Tom Hiddleston: One Shots

Debiste quedarte

—Skyler—murmuró mi nombre de manera dulce. Cerré los ojos, intentando ignorar el estremecimiento que sentía en mi piel, cada vez que él decía mi nombre de esa manera. Su voz era tan dulce, ronca y con ese maldito acento inglés tan marcado. Maldición. Y por teléfono el efecto embriagante de su voz era un más fuerte. Era como si estuviera susurrando a mi oído. Aquello me hacía temblar, pero luchaba con todas mis fuerzas para ignorar ese efecto—, te juro que ya no soy el mismo.

Rodeé mi cuerpo, abrazándome a mí misma, con un solo brazo, mientras ponía los ojos en blanco.

— ¿Ah no?

—Sé que es idiota cambiar ahora que no estamos juntos, pero...

—Tom, no—supliqué.

—Sky, cariño, quiero recuperar tu amor.

Apreté los parpados con fuerza al sentir que las lágrimas amenazaban por salir. Sabía que él no me podía ver, pero no quería comenzar a llorar y que él escuchara lo mucho que aún me afectan sus palabras.

—Quiero creerte, Tom.

— ¿Pero?

—Ya sabes, Tom.

Los recuerdos comenzaron a pasar por mi mente como si fuera una película, que se reproducía en mi mente con el único propósito de causarme más dolor. Recordé lo felices que éramos. Él me tenía en la palma de su mano, estaba tan enamorada de él, como una completa idiota. Aun lo amaba, aunque ya no era una completa idiota.

Reí con amargura al recordar que me hacía la difícil, pero cuando lo dejé entrar en mi vida, él, simplemente, se fue. Todo pudo haber sido tan fácil, tan diferente, si él solo se hubiera quedado.

— ¿Skyler? ¿Sigues ahí?

—Sí—murmuré, no sabía que decirle. Me había destrozado y yo había pasado meses intentando reparar los pedazos rotos de mi corazón.

—Por favor, regresa conmigo. Quiero recuperar el amor que teníamos.

El dolor en su voz, ese arrepentimiento me parecía tan genuino. Abrí la boca para decirle que sí, pero justo en ese momento, a mi mente vino el recuerdo del día que me dejó.

—Tenemos que hablar—su voz era tan seria que me asustó.

— ¿Qué pasa, cariño?

—Quiero terminar contigo.

Estaba por creer que, de alguna manera cruel y retorcida, estaba bromeando conmigo. Solo llevábamos un mes de novios, pero la expresión en su rostro me decía que hablada demasiado en serio.

— ¿Por qué?

Él se pasó las manos por su rostro con desesperación.

—Conocí a alguien más. Me gustó y me he ido enamorando de ella.

Sus palabras me cayeron como un balde de agua fría.

— ¿Por qué? —aun no podía salir de mi estupor y no entendía cómo fue que esto pasó. ¿Cuánto tiempo viví engañada?

—Solo pasó. Lo siento—besó mi frente y caminó hacia la puerta—. Adiós, Skyler.

Sin más, salió por la puerta y pude escuchar con perfecta claridad como mi corazón se rompía.

—No—dije con firmeza. Las personas como yo se van para siempre cuando les dicen adiós.

—Sky—volvió a decir mi nombre con dulzura y me rehusé a caer.

— ¡No! Déjame recordarte que esto es lo que TÚ querías. Tú me terminaste.

— ¿Ya no me amas?

—Tú eras todo lo que yo quería, pero no así.

—Cariño...

—Solo quieres regresar conmigo, porque ella te botó igual que tú me botaste a mí.

—Sky, no es así—suspiró con pesadez—. ¿Qué hice mal? ¿Qué debo hacer?

—No, debiste quedarte y todo hubiera sido tan diferente, tan fácil.

Sin decir más le colgué. Él me dio la espalda.Ahora él quería regresar como si nada, pero era demasiado tarde. Yo no podíaseguir mirando al pasado. Solo debió quedarse, era todo, pero se fue. Me dejócon el corazón en la mano. Él se fue y poco a poco yo me fui yendo, como él,pero yo no tenía pensado regresar. Jamás.