Comprometida con seis mafiosos. [EN EDICIÓN]

¿Celosa yo?

La llamada de Totoko me había hecho que se me fuera el apetito y la cena que habían hecho era mi favorita pero por ese momento no lo fue. Estuve preguntándome cuál era la necesidad de quererme hablar e invitarme al centro comercial de un día para otro.

— No has tocado tu cena, ______... — Dijo Matsuyo mientras encajaba la comida en su tenedor. — ¿Aun te sientes mal?

— Si creo que eso. ¿Podría mejor sólo comer una ensalada? — Propuse amablemente.

— Iré a decirles. — Quito la servilleta de sus piernas y camino hacia la cocina con mi plato en la mano.

Deje salir un gran suspiro y luego puse mi frente contra la mesa, haciendo que mis brazos rodearan mi cabeza.

— No se si seguiré aguantando esto... Todo esto me trae problemas. — Me dije a mi misma en mi mente al ver como estar con la familia Matsuno me traía problemas.

"Podría escapar o hacer que elijan a alguien mas". Fueron las únicas opciones que pude haber pensando en ese momento.

— Tienen a Totoko, ¿Por que no mejor se casan con ella?

Eso me dolía un poco pero no tanto como lo que tenia que pasar por ser su prometida.

Mi celular empezó a vibrar en la bolsa dé mi vestido y lo saque para ver quién era. Era Ichimatsu tratándo de comunicarse conmigo.

— ¿Hola? — Respondí del otro lado.

— ¿______? ¿Te sientes bien? — Pregunto como si hubiera leído mi mente o supiera lo que paso.

— Estoy bien, Ichimatsu. — Le mentí.

— Mi papá dijo que te cambiarán de colegio, ¿Por que?

— E-Es algo que ya se estaba decidiendo, ¿Sabes?

— ¿Pero tan pronto?. Algo ocurrió y tu no me quieres decir. — Ichimatsu volvía a enojarse.

— No se ni por donde empezar. — Dije en voz muy baja. —  Si, no les quiero decir, además no es nada malo.

— ¿Te han dicho que no eres buena mintiendo?

— Creo que uno de ustedes lo hizo.

— ¿Acaso no ves que me preocupo por ti? Tarde o temprano nos vamos a enterar de porque razón te están cambiando de colegio.

Y en eso tenía porque pronto iban a volver.

— ¿Cuando vuelven? — Cambie el tema.

Suspiró irritado.

— Puede que volvamos dentro de menos días.

— ¿Cómo... Cuantos?

— Pronto, ¿Si?. Y más te vale decirnos que te paso. — Advirtió serio y un poco molesto.

— Aquí está tu ensalada, linda. — Entró Matsuyo con un plato de ensalada.

— Hablamos más tarde. — Colgué y guarde mi celular en mi bolsillo. — Gracias Matsuyo, siento mucho haberte molestado.

— No te preocupes. — Dejo el plato enfrente de mi y fue a sentarse. — ¿Con quien hablabas?

— Con Ichimatsu, al parecer estaba preocupado.

— ¿Ichimatsu? — Ella no parecía creerlo. — ¿De verdad te habló?