisfecha se dibujó en mis labios y guarde la chisa luego de limpiarla. Con un suspiro me dirigí a darme una ducha. Pero al mirarme al espejo de casa decidí tomarme una fotografía, con algo de sangre encima mía.

Al ducharme me lancé a mi gran y cómoda cama. Había sido un día un tanto agotador. Mire la ventana, notando que hoy había un eclipse. La luna estaba hermosamente vestida de sangre, me acerqué a la ventana y disfrute el bello espectáculo. Me fui a la cama en la madrugada, por admirar aquella hermosa obra de arte. Cerré mis ojos queriendo dormir pero me movía de un lado a otro. Llevé mis manos a mi cabeza precionandola con fuerza. Estos días no me han dejado en paz, ni un solo segundo.

—Por favor, déjenme, debemos descansar, mañana es otro día –mencioné tranquilizandolas un poco.

Me recosté aliviado y me acomodé, pero mi tranquilidad no duró mucho,  puesto que comenzaron a hablarme otra vez.

—No, hay que descansar, mañana será otro día. Déjenme -ordené con amabilidad. Me dejaron en paz, ¿Se habran dormido?

Me recosté nuevamente y caí profundamente dormido. Al poco tiempo, sentí una luz molesta en mi rostro. Gruñí con molestia y me levante. El Sol estaba demasiado brillante el día de hoy. Me prepare y desayuné, me dirigí al cuarto de mi prima y lo vi lleno de hermosas coronas de flores de muchos colores.

Ella siempre se veía hermosa con estas preciosas coronas. No había día que no se pusiera una, las moradas quedaban como arte en su lacio y largo cabello, y caían perfectas con aquel raro y lindo color azul cielo. Siempre me llamaron la atención estas coronas, siempre me colaba por su cuarto, en las noches para ponerme una por un pequeño rato. Tome una morada con mucho cuidado y me la puse. Sonreí como niño pequeño y comencé con los quehaceres de la casa.

Horas después, en la noche, me la quité con cuidado y me puse una chaqueta y salí de casa a buscar un nuevo amigo. Caminé por las sombras de Corea del Sur. Mi hermosa patria, y país natal. Había encontrado varias personas, he de ser sincero pero andaban en grupos. Algo enfadado entré a casa y encendí la televisión. La baje un poco ya que no quería que mis amigas de toda la vida se enfadarán conmigo. Han estado durmiendo el día entero. Y las extraño un poco, pero es mejor que duerman y estén tranquilas. Mis amigas, las voces siempre me acompañaron en toda mi vida. Me apoyaron en todo lo que quería, y me aconsejan. Se que puedo confiar en ellas. Pero anoche estaban algo molestas conmigo, ¿Razones? Desconozco totalmente.

Transcurren unas pocas horas y busque una navaja. Lancé la chaqueta a un lado y me senté en el mueble, mientras dibujaba en mi antebrazo con la navaja. Tartamudeando una canción, sonreí y bostecé, cerré mis ojos un momento y me quejé un poco.

—Auch... –miré mi antebrazo y fui a limpiar mi heridas para venderlas.

Limpié aquel pequeño desastre que había hecho, mientras escuchaba las noticias. Debo deshacerme del cadáver que hay en mi sótano. Suspiré pesado al notar que mañana el día sería ajetreado.

— Ahora vamos con la noticia del día de hoy. Minho, de 36 años a estado desaparecido desde hace 48 horas. Según informa su familia la última llamada que recibieron de él fue el 20 de julio a las 21 horas. Si alguien lo a visto, favor de informar a las autoridades de su paradero – reí algo escandaloso y negué con la cabeza.

— Oh Dios, si supieran que jamás lo volverán a ver... –mencioné entre carcajadas.

Tapé mi boca rápidamente dándome cuenta de que ya eran más de las 22 horas y que aun mis amigas andaban dormidas. Me quede cayado un rato y suspiré algo aliviado al notar que no hubo cambio alguno, desde esta mañana.

Apagué la televisión y me dirigí a mi habitación. Desde que me corte el antebrazo me siento más aliviado. No puedo pasar ni una sola noche, sin ver sangre. Ese deleite que me da al ver aquel líquido carmín, salir del cuerpo humano es grandioso. Siempre que no encuentro a un nuevo amigo es frustrante, pero me tengo a mi para eso. Solo espero que mañana pueda encontrar un amigo con quién poder jugar todas las noches. Por que si no esto se volverá aburrido.

Mi Psicópata Favorito {Vkook}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora