Better Together

Capítulo 9: "El chico"

Skyler Aigner en multimedia.

La noche del sábado fue increíble, la pasé muy bien sin descontrolarme o hacer alguna estupidez, después de la oferta del modelaje volví con Taylor y Tyler, tomamos un poco más para después ir a la pista de baile. Fue muy agradable, nos divertimos y no tuve que irme con un desconocido para considerarlo una buena noche.

Eventualmente los gemelos encontraron alguien con quien irse a seguir la fiesta pero me dejaron en mi casa sana y salva. Los problemas comenzaron el domingo a la noche, los gemelos quisieron volver a salir; al comienzo me negué porque al otro día tenía clases temprano pero, hace mucho que no salía y la noche anterior había sido estupendo, me había prometido a mi misma que no tomaría esa noche para el lunes a la mañana no tener resaca.

Desafortunadamente, las cosas no salieron como lo había planeado.

Ahí estaba yo, recién abriendo los ojos gracias a mi salvación, la alarma del celular.
—No, no, no. —dije en voz baja cuando vi la hora. Era la cuarta alarma que sonaba de las seis que tengo y eso solo podía significar una cosa: iba tarde, y mucho.

Estaba en una cama que no era la mía pero afortunadamente aún tenía mi ropa de anoche en su lugar, a decir verdad no quería levantarme estaba agotada, creo que habría dormido dos horas como mucho.
Me levanté a toda prisa buscando mis zapatos, ¡no! No puedo ir a la universidad con vestida así, un vestido de fiesta demasiado revelador, tacones de muerte y un maquillaje de mapache.

—¿Te vas? —preguntó una voz adormilada desde la cama, me congelé. —¿Quieres que te lleve?

Dios, recuerda a Skyler, cómo se llama.

Me di la vuelta lentamente para mirar al propietario de la voz, era un chico (obvio, Skyler) de piel morena y ojos marrones oscuro, cabello corto y buenos músculos. Quedé con la boca abierta sin saber que decir.

—¿Skyler, estas bien?

—Oh sí, no es nada. —le dije rápidamente saliendo de mi shock, era un tipo muy atractivo, su nombre es James, ahora lo recuerdo todo. —Quiero decir, buenos días.

—Buenos días. —me respondió riendo mi ese sentaba en la cama desperezándose. —¿Vas a ir a la universidad?

—Sí, me hubiera encantado quedarme pero tengo que irme. —me excusé mientras me sentaba en el borde de la cama para ponerme los tacones.

James se movió en la cama acercándose a mi por la espalda, un escalofrío me recorrió cuando sentí su aliento en mi cuello, incluso se me puso la piel de gallina.

—Entiendo que tengas que irte. —besó mi hombro descubierto gracias al vestido. —Mi hermana vino hace un par de días y dejo un par de cosas, puedes usarlas si te sientes más cómoda.

—¿Lo dices en serio? —lo miré a los ojos esperanzada.

—Por supuesto, están en el closet —sonrió mientras me lo señalaba. —También puedes tomar una de mis sudaderas, hace frío afuera.

Le sonreí ampliamente y de manera inesperada, o más bien fue como un impulso, lo besé. Junté mis labios con los suyos en un suave beso que no duró mucho tiempo en realidad pero fue muy dulce; sus labios eran bastante suaves y sabía moverlos muy bien ahora que recordaba como había llegado a esta situación.

—Gracias. —le dije por último antes de levantarme de la cama e ir en busca de la ropa.

Gracias al cielo la hermana de James tiene cosas decentes aquí, un jean que me quedaba un poco grande pero no lo suficiente como para que se me cayera, una remera de mangas medio largas de color azul oscuro y aparte, tomé una sudadera color verde de James. Lo único que no encajaba en mi improvisado look eran los tacones, solo habían un par de sandalias playeras, que si no estoy mal eran de la hermana de James también, esa era mi única alternativa a los tacones de muerte así que me las puse, me quedaban un poquito grandes pero caminando rápido eso no se nota.