Un color verde intenso

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POV de Verde

Se supone que deberían haber llegado hace horas. Donde se habrían metido? Es cierto que vivimos en una zona un poco apartada por el tema del ruido que molestaba a los vecinos y demás (una historia que ya contaré), y que para comprar, se tenía que ir a un pueblo a media hora caminando, pero ya habían pasado 4:00 horas desde que se fue Rojo, y 3:45 desde que se fue Azul a buscarlo a toda pastilla!

Me quité el gorro, mientras me desplomaba en el mullido sofá de mi casa. Cuando solo está Vio haciendo compañía en este... 'Vecindario' (solo estamos nosotros), esto está demasiado tranquilo. A ver, no es que me moleste que Vio esté leyendo todo el día, es más, me alegro, es algo que le gusta y tal. Pero... Se vuelve un poco solitario.

Mi mente se fue poco a poco desviando hacia la imagen de una chica. Zelda.

Inconscientemente sonreí. Siempre pasaba cuando pensaba en ella. Su gracia, su amabilidad, su belleza...
Todo en ella era perfecto.
Pero un pensamiento un poco más fuerte me hizo parar de sonreír.
Mi estómago estaba gruñendo.

"Como no coma algo, le tendré que poner correa a mi barriga." Me reí de mi broma yo solo, y me levanté. Me dirigí a la nevera, y no tardé en sacar de ella un tarro de nocilla.

*_*_*_*_*

POV de Azul

"Azuuuul? Azul! Venga vamos! Ya estamos en la posada!"

Mis piés estaban doloridos, y mis piernas agotadas en general. Dios, qué coincidencia que hoy, HOY, hubiera una feria en el maldito pueblo.

Había gente por todas partes. En este tipo de ocasiones, tendría que estar con Vio en la idea de haber demasiada gente. Muchos jóvenes y viejos solos, otros con niños, parejas de toda clase, tamaño y embergadura... Era todo muy variopinto. Pero solo me irritaba aún más. Había demasiado ruido! Sí, se me puede considerar un cascarrabias que salta a la mínima, pero UGH! Esto es insoportable!

Aunque, creo que a Rojo le gustaba demasiado.

Se le veía feliz. Ah, como un niño pequeño. Miraba a todas partes, con una sonrisa de oreja a oreja donde se veía que tenía una buena salud bucal. Al igual que sus dientes, sus ojos resplandecían con ilusión al ver todo el alboroto y el ajetreo. Sus ojos azules... Sí, a ver, mi color favorito es el azul y tal, pero...
No puedo dejar de mirarlos. Son... Tan amables, tan divertidos, tan comprensibles. Son... Preciosos.

Al cabo de un momento, Rojo chasqueó los dedos frente a mi cara. Dí un salto enorme al asustarme, ya que estaba en trance. Por cuánto tiempo estuve mirándolo?!
Dirigiéndole una mirada con furia, estuve a punto de echarle la bronca, cuando habló.

"Azul, estabas absorto! Te estaba preguntando si podíamos ir a jugar a la caseta de tiro... Hay un peluche más grande que yo de premio!!"

"Rojo, y qué pasa con--"

"Traje mil rupias de repuesto!"

"............ Tú y yo tenemos que hablar sobre control económico."

*_*_*_*_*

DIOSAS. POR FIN.

Cien rupias en una caseta de tiro. Para un peluche de tamaño descomunal. Parece... Un peluche con un lazo rojo enorme en el cuello. No tiene nada de extraño, salvo por el tamaño. Podría habérselo comprado en vez de gastar cien rupias!
Después de la caseta, vinieron otras 25 en un puesto de comidas. No entiendo cómo no está rodando por el suelo ahora mismo. Es algo que escapa de mi comprensión.
Luego 50 en atracciones. Juraría que yo había acabado peor que Rojo en cuestión de náuseas, contando con que yo ni había comido nada. Tal vez es mago???

Ví a Rojo tambalearse por el camino hacia una posada alejada de la feria. Estaba cansado, con la misma expresión que la mía antes de entrar en el recinto ferial. Se le notaba en todo. Aparte de por como caminaba, casi no hablaba, sus ojos se cerraban, y se aferraba al peluche.
Lo encontraba en cierto modo... Tierno.

.... En qué demonios pienso.

Llegamos a la posada, donde nos recivió una mujer mayor. La posada era grande, casi podías perderte, pero a la par muy acogedora. Se bajó del mostrador, y pude observar que era muy pequeña.

"Buenas noches, jóvenes." La anciana nos saludó. Sonreía al ver clientes, tan jóvenes. "Una habitación para dos?"

"Sí, por favor. Una con baño propio, si no le importa."

La anciana asintió, sonriendo una vez más. "Por supuesto, con mucho gusto. Ay, por qué no pueden ser los jóvenes tan educados?" Dijo, y empezó a caminar hacia uno de los pasillos. "Por aquí."

Azul carraspeó un poco. No era habitual que se portara tan bien, y sí, era un descontrolado en tema de modales. Pero, eso no quiere decir que no tenga sus maneras. Sobre todo con alguien mayor.

"Ahí está la puerta. Entren cuando quieran."

Asentí educadamente, y observé la puerta desde la distancia. Era normal, nada raro. Demasiadas aventuras y puertas trampa habían pasado factura sobre su confianza.

End POV Azul

Mientras caminaban por el pasillo, y Azul parecía pensativo, Rojo no paraba de mirar a todos lados...

*_*_*_*_*

'Este sitio es alucinante!' Pensó Rojo.
Miraba a las paredes del pasillo con mucha curiosidad. Estaban llenas de cuadros variopintos, que relataban escenas cotidianas como la pesca, la cosecha, o simplemente unos niños jugando. Era todo realista, se podía ver perfectamente todos los detalles al máximo.
Se aferró al peluche cuando vió el cuadro de una fuente.
En el lienzo se veía a una pareja sentada en la fuente, agarrados de la mano, y con las miradas perdidas en los ojos del otro. Era conmovedor, tanto, que Rojo no pudo evitar quedarse parado frente a él.

"Es bonito, verdad que sí?" La anciana se acercó, con los ojos posados en la imagen. "Lo luzco con bastante aprecio... Es un muy buen recuerdo."

"Eh? Lo pintó usted?" El tono de Rojo acompañaba a las palabras. Estaba intrigado.

"No. Lo pintó mi marido, hace cincuentaidós años exactamente. Eso era la fuente de nuestra pequeña casa, a las afueras de Termina. Tendríamos... Veintidós y veintitrés años, aproximadamente. Éramos una pareja... Rompedora. A él se le consideraba un idiota por su actitud impaciente, y a mí demasiado inocente como para poder hacer nada. Pero ahí estamos. Una pareja que pudo con todo." La anciana relataba su historia de amor, con los ojos llenos de amor y bondad. De pronto, empezaron a derramar lágrimas, y las limpió rápidamente.

"Wow... Su marido es un gran artista! Puedo conocerle?"

"Cómo le hubiera gustado oír que su arte es tan bien apreciado... Falleció hace diez años." Sin perder la sonrisa, se le notaban rasgos melancólicos en la cara.

"O-oh..." Rojo se sintió mal por haber preguntado por él. Había indagado en una llaga dolorosa. "Lo siento. No lo sabía."

"No te preocupes, muchacho."

"Rojo!" La voz de Azul resonó desde la puerta. Rojo lo miró. "Acércate, vamos a repartir el espacio!"

"Ha sido un placer hablar con usted, señ- Señora?" Dió una vuelta alrededor suya. No había rastro de la ancianita que hace unos segundos hablaba. 'Será una ninja?...' Pensó, pero rápidamente lo dejó pasar, andando hasta la puerta.

*_*_*_*_*

Buf! Hace tiempo que no escribo. Pero pienso ponerme al día!

Hasta el siguiente cap!

Agur!

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⏰ Last updated: Jun 02, 2017 ⏰

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Azul Y Rojo: Colores AmantesWhere stories live. Discover now