Los límites de nuestro amor

REPORTE NÚMERO 1 Una atracción

Nuestra historia es esta... nos situamos en un mundo donde los humanos están dominados por los vampiros y están a punto de desaparecer. Los seres humanos sufren maltratos y son asignados a diferentes tareas a cumplir, ellos obedecen por las feromonas de los vampiros, que son escencias parecidas a lociones que por el olfato ingresan al sistema y hacen un control de ellos por intimidación.
P

ero no nos centraremos mucho en ello por el momento, iremos a un banco, un banco de sangre para vampiros, este tipo de instituciones se crearon después de la dominación vampírica en la Tierra y el joven dueño de este gran banco es Shell Overlord.
Shell Overlord es un vampiro con una actitud fuera de lo común, para los vampiros obviamente, pues él sería la definición de un vampiro anormal, este tipo de vampiros no desean dominar, al contrario desean ser sometidos bajo un rango inferior o incluso de su mismo rango o alto de forma sexual o administrativa. Además Shell es bastante dulce e hiperactivo, un tanto meloso pero es un una imagen de su banco, ya que cuando se encuentra a solas obviamente ya que al mostrar su persona fuera de su comodidad mantiene una actitud fría y de respeto.
Shell tiene una complexión delgada, pezones rosados, ojos verdes claros y que poseen grandes pestañas, cabellos rubios claros peinados de forma delicada, piel rosada de color claro y un par de perforaciones en las orejas, viste de forma elegante con un traje azul con unas cuantas líneas doradas en su saco, llevando un pañuelo rojo muy atractivo en el pecho, de vez en cuando llevaba una máscara, la cual usaba para salir de viaje o incluso cuando llegaba a su propio recinto.
Era una noche de verano, donde el joven dueño estaba en su oficina, haciendo sus papeleos claro está, sin embargo a la hora del cierre él salió de su oficina para ir a checar a sus trabajadores, al llegar todos se pusieron en orden y se le entregaron los informes a Shell.
Shell empezó a leer los informes, veía a cada uno de los hombres que estaban formados y estos temblaban al ver su mirada fría, sin embargo pudo notar algo extraño, uno de estos hombres no se le veía con bastante miedo, de hecho no sabía porqué pero logró sentirse un tanto intimidado. Esta persona era un chico de cabellos oscuros y piel morena, que usaba de forma elegante su uniforme de banquero, su mirada era fría a pesar de que su expresión mostraba algo diferente, si los vampiros tuviesen corazón a Shell le hubiera latido a 1000 por hora.
No obstante el rubio mantuvo su compostura y terminó de leer los papeles, todos los trabajadores se dispersaron después de eso, el chico que había sido observado por Shell debía permanecer un poco más tarde, debido a un turno de extra para guardar las bolsas de sangre y hacer una revisión más de los equipos del banco.
De forma sigilosa Shell comenzó a seguirlo, había algo en él que le había causado una gran curiosidad, no estaba seguro de una pregunta que cruzó por su cabeza, la cuál era: ¿Este humano es resistente a las feromonas? No lo sabía, pero estaba picado y no dejaría que escapase, veía a ese banquero actuar de cierta manera con los vampiros pero cuando se encontraba solo se le veía muy bien metido en su trabajo y actuaba de forma más natural...
Sin embargo cuando el hombre fue al baño, Shell decidió entrar y averiguarlo de una vez por todas.

-Ah... -dijo el chico de piel morena al ver entrar a Shell.

-... -se acercó Shell de forma precipitosa al otro, le obsevaba como si fuera un gato viendo a un pájaro, sin embargo obtuvo respuesta- Tú... mis feromonas no funcionan en ti... ¿por qué?

-¿Eh?... No lo entiendo señor Overlord.

-Claro que si lo sabes, eres consciente de ello -respondió Shell al otro- Te he observado este día y tú realmente actúas de cierta forma frente a nosotros los vampiros, sumiso, demasiado pero es interesante porque es la primera vez que veo a alguien como tú.

Hubo un silencio, el otro no sabía que responder y el vampiro sonreía como si fuera un gato travieso, no obstante el cuerpo del moreno se movió hacia la puerta.

-Ah disculpe señor Shell, sus feromonas son demasiado fuertes y debo ir a trabajar inmediatamente, perdone.

Y como si del diablo se tratase salió de la habitación, el rubio que estaba un tanto perplejo de la actitud del moreno decidido a no dejar la curiosidad atrás pensó en un plan para volver a hablar con él y que este no escapara. Posiblemente el día de mañana lo mandaría a llamar a su oficina a solas y así no escaparía fácilmente, después de todo él era un humano y debía ser obediente en cierta forma a sus exigencias.
Mientras tanto Uno, que es el nombre de nuestro banquero principal, terminó de revisar sus asuntos, acomodó todo y salió del recinto, al salir se encontró con Nueve, un joven de rostro agradable que se preocupaba por Uno desde su ingreso al banco y que secretamente está enamorado de él desde hace tiempo.

-Nueve... ¿Qué haces aquí?

-Decidí esperarte, pensé que podíamos ir a casa juntos -comentó el chico un poco tímido al hombre de gafas.

-Sabes que no podemos vernos después del trabajo Nueve... -Uno tomó su bicicleta dispuesto a irse- Ah... pero ya que, ¿quieres que te deje en tu casa? -preguntó Uno con esa seriedad de siempre.

-¿No te molesto?

-No, claro que no, somos amigos después de todo, así que anda, sube.

De inmediato el menor subió a la bicicleta y Uno pedaleó lejos del Banco de Sangre, en dirección a la casa de su acompañante, Shell le observaba desde la ventana de su oficina, con una sonrisa maliciosa, su plan estaba tramado y debía hacerlo funcionar en el  día de mañana.

FIN DEL REPORTE NÚMERO 1

Hola chicos, soy yo la autora, ejem, quería comentar que espero les guste este capítulo y estoy algo emocionada por este fic, pues creo que está bien para ser mi primer fic de banco de sangre y bueno, espero ver más de la trama de este bebé fic. Si tienen no sé ideas y opiniones que deseen compartir conmigo los leeré con gusto, sin más nos vemos en el siguiente capítulo, los quiero, byee nwn