Capitulo 9

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ANNA

Estábamos camino a la revista, el fin de semana había estado muy tranquilo, después de la terrible noche del viernes, por lo que pude recargar energía. También visité a mis abuelos, a los que extrañe mucho todo este tiempo porque si bien iban a verme no lo hacían tan seguido como hubiese querido.

Esta mañana la alarma de mi celular sonó a las 8 de la mañana, lo había puesto a esa hora para poder prepararme a tiempo, ya que a las 9 teníamos que estar en la empresa. Pero como era de esperarse mi reloj corporal corre a un ritmo muy diferente basándose en mis preocupaciones y nivel de estrés, por lo que eran apenas las 6:30 de la mañana y ya tenía los ojos abiertos de par en par.

Como no pude volver a dormirme decidí levantarme, me di un buen baño y me dispuse a elegir la ropa que me pondría. Es increíble que pese a tener un armario completamente lleno nunca sepa que usar. No quería ir demasiado arreglada en primer lugar porque no es mi estilo y además porque momentáneamente, en ese lugar, soy solo la hija de los dueños.

Después de probarme varias cosas me decidí por algo simple y que hablara de quien soy: unos jeans oscuros, una camisa bordo y un saco estampado en el mismo tono. En los pies me puse las balerinas negras que amo porque son muy cómodas y termine el conjunto con una cartera en un rosa pálido. El pelo lo deje suelto, solo le di un poco de forma a mis ondas, y me maquille muy natural, con un toque de rosado en los labios.

Cuando finalmente estuve lista baje a desayunar y charle un rato con mis padres que por lo que pude notar estaban bastante ansiosos por la reunión de hoy. Y ahora me encontraba acá, con un nudo en el estómago y una sensación que oscilaba entre la incertidumbre y el nerviosismo.

Entramos al estacionamiento donde el chofer dejó el auto y bajamos.

-Anna hija, lo mejor será que entres por la puerta principal para que busques tu identificación, nosotros te esperaremos del otros lado.- me dijo mamá, yo asentí y ambos se dispusieron a entrar por la puerta que conecta el estacionamiento a la empresa.

Yo por mi parte di toda la vuelta hasta llegar a la entrada. El edificio por fuera era impactante, tenía alrededor de seis pisos todos absolutamente vidriados y un amplio cartel se lucía bien arriba con el nombre de la revista en color rojo. Fue ahí cuando entendí dónde estaba y cuanto hacia que no venía.

Entré por la puerta principal y fue como meterme en un mundo completamente nuevo. Decenas de personas caminaban de un lado al otro sobre los pisos de mármol blanco que se expandían por todo el lugar dando la sensación de espaciosidad. Todas las paredes eran de color blanco, excepto una que se encontraba bien enfrente de la puerta donde estaba la mesa de recepción, esa era de color rojo y nuevamente el nombre de "BellaDonna" en letras completamente blancas se lucia casi de forma protagónica. A los lados había unos sillones extremadamente cómodos en colores brillantes y relucientes...

-Señorita ¿Puedo ayudarla en algo?- me preguntó un hombre que, a juzgar por cómo estaba vestido, puede suponer que era de seguridad.

-Emm... Tengo que buscar mi identificación pero no tengo idea donde pedirla.-

-En la mesa de recepción que se encuentra por ahí.- y me señalo el lugar.

Caminé hasta pararme en frente. Una joven de cabello castaño y ojos oscuros, que supongo será la recepcionista, se mostraba muy alegre hablando por teléfono mientras que con la otra mano dibujaba corazones en una agenda. Acomodé mi garganta para que se percatara de que estaba esperando que me atendiera pero ella solo me miró por un segundo y luego siguió con lo suyo; volví a toser y esta vez sí dio resultado porque rápidamente colgó el teléfono, se fijó en mí y con una sonrisa me dijo:

Casada con mi EnemigoWhere stories live. Discover now