cap17

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combo de muñecas, el dijo que quería entrar a la piscina pero yo le dije que no porque no había nadie para estar con nosotros pero él no me hizo caso se lanzó justamente en la parte más honda de la piscina y ahí empezó la peor parte, mi hermano se ahogaba y no podía hacer nada pedía ayuda pero nadie nos escuchaba y lloraba como nunca, luego se me ocurrió algo que no dudaría en hacer, me lancé para salvarlo o al menos alzarlo para que respiraba, cuando llegue donde él le costaba respirar, lo saque o por lo menos lo arrastre a la orilla, ahí fueron cuando llegaron todos corriendo a ver lo que pasaba mi tío Ernesto dio la noticia que estaba muerto. 

En ese momento me sentí la peor hermana del mundo, mi mama solo lloraba y me miraba como si yo tuviera la culpa me decía que porque nos habíamos metido, que yo lo tenía que cuidar y muchas cosas más que me obligue a mi misma olvidar, desde esa vez mis padres han trabajado día y noche me imagino que es solo para no tener tiempo de recordar eso pero no se dan cuenta que tampoco tienen tiempo para nosotros, yo se que nos aman lo que no sé es porque no lo demuestran, en fin, ya van a ser 10 años de la muerte de mi hermano y siempre que llega ese día voy al cementerio y le pongo flores, hablo con el aunque a veces no es necesario hablar, lloro, hay veces que le cuento mis anécdotas como si estuviera allí, a mi lado.

Sin darme cuenta me quede dormida en la cama de Sebas por suerte el aun dormía, me levante de allí con cuidado para tratar de no despertarlo pero no funcionó, levanto su cabeza y me vio.

- ¿Te puedes acostar aquí? – me pregunto con un tono adormilado.

- Claro – le sonreí y me hizo un espacio para acostarme lo hice y al final ambos nos quedamos dormidos.

Estaba dormida, más o menos por el quinto sueño y como cosa rara no me desperté porque quise sino porque un par de tontos no tienen vida y por eso fastidian la mía, típico de los hermanos estúpidos.

Dylan golpeaba una cuchara con un sartén que era de metal para hacer más ruido y Matt quitándome todas las sabanas y tirándolas al suelo, muy pronto el estaría allí también, en el suelo.

- ¿Se pueden ir? ¡Gracias! – les dijes pero ellos seguían.

- Claro que no – dijo Matt despeinándome más todavía.

- ¿Y perdernos la oportunidad de verte enojada? Ni pensarlo – dijo Dylan haciendo aun más ruido.

- Par de imbéciles… - dije pero me interrumpieron.

- Nosotros también te amamos hermanita querida – dijo Matt sarcásticamente.

- Fuera de mi habitación – dije seria, ellos pararon de hacer lo que hacían y me miraron.

- Está bien enojona, vístete que si Justin no nos lleva a la hacienda de su tío por tu culpa ahí si te haremos la vida imposible – dijo Dylan sonriendo malévolo.

- ¿Imposible? ¿Enserio? – dije riendo y acercándome a ellos a lo que salieron corriendo de la habitación, sabía que me tenían miedo y eso era bueno.

Ya lista con todas mis cosas baje, ahí estaban todos solo faltaba Justin, que raro en el hablando sarcásticamente, me senté y me puse hablar con ellos luego sonó una bocina y salimos todo.

Era una camioneta, Justin estaba en el asiento del copiloto mientras un señor de unos 30 años era el chofer y nos presento.

- Chicos él es Kenny un viejo amigo de la familia – dijo Justin presentándonos todos se subieron en la parte de atrás de la camioneta la última era yo y ¿Que me encuentro? Que no había espacio, me comencé a irritar.

- ¿Por qué no te subes ______? – pregunto irónicamente Dylan, sabiendo que no había espacio haciendo que recordara que ¡NO HABÍA ESPACIO!

- Pues la única manera que lo haga es que me suba en el techo – iba a responder pero no lo deje – Y no, eso no es una opción. 

nuestra historia (justin bieber y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora