Quieres jugar? [ henjei ] henrik holm & tarjei sandvik moe

Capítulo 1

Me paso la mano por la frente y seco todo rastro de sudor. Odio hacer el equipaje, me pone de mal humor. 

Cojo la percha que sostiene mi traje para los premios Gullruten y la coloco encima de la cama. 

- hijo. - Grita mi madre desde la planta baja. 

Ruedo los ojos y suspiro. 

- Ya lo sé, ahora bajaré. - Grito poniéndome mas nervioso de lo que ya lo estaba. 

Sé que debería haber hecho la maleta ayer por la noche para no tener el problema que estoy teniendo ahora mismo, pero tenía que estudiar. 

Coloco las piernas al rededor de la dura maleta y me siento en esta para hacer presión e intentar cerrarla de una vez por todas. 

Como no me de prisa llegaré tarde. Odio llegar tarde. 

Atrapo la pequeña cremallera como puedo y resoplo haciendo fuerza. Intento que se deslice pero es imposible, he metido demasiadas cosas y eso que solo estaré fuera dos noches.

- Vaya mierda. - Mascullo echando la cabeza hacia atrás. 

Una risa familiar hace que detenga mis ansias por cerrar esta mierda. 

Miro hacia atrás y sonrío irremediablemente al encontrarme a Henrik riendo apoyando en el umbral de la puerta de mi habitación. 

Lleva una bandana azul y el contraste que hace con sus ojos y el rubio de su pelo es perfecto. Tiene la nariz y las mejillas algo rojas cosa que estoy seguro que se debe a que ha venido andando desde su casa. Hoy hace un día precioso en Oslo. 

- Buenos días. - Sonríe. - Te ayudo? - Pregunta echando la cabeza hacia un lado. 

Me ruborizo y bajo la mirada ante la vergüenza de la situación. 

Henrik vuelve a reír y el estomago se me contrae, no sé por que me ocurre eso pero desde hace unas semanas es incontrolable. 

En cuanto entra en la habitación me aparto rápidamente de la maleta y me pongo de pie al lado de la cama. 

Se acerca a mi y antes de que me de cuenta agarra mi barbilla y besa mi mejilla. Un beso lento y cálido, el mismo que siempre emplea para saludarme y del que aún después de tantos meses no me acostumbro. Siempre consigue ponerme nervioso.

- No puedo cerrar esta mierda. - Me quejo entre dientes aún ruborizado. 

Henrik suelta una pequeña risa y niega divertido. 

- Y mis buenos días? - pregunta entrecerrando los ojos. - Que pasa que como estás nominado a mejor actor masculino eres demasiado famoso como para darme los buenos días? - Hace un puchero pero al instante lo rompe sonriendo. 

- Buenos días. - Suelto entre dientes haciéndome el ofendido por su comentario. 

Henrik abre la boca para decir algo y seguirme el juego pero mi madre golpea la puerta haciendo que nos giremos. 

Tiene el delantal cubierto de harina que seguramente se debe a los pasteles que está preparando para una reunión que tiene esta tarde con el comité de la iglesia. 

- Llegaréis tarde. - Mira su reloj de muñeca. - Tu padre ya está en el coche esperándoos. 

Asiento y vuelvo a mirar el demonio personificado como maleta. 

- Ahora bajamos. - Le informo y ella asiente desapareciendo escaleras abajo sin decir nada mas. 

Henrik suspira soltando todo el aire que retenía en sus pulmones y al instante recuerdo lo nervioso que le pone la presencia de mis padres.