Comprometida con seis mafiosos. [EN EDICIÓN]

Seis Estrellas.

(Antes de empezar, recuerden que hasta el final del capitulo se hará una encuesta, por lo que es muy importante para que la historia continué :3)

Mire con detalle cada anillo sin soltar mi boca. Las lágrimas no se hicieron presentes en ese momento pero mi sonrisa boba respondía por mi.

— ¿Ya... Te decidiste? — Me pregunto Ichimatsu.

Claramente no lo estaba, no sabía a quien elegir después de todo y el corazón se me desgarraba con solo pensar en cómo lo tomarían los otros hermanos si me casaba con otro de ellos.

— ¿Fuimos muy deprisa? — Jyushimatsu lució preocupado por un mínimo instante. Yo lo negué totalmente.

— ¿Aún no estas segura? — A Osomatsu al parecer ya le cansaba mantener solo por unos momentos la rodilla contra el suelo.

En el fondo sabía que el matrimonio era totalmente arreglado por parte de sus padres y del mío, pero jamás en vida pensé que seis hombres me pidieran matrimonio cuando hace años mi papá se hacía a la idea que nadie querría a su única hija ni como una amante, y tampoco yo creía que alguien se tomara la molestia en comprarme un anillo de compromiso. Y se que lo exageraba, pero no era algo que nunca estuviera en mis planes.

— Aún no me siento preparada, chicos. — Sonreí levemente avergonzada. — Adoro su detalle pero por el momento tengo que pensarlo.

Los seis al parecer ya sabían que no llegarían tan lejos, pero la esperanza aún se presenciaba en sus bellos ojos. Fue algo inevitable besar cada una de sus frentes y despeinar su cabello.

— Lo imaginamos. Descuida, al fin y al cabo tú eres la del "Acepto". — Finalmente Osomatsu se puso de pie.

— Gracias.

— Aún así. — Choromatsu tomo mi mano y en esta colocó la caja del anillo. — Es tu regalo de Navidad.

Subí por un momento mi mirada hacia el para comprobar que no me estaba haciendo una broma pero con su sonrisa me confirmó que en realidad no bromeaba.

— Lo cuídare.

— Los cuidaras, son todos tuyos. — Dijo Jyushimatsu mientras me lanzaba la caja al aire y yo la atrapaba.

Al final me quedé con seis anillos.

— ¿De verdad quieren que los conserve?

— Una prometida debe tener su respectivo anillo. — Todomatsu despeinó mi cabello para luego besar mi cabeza dulcemente. — Cuídalos.

La alegría me invadió completamente en ese momento y algo así jamás se iba a repetir. Abrace las cajas y las dejé en mi habitación para que no les pasará nada, al fin y al cabo esta noche estaría con ellos.

— ¿No esperaremos a sus padres?

— Llegarán tarde, además mamá se embriaga fácilmente y traerla de nuevo es un caos. Mejor quedemos aquí. — Sugirió Todomatsu. El ya había pedido al hotel que trajeran más comida de la que ya había.

Asentí en aprobación y solo contemple como los chicos se probaban las sudaderas con mucha alegría. En realidad adoraban su regalo y me agradecían por el detalle con un abrazo o beso.

La comida llegó y los propios trabajadores prepararon la mesa para tener nuestra respectiva cena.

— ¿Primera navidad en familia? — Osomatsu apareció atrás mío.