Capítulo 8: Conociendo a mi nueva familia

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Me despedí de Kat y cuando se marcho yo hice lo mismo pero en dirección contraria. Salí por la puerta principal encaminandome al parking, deslice mi mano por el bolsillo de mi pantalón y saque las llaves de mi Porsche Cayenne, me acerque y abrí la puerta, entre rápidamente y cerrando de golpe puse en marcha el motor. Adelante a varios coches que estaban delante de mi, se escuchaban cláxones de enfado y insultos pero yo no era uno de los que esperaba , y menos tenía la virtud de la paciencia "Así que se jodan". Fui pasando la parada del autobús, el hospital, un prado, uno de los muchos huertos que habían nunca antes me había fijado en estas niñerías pero no entiendo porque hoy tenia ganas de disfrutar de las cosas que me rodeaban , y di gracias ya que así pude percatarme de la presencian de Anny que no se encontraba muy lejos de mi "Ahora si, empieza la caza". Grite como pude alagos para que me prestara, aunque fuera una mínima atención pero como siempre ella andaba en su mundo. Que podía esperarme de ella, subí la potencia del motor. Necesitaba verla puede que fuera por culpabilidad o por otra cosa pero necesitaba urgentemente su sonrisa. En un chasquido de dedos me encontraba alado de ella con unos metros de separación pero allí estaba yo, me di cuenta inmediatamente que ella me vio venir . Siguió caminando como si nada, pero espero que no pensara que me quedaría de brazos cruzados observándola porque sino estaba rotundamente equivocada. La seguí como un acosador hasta que ella se cansó y rompió el silencio.

Con una mueca de furia.- ¿Damián que quieres?- cruzando sus brazos y con el ceño fruncido . Aún enfadada era bonita.

-Sólo estaba haciéndote compañía.- se puso a reír sarcásticamente al oír eso. - ¿Te molesto?- pregunte con un punto de inocencia. Me miro con una cara "De este chico es imbécil ya no tiene remedio", que si hubiera tenido tiempo le habría fotografiado.

-¿La verdad?- pregunto alzando su brazo derecho hacia su cara.

-No me vendría mal.

-Pues sí muchísimo, me sacas lo peor de mi , eres una pesadilla y te odio a muerte. ¿Te ha quedado claro?.- dijo finalmente y dejando caer el brazo que tenía levantado hace nada. Algo a lo que casi no pude contener mis lágrimas de risa.

-Clarísimo.- dije. Suspiro de alivio llendose .- Yo también te deseo, si querías eso sólo deberías habérmelo pedido.- al escuchar eso se detuvo quedándose inmóvil durante un momento dio un giro y caminando a paso veloz se acercó al coche llamando con los puños. Baje la ventanilla del coche la mire. - Princesa.¿No es que te ibas? o acaso deseas algo.

-¿De ti? antes muerta.- respondió. - ¿Porque razón te burlas de mi? No podrías dejarme vivir en paz ya. - Me quede incrédulo ante su cuestión, imaginándome una vida sin hacerla mosquear. A eso no se le podía llamar vida.

-Joderte, me entretiene.- saque mi brazo para alcanzar su mentón y deslizando mi mano pervertida por su mejilla, cuello, hombro...

-Que clase de razón es esa.- estallando de ira y negándose a mi toque .- Búscate otro pasatiempo porque yo no soy el juguete de nadie.- dijo sería y alzando la voz. Lo último que vi fue verla marchar, cosa que no pude detener.

"Narra Anastasia"

Desde el momento que me cruce en el camino de Damián desde que me presto atención, mi vida a sido el mismísimo infierno. Es que no sólo le gustaba humillarme sino que ahora también le divertía molestarme, pero que clase de persona era él una con falta de amor, una persona sin alma. Estaba furiosa y mosqueada si eso era lo que quería lo ha conseguido y con matrícula. Me gire por el sonido del claxon pensando que era él, pero me equivocaba seguí caminando como tonta, a pocos metros de mi casa, fui corriendo lo que quedaba de camino. Delante de la puerta con una respiración un tanto jadeante abrí y lo primero con lo que se encuentra mi cara es un vestido, seguido de unos pantys, cuando porfin acaba todo observo el suelo en el cual hay una camino de ropa. Lo sigo hasta llegar a mi madre que se encuentra probándose y tirando ropa por el aire.

Tu y yo piensaloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora