T H R E E

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EDITADO 26102021

Junio

El comienzo del verano se hacía notar por toda la ciudad con los tonos encendidos de los árboles, había hojas más verdes, el sol más brillante y el calor más intenso, un tanto bochornoso porque inesperadamente el cielo se cubría de nubes negras para dos segundos después dar paso a un sol insoportable nuevamente.

Un año y tres meses habían pasado desde aquella desdichada tarde en la que a Louis y Harry les fue arrebatada su primera hija; fue algo muy difícil comenzar a construirse de nuevo, especialmente porque ninguno de los dos parecía querer vivir después de la muerte de la pequeña Chloe, aquel duelo desplazó su separación pero no se llevó la incomodidad del todo.

Un poco masoquista fue exigir los detalles del pequeño ser que el rizado llevaba en su interior antes de retirarse del hospital, más el médico no se negó, entendiendo completamente el sentir del rizado y tras haberse acostumbrado a lidiar con padres que habían perdido a un hijo. Ambos se sintieron fuertes de tenerse el uno al otro en aquel momento, cuando se enteraron que iba a ser una niña bastante fuerte, asintieron atentos cuando el médico que los veía en silencio comenzó a describirles aquel ser en la habitación con delicadeza y respeto: tenía un buen sistema nervioso porque no parecía haber alteraciones genéticas, tenía veinte dedos y las uñas un poco crecidas, todo parecía estar en orden con ella. Iba a tener el cabello de Harry, pues a pesar de su corto tiempo de gestación, ya tenía varios mechones oscuros.

El médico dejó que la vieran por un momento y solo porque sintió genuina empatía por el par de chicos que temblaban abrazados con rostros pálidos y ojeras enormes; merecían ver que apenas era una bolita de carne que parecía tomar forma de un bebé de juguete, pero lo era a fin de cuentas y era el suyo para mala suerte de ambos debido a las circunstancias, merecían ver aquellas manos formando dos puñitos y aquel par de ojos cerrados que quedaron a espera de abrirse al mundo un día.

Dolió verla. Dolió hasta la médula.

Después de salir de aquella institución decidieron olvidarse de todo por un tiempo, no quisieron un juicio mediático después de lo que David hizo porque eso sólo haría un show más grande del que les gustaría y su pequeña no lo merecía, ella debía descansar en paz sin tanto alboroto alrededor, los abogados se encargarían de levantar cargos mientras ellos se sentaban a ver como la vida acomodaba las cosas por su cuenta, esperando que algún día, el dolor de su corazón desapareciera y los liberara del sufrimiento.

Pero era muy difícil, porque si pensaban que perder un hijo era el infierno, era porque no se habían detenido a ver alrededor... Solo era el comienzo.

Aunque decidieron seguir viviendo juntos luego de una reconciliación apresurada antes del accidente, la verdad era que nunca habían hablado directamente de lo que les molestaba ni lo que les dolía. Llevaban su duelo en paz al igual que el juicio de demanda, luego de enterarse que el chico estaba en un hospital psiquiátrico puesto que había intentado suicidarse en la comisaría el día que lo detuvieron y también semanas después en casa de sus padres.

Louis no podía evitar sentirse culpable por todo ese circo que se había orquestado por su inmadurez. A menudo se llenaba la cabeza con la misma pregunta: ¿Que hubiera pasado sí...?

Hubiera, hubiera... una palabra que sonaba más a excusa y que en momentos como ese, deseaba con todo su corazón que existiera más que como un simple arrepentimiento.

Compartía la casa con su esposo pero ya no se sentía cómodo, ya no se sentía merecedor que todo lo que Harry era. Sobretodo ahora que parecía que el ojiverde quería seguir con su vida como si nada pasara, nadie mencionaba el accidente, nadie mencionaba su indiscreción con aquel chico más joven, nadie mencionaba su posible divorcio, nadie mencionaba nada para ser precisos y eso lo estaba matando.

Still loving You |L.S.| m-pregWhere stories live. Discover now