Capítulo 16. La curiosidad mató al gato

75.7K 3.1K 278
                                    

Sonreí satisfecha mientras miraba mi trabajo listo. A la profesora le iba a encantar, había explicado todo desde causas hasta consecuencias. Cada aspecto estaba marcado con un color distinto así que era fácil de diferenciar lo económico de lo político, sin contar a las medidas importantes que estabas subrayadas con un amarillo fosforescente. Esperaba sacarme un diez, para no romper mi tradición de ser la mejor estudiante en Política.

La verdad es que me encontraba feliz. Las semanas anteriores habían sido bastantes aburridas, con muchas cosas para hacer y poco tiempo para dramas insignificantes. Digamos que mi cabeza no había tenido tiempo libre como para atacarme con todas esas inseguridades creando conflictos que realmente no existían.

Por esas casualidades de la vida, había estado compartiendo varias palabras con Damon entre clases, ya que su mejor amigo Tony parecía bastante interesado en pasar tiempo con mi compañera de habitación, y para ser sincera estaba viendo una faceta de él donde no era un completamente idiota. En más, me estaba empezando a caer bien.

Suspiré derrotada ante el pensamiento. Es raro lo rápido que cambian las cosas cuando empiezas a conocer a alguien. Es como si todos estos prejuicios que uno creía conocer se rompieran como una cascara dejando a la verdadera personalidad salir a flote como una mariposa. Lástima que por más que intentara con todas mis fuerzas dejarlo atrás, el recuerdo de Damon besándome a la fuerza seguía atormentándome cada vez que su olor a cigarrillo mezclado con fragancia se me acercaba. Era un constante recordatorio de lo que era capaz de hacer para conseguir lo que quería.

La puerta cerrándose con un golpe atrajo mi atención. Blue entraba enojada discutiendo por teléfono otra vez. Era algo preocupante la cantidad de peleas que tenía con sus familiares a diario, pero me estaba conteniendo con todas mis fuerzas para no presionarla a que me explique. Supongo que cuando esté lista me lo dirá.

Me levante del escritorio sin mucha motivación y arrastre mis pies hasta la ventana. El día estaba hermoso, se podía ver como muchos estudiantes paseaban por los jardines. La vibra que llegaba era realmente muy positiva, daba ganas de estar ahí.

- ¿Estas escuchando algo de lo que digo? ¿O simplemente no lo sabes procesar? - masculló mi amiga en un mal tono.

La mire de reojo. Se veía estresada, su pelo estaba atado en una coleta desprolija y su ropa parecía no estar ninguna conexión entre sí. Definitivamente no era su día.

Permanecí en silencio. Quería ayudarla, pero no sabía que debía hacer, estaba asustada de hacer algo mal y terminar siendo como una de sus familiares con las que discutía todo el día.

- Tiempo, eso es todo lo que te estoy pidiendo - se quejó mientras caminaba por la habitación en círculos - No es tan difícil de entender-.

Me revolví el pelo incómoda. ¿Debería irme y darle espacio? Pero era ella la que había vuelto a la habitación, por ahí quería mi compañía.

- ¿Estas de broma? ¡No voy a hacer eso! - gritó frustrada tomándome por sorpresa y haciéndome pegar un pequeño chillido - Sabes que, me cansé de decirte una y otra vez lo mismo así que chau - murmuró cortando la llamada mientras se giraba a mirarme con pena.

La mire sin saber que decir, estaba algo incómoda y se notaba que ella también.

- ¿Estas bien? - le pregunte tímidamente.

Blue se encogió de hombros, pero no dijo nada más.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~

- ¿Quieres que vayamos un rato a la playa? - habló rompiendo el silencio.

La miré mientras dejaba mi libro en la mesita de luz.

- Vamos -.

Mi amiga me miró fijamente, analizándome.

Una Historia de Sirenas (En Edición)Where stories live. Discover now