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POV SeungKwan

Mire el reloj, apenas eran las 7AM y alguien tocaba el timbre de la casa como un desquiciado. Suspire resignado y me levante para ver quién demonios era pero antes pase por la habitación de mis padres, los cuales no estaban; por supuesto hoy mi padre tenía su revisión y si no me equivocaba mis hermanas ya habían partido hacia la pastelería. Otra vez el infernal timbre se hizo presente, baje las escaleras aun en pijama y abrí la puerta.

- ¿Diga? – solté ya un poco enfadado.

- Buenos días Kwannie – decía Vernon con una gran sonrisa, la cual me hizo enojar un poco más.

- ¿Acaso no duermes? – pregunte mientras volvía a entrar en casa.

- Por supuesto que duermo – dijo cerrando la puerta detrás de él – apúrate Kwannie se nos hace tarde.

- Vernon son las 7AM – suspire y fui a mi habitación con él a mis espaldas – déjame dormir un poco más – me acosté nuevamente.

- No quiero – entro en mi habitación – ¿Qué te pondrás? – abrió mi armario – este pantalón es muy bonito – lo lanzo a la cama – y ¿Qué te parece este suéter? – también lo lanzo – vamos Kwannie.

- ¡Quiero dormir! – me queje y me escondí entre las cobijas.

- ¿Quieres que yo te cambie? – dijo subiéndose sobre mí – sabes que me encantaría quitarte la ropa y...

- Me cambiare enseguida – lo aparte – espérame en la sala ¿está bien?

- Está bien – soltó una carcajada – no te demores o de verdad te quitare la ropa.


***


Salimos de casa después de que me pusiera la ropa que él había escogido para mí, casualmente estábamos vestidos con los mismos colores.

- ¿A dónde iremos? – pregunte mientras caminábamos por el parque.

- Tengo todo planeado – sonrió –supongo que debes tener hambre así que primero iremos a comer.

- Son apenas las 8AM – reí – podíamos comer en mi casa.

- No – negó – quiero que comas mucho.

- Me basta con una hamburguesa – rodé los ojos.

- Quiero que comas mucho – repitió.

- ¿Me quieres engordar? – fingí ofensa.

- Si – asintió enérgicamente – me encantan tus cachetes y otras partes de tu cuerpo – me miro de pies a cabeza.

- Estamos en público – golpee su hombro y camine más rápido.

- Me das una gran vista – dijo detrás de mí.

- ¡Vernon! – reproche volteándome.

- Vamos a comer – tomo mi mano – prometo no molestar – sonrió.


***


No podía creer que Vernon era capaz de hacer cosas tontas y dulces a la vez, espere pacientemente en la mesa que habíamos escogido ¿en dónde? En la biblioteca, si, ni siquiera habíamos ido a comer y a Vernon se le ocurrió venir a la biblioteca.

Mi cumpleaños [Verkwan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora