13. Firework

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**Niall

Pasaba suavemente su mano por mi brazo, sobre mis lunares, sobre las marcas, sobre los moretones...

-Auch, amor

Esa expresión.

-Amor, yo...

-No importa

Segui recargado en su pecho acostados en la cama, teniamos pocos minutos de habernos levantado.

Seguia posando su mano por mi piel, haciendome temblar con cada roze, provocaba en mi un escalofrio, miraba fijamente a sus ojos, los que me encantan tanto, el brillo que naturalmente tienen, ese color de avellana.

Sonriendo timidamente y con la cara rojiza, esquivaba mi mirada.

-Ey, me encantan tus ojos duende

-Parece que supieras que te lo diria yo a ti

-No queria que me lo dijeras

-Que modesto...

-Hmmm- se pegaba contra mi.

-Gracias, es lo unico que me agrada de mi cuerpo

-No digas tonterias, a mi me encanta cada parte de ti

Ese calor ya recorria mis mejillas.

-¿Por?

-Puedo enlistar cientos de razones

-No creo que sean tantas

-Vamos, ¿No puedes ver lo hermoso que eres?

-En realidad...- dije indiferente.

Frunció el ceño y pellizcó una de mis nalgas apretandome con su otro brazo y acercando mi oido a su boca para poder escuchar su ahogada respiracion al hablar.

-Si lo eres, ningun chico que haya visto tiene unos ojos tan lindos como los tuyos- soltó un suspiro y habló lento

-Tu piel resalta tus ojos, es tan suave me encanta tocarla bajo las sabanas cuando no puedo dormir, pasar mis dedos desde esas nalgas hasta tu espalda, sentir tu ligero peso sobre el mio, enredados, sentir como te estremeces cuando toco tu vientre haciendote cosquillas me vuelve loco, escuchar tu respiración en mi oido es tan excitante, y tus labios, rosa palido cuando sonries, y rojizos despues de besarnos freneticamente.

Paró un segundo, no sabia si seguia cuerdo.

-Por eso eres hermoso

Con lagrimas en los ojos me abalanze a el apretandolo tan fuerte como pude, rodeando su cintura con mis piernas y besando desesperadamente sus labios.

Apenas podia mantener sus manos en un solo lugar, pasaba de mi cara a mis muslos a mi trasero y a mi espalda, eso me prendia, sentir sus manos grandes sujetar mis nalgas y apretarlas como si lograra exprimirlas.

-Zay...Zayn- no podia seguir hablando, gruñó algo que no entendí y lentamente puse unos centimetros de distancia.

-Amor...- hizo un puchero haciendome sonreir.

-Esto iba a ser grave- dije inocente.

-No me dejaste agraviarte- mordió su labio, me escabullí a su cuello y lo abrazé por los hombros mientras me sostenia por la espalda.

-Has...has pensado...ya sabes- bufó divertido y sonrió

-Que si lo he hecho, me escucho como un enfermo, pero he imaginado tu trasero, tan suave en...

Solté una carcajada, se avergonzaba de verdad, llevamos casi un año saliendo que tan raro seria.

-¿Crees que yo no?

Los chicos de las escaleras II Ziall Horlik IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora