5-. El olvidadizo

2K 184 41
                                    

Después de ir caminando a la casa de su abuela porque vivía cerca de aquella manzana, ella sacó tema de conversación. Empezó a hablarme de su amiga Yuka, esa chica tan extravagante con la que estaba en el bar. Al parecer también estaba en la universidad, con ella y lo que más le gustaba de la universidad eran los chicos de baloncesto.

Se rió con esa parte, yo también la hablo de su amigo Miroku, un joven abogado muy aplicado pero, que cuando la cosa se trataba de mujeres, era algo cómico ver la forma en la que ligaba con ellas.

- ¡¿Enserio inventó una maldición en su mano para excusarse?!

-Sí, ese es mi amigo - digo triunfante para después reír a carcajadas

- Es aquí.

Yo solo vi peldaños, peldaños y, más peldaños.

- ¿Tu abuela vive en un templo?

Ella asintió y subió un escalón quedando a mi altura

- Inuyasha, muchas gracias por ayudarme, eres un buen hombre. Me has traído al hospital, has intentado tranquilizarme y, me has hecho sonreír. Gracias.

- No es nada, - dije empezando a subir los escalones - venga, te acompaño hasta la puerta.

Kagome subía las escaleras con rapidez dejándome atrás. Supongo que de tanto subir y bajar esto no era nada para ella, pero, parecían interminables para los demás.

Justo frente a las escaleras había una explanada con un árbol viejo, y al lado una casa. 

Me acerqué junto a Kagome y ella llamó a la puerta, en cuanto su abuela salió yo me despedí

- ¡Inuyasha! ¡La chaqueta!  - exclamó al darse cuenta de que seguía consigo

- Ya nos veremos... -dije para empezar a bajar.

- ¡Inuyasha! - volví a escuchar

Kagome bajó las escaleras hasta llegar a mí con teléfono en mano.

- Dime - contesté

- Tu número - me dijo- no le tengo

Me reí al notar mi error y lo apunté.

- Ya está. Buenas noches, Kagome

La vi suspirar.

- Buenas noches, Inuyasha

Narradora

Inuyasha paró de hablar y suspiró. La abuela de Kagome rió

- Eres muy despistado...

- Sí, si que lo soy...- concluyó él sonriendo a la anciana mujer.

Kagome tenía la respiración entrecortada, ya no lloraba, simplemente era abrazada por su hermano. Sentía un nudo en la garganta que la impedía hablar con tranquilidad.

Koga, puesto entre la pareja de hermanos y el hombre de pelo plateado bufó cruzándose de brazos.

- ¿Eso es todo Taisho? Ahora yo también soy sospechoso...- dijo el ojizarco

Inuyasha, que estaba más pendiente de ese pequeño lunar en la barbilla de Kagome lo miró de reojo.

- Mi historia con Kagome no acaba ahí...- le contestó- pero quiero que sea Kagome la que me pida continuar...

La nombrada se separó de su hermano y dejó el ramo en el suelo para después sentarse en el banco más próximo al altar haciendo ademanes para que su abuela también la siguiera y se sentara.

Suspiró, ¿realmente quería revivir todo?

- Recuerda...- continuó la voz de Inuyasha invadiendo sus pensamientos- que cuando yo acabe, tú me contarás tu versión de la historia.

El Malo (Inuyasha)Where stories live. Discover now