Capítulo 33

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Jesse no me dijo nada antes de irse, yo tampoco lo hice. Nos miramos por un momento, mis ojos estaban cristalizados cuando besó mi frente y me abrazó. Luego se dio la vuelta y se fue con el grupo que le correspondía.
Fue difícil, no sé si hubiese sido mejor que dijera algo, tal vez no, porque cualquier cosa que dijera, como un simple "Te amo" sonaría como una despedida y ninguno de los dos estaba listo para despedirse del otro. Por eso no dijo nada y creo... Que está bien.

Nos dividimos en grupos y nos ocultamos en diferentes edificios, esperando su llegada. Jesse era un arquero y le tocaba estar arriba de los edificios, protegiéndonos desde arriba, así como Natasha.

Nos habíamos enderezado los uniformes de color negro, y los llenamos con armas. Isabel está junto a mí, viendo por uno de los huecos del edificio, aguardando a que entren.
Zack, Sebas y Elías están en los edificios más alejados del centro y son los encargados de la parte tecnológica.
Nuestro intercomunicador ha sido alterado, como somos demasiados, si dejábamos el aparato como estaba, no podríamos comunicarnos con todos pero ahora si, al pulsar el botón de este, nuestra línea se conecta directamente con la de Zack y este nos conecta con quien queremos hablar, sólo tenemos que dar el nombre y listo.
Caín es el líder y como lo es, será el encargado de hablar con ellos, porque se ha llevado a cabo un acuerdo, les daremos una oportunidad de abandonar lo que hacen, está en ellos la decisión de llevar esta guerra a cabo, yo sé que ni lo aceptarán, sé que esta guerra se dará y también sé que muchos morirán sólo que no estoy preparada para ello.

Veo como invaden el lugar como cucarachas, cucarachas rojas porque ese es el color de su uniforme, rojo sangre. Son exactamente iguales a los trajes militares originales, lo único que cambia es el color.
Mi sangre empieza a arder, me digo que cuando todo empiece, no habrá espacio para arrepentirse. Si no hago nada, ellos me matarán, así como a mi padre. Él no les hizo nada y sin embargo está muerto.
En cada uno de los grupos, hay al menos tres arqueros, sabemos que habrán arqueros de parte de ellos también y esa es la primera parte del plan, y se me ocurrió a mí.
Los cazadores entran con pasos firmes, todos están armados, como si sospecharan que no están solos.
Se forman en hileras alrededor de la tarima construida en medio de todo.
Son cientos, como nosotros.
Hay un hombre que les da órdenes y señala hacia los edificios, seguido de esto, ellos empiezan a dividirse y cinar hacia los lugares señalados.
–En posiciones. – Todos escuchamos la voz de Zack en el intercomunicador.
Me despego de la pared y me enderezo. Nos ubicamos de modo que dejamos la entrada libre, estamos en el segundo piso aguardando a que entren.
Se escuchan pisadas. Isabel me señala a mí y a un chico junto a ella. Sé ve feroz, su cabello está sujeto en una alta coleta y hace que sus rasgos se vean más duros, sin embargo sé que por dentro está preocupada al igual que yo. Ni Cody ni Jesse están con nosotros y eso... Nos aterra más que el pensamiento de morir.
El sonido de las pisadas subiendo resuena en el piso dos.
El primer cazador llega hasta nosotros pero no puede vernos, al igual que su compañero porque nuestras pulseras están activadas. Sus compañeros, cinco de ellos, lo siguen. Observan el piso vacío para ellos. No es muy grande pero tampoco pequeño.
La primera en hacerse visible, es Isabel.
Los seis se giran hacia ella que los mira con la cabeza en alto.
–¿Qué demonios? – Dice uno de ellos.
–Es una origen. – Dice otro. – Hay que matarla.
Isabel saca sus manoplas y las coloca en sus dedos. Los cazadores se ríen y avanzan hacia ellos y al segundo yo ataco al que tengo más cerca.
Lo agarró del cuello y lo tiro hacia atrás, con fuerza. Este cae al suelo sobre su arco y todos ahora se giran hacia mí.
Un cazador se abalanza hacia mí y trata de golpearme con su pulo pero esquivo sus golpes, yo lo golpeo en el estómago, alguien me agarra del hombro con fuerza y clava sus dedos en mi piel, es el otro cazador. Antes de que pueda hacer nada, me giro hacia él y clavo mi cuchillo en su pecho. El otro cazador corre en mi dirección pero no llega, uno de mis compañeros se abalanza hacia él y lo estrella contra la pared, el sonido de su cabeza al chocar contra el duro cemento rebota en las paredes.
Me giro hacia el otro cazador, sólo para ver como cae de rodillas sujetando su pecho con los ojos abiertos.
La herida no lo mataría al instante pero con el veneno en su venas es inevitable que no lo haga.
Isabel rompe el cuello del último cazador que sigue de pie.
Nuestros arqueros quitan el uniforme rojo sangre de sus cuerpos y se los colocan ellos con agilidad y rapidez para retomar el tiempo perdido, los nuestros suben los escalones hasta el quinto piso mientras que nosotros arrastramos los cuerpos de los caídos hasta una esquina.
–Sobran tres uniformes. Abby, Alixe y yo los usaremos para colarnos entre ellos, ustedes vigilen el edificio. – Indica Isabel. Rápidamente nos colocamos los uniformes dejando los arcos a un lado, tengo que doblar las mangas para poder ver mis manos.
–El líder se encuentra en la tarima, preparen la entrada de Caín. – Dice Zack por el intercomunicador.
Isabel, Alixe y yo salimos del edificio disfrazadas como una de ellos y dejamos al grupo en el edificio, vigilándolo y protegiendo a los arqueros.
La calle está atestada de cazadores, algunos se giran para vernos salir pero no me intimidan, mantengo mi frente en alto y mi rostro serio mientras caminamos, Perdiéndonos entre fila y fila de cazadores.
Desde aquí puedo ver la cabeza del líder, su cabello y barba son grises por las canas y sus ojos sorprendentemente son del mismo color. Pero no son el color de estos los que me llaman la atención sino su forma de mirar hacia todos nosotros, revisa fila por fila con ojos de fuego, no puedo explicar cómo es que a la distancia, provoca que me estremezca de miedo.
Nos da la bienvenida, de su boca salen adulaciones a aquellos que han logrado asesinar a más grupos de orígenes, incluso nombra a cinco, entre estos, mujeres y hombres. Nombra la cantidad mientras nos indica cuál de todos se ganó el puesto del mejor del mes, eso me suena a un grupo de empleados en un restaurante, todos trabajando duro y matando pollos para ser el empleado del mes, sí, pero esta vez nosotros somos esos pollos y estamos aquí, en bandeja de plata ante ellos.
Al escuchar las cantidades la furia consume mis venas y me digo una vez más que no se merecen mi compasión, que a pesar de que son personas ellos se merecen la muerte.
Son cucarachas, cucarachas rojas y hoy morirán.
Sólo espero... Que no acepten la tregua, tal vez soy egoísta al desear eso pero merecen sentir el horror de ser cazados así como nosotros y nuestros familiares han sentido eso.
Estoy ubicada entre dos cazadores en una de las filas de en medio, Isabel debe estar detrás, no lo sé, no puedo verla pero sé que está cerca.
El líder dice algunas palabras, no escucho la mayoría ya que su voz dura y firme me produce náuseas.
Miro hacia los edificios de manera discreta en donde nuestros arqueros son visibles ante todos, pero estos creen que están de su lado y no es así. Detrás de ellos hay más orígenes respaldándolos.
–Estamos listos. – Dice Zack. – La función está por empezar.

Infierno Helado © [Libro 1]  #TheDomains2018 #PGP2018 #Wattys2018Where stories live. Discover now