Mi Psicópata Favorito {Vkook}

~Capitulo 8~

Narra Jungkook

Realmente, lo unico que recuerdo es, haber despertado por unos pequeños gritos. Al tratar de moverme, me fue en vano, estaba demasiado débil. Escuchaba otras cadenas moverse y chocar las unas con las otras.

- ¡O-oye! ¿Estas despierto? -aturdido, moví mi cabeza a donde escuchaba los susurros de la niña - ¿E-estas bien? - negué con la cabeza, muy levemente - Era de esperarse, anoche escuche todo. ¿Que te hizo ese señor? ¿Te tocó? ¿Te lastimó mucho? -asentí levemente con la cabeza - Cuando escape de esta silla te ayudare y luego iremos a la policia, ¿Te parece? - bajé la mirada y asentí de la manera anterior.

- Buenas tardes... -mencionó Taehyung y escuche algo metalico caer al suelo.

- ¡No le hagas nada! -ordenó la niña - ¡O te ira muy mal! -Taehyung rio de manera escandalosa.

- ¿¡Y tu quien te crees para ordenarme que hacer!? -menciono entre risas.

- ¡Necesitas que alguien te diga! ¡Lo lastimaste mucho, tonto! ¡Él solo te quería ayudar! Y mira como le pagas... -mencionó muy seria.

Sentí la mirada fria de Taehyung, encima y se que luego la cambio a la niña. Andaba muy callado, ¿La pequeña lo había hecho reaccionar? Escuche que daba pasos de un lado a otro y que luego subía las escaleras, se habia ido, ¿Tendría un día en paz sin preocuparme por que me hiciera algo?

- Se fue, tranquilo, me falta poco... -dijo la chica y escuche las cadenas caer.

Se acerco rapidamente y me tomo de las mejillas para quitarme la tela de los ojos y destapo mi boca. Me toco la frente y busco algo por todo es sotano. Tomo un pañuelo y algo de agua, y puso la tela en mi nuca.

- Estas muy enfermo... ¿Desde cuando estas aquí? -me encogí levemente de hombros.

- Tal... vez... Mes y medio... -mencione cansado.

- No se como puedes aguantar estar con alguien asi... -miro por donde escapar.

- Ve tú... primero... -dije débilmente, mirando la pequeña ventana.

- Pero no te puedo dejar aqui, ¿Y si te hace algo más? Me salvaste, no te puedo dejar aquí tirado... -sonreí muy debilmente.

- Si te hubiera salvado no estarias aun aqui, niña... -la pequeña se volteo y resibio una cachetada.

Mi corazón comenzó a latir con demasiada fuerza. Mi piel empezó a arder, y sentía impotencia correr por mis venas. Mi respiración se agitó y solo lo veia a el, amenazando a la pequeña, acercándose queriendo matarla.

- ¡No lo hagas! - Taehyung se detuvo y me miro de reojo, tomando a la niña con demasiada fuerza, del brazo - Dejala ir, ella no tiene culpa de nada, apenas es una niña y ¿Quieres acabar con su vida? ¿Así sin más? Ella tiene mucho por lo que vivir, tu tambien, pero tienes que cambiar tu manera de ser, eso que escuchas, eso no te hace bien, ni a ti, ni a nadie. Mira en lo que te haz convertido, ahora dependes de un líquido que todos necesitamos. ¡De una sustancia importante en todo el mundo! Y ¿Acaso tienes pensado matar y torturar a todos para obtener eso? ¿Acabar con familias que solo quieren ser felices junto a las personas que aman? ¡Por que tu familia no te halla tratado como es debido, no es para que trates a otros así! -mencione mirandolo con molestia y algo de repugnancia.

- Callate, no... No sabes nada de mi... -comenzo a ponerse muy nervioso -¡No dejare ir a esta niña! D-debo matarla... O-o si no me metera en problemas... -menciono nervioso y sostuvo fuertemente el cuchillo, mientras la niña trataba de zafarce.

- ¡Ella no dira nada! Dejala ir... Ahora -ordené.

- ¡N-no! ¡Ella tiene... ¡Tiene que morir!!

- ¡Nadie tiene que morir, Taehyung! -dije con molestia y trate de acomodarme, adolorido. -nadie tiene que morir, deja a la niña y ella no dira ni una sola palabra de lo sucedido...

El chico se alejó lentamente de la pequeña, su mano temblaba bruscamente, y su mirada andaba perdida. Estaba aturdido, no sabia que hacer.

- No, no-no puedo matarlos... -susurraba y negaba con la cabeza, para dejar caer el cuchillo agarrando su cabeza.

Lagrimas corrian por sus mejillas, halaba su cabello, mordiendo su labio, tratando de que este dejara de temblar, su respiración agitada, lo hacia ver desesperado, nervioso por que no lo dejaban. Sabia como se sentia, estaba en un debate el cual no tenia escapatoria, estaba entre la espada y la pared. Cuando cerro sus ojos con fuerza, aquella mirada fria, aquel comportamiento impotente, todo habia desaparecido. Solo veias la imagen de un chico, inseguro, sin saber que hacer, la imagen de un niño de apenas 7 años, y podria asegurar que cada momento que pasaba, pidria disminuir la edad. Al correr junto a mi, a abrazarme y pedirme perdon, mi corazon se detuvo por un segundo. La niña, aquella niña andaba realmente sorprendida por el comportamiento de nuestro secuestrador. Puesto que realmente, el chico, el cual estaba en sus 20, tenia que ser protegido y enseñado, a saber que esta bien y que esta mal. Pero, asi no podiamos, no debia quedarme, deveria entregarlo, me estoy convirtiendo en su complice. Pero, deseo sea mejor de lo era hace un momento, un maton, y secuestrador, sin sentimiento alguno, sin misericordia de nadie, de un visioso a la sangre. Cuando volvi a levantar mi mirada vi a la niña por las escaleras e hizo una señal, prometiendo silencio y se fue.

Ahora solo eramos él y yo otra vez. Senti como sus manos acariciaban mi espalda con ternura. Su cabeza espaba apoyada en mi hombro, respiraba en mi cuello como si nada estubiese pasado. Pero en momentos como estoy me pregunto que esta pensando.

- En serio eres lo unico que me queda?

- Te molesta que lo sea? -él solamente nego.

Nos quedamos en silencio, nuevamente. Se me hacia algo incomodo eso, no me gustaba quedarme callado, cada segundo que pasaba se me hacia eterno. Era como si escuchara el roloj justo a mi lado. Irritantome, molestandome, indicandome que solamente habia pasado un misero segundo. Pero asi nos quedamos.