Capitulo II

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NACIMIENTO

El primogénito de la hermosa Diosa de la Luna Selene, ese es su nombre ella es Reyna de todos los Hombres Lobo y Baal Dios de la lluvia, el trueno y la fertilidad, también conocido como el primer Dios del infierno, desde que era un bebe su derecho de crecer con sus verdaderos padres biológicos era de esperarse que siendo hijo de esos increíbles Dioses su cabeza la querían varios enemigos de ellos, principalmente los padres de Selene los Titanes Hiperión y Theia junto con su hermano Helios Dios del Sol eran los más furiosos con ella, pues iba en contra de las reglas, podría causar un caos y el equilibrio se perdería, el bien y el mal no podían mezclarse y ni hablar del hermano de Ball, Mefisto el Señor del Odio, nadie aprobaba esa relación amorosa desde el inicio y menos al saber que Selene estaba embarazada de ese Demonio, inmediatamente el padre de Selene todos supieron el nacimiento de aquel malvado engendro como era llamado pues esa noche de tormenta fría y lluviosa donde se desato violencia en el mundo, por aquellos pecadores que no respetaban las leyes, fue delatado su nacimiento la Diosa Selene acababa de dar a Luz a su pequeño Dios y Rey Eros, hubo dos Dioses que le debían favores a Ball quien los ayudo a ocultar su adulterio, ahora su amigo necesitaba ayuda, lo escucharon y no se negaron en apoyarlo, se trataba de la hermosa Afrodita Diosa de la belleza, la lujuria y la pasión y Ares Dios de la Guerra, él era la manifestación de la violencia y la fuerza bruta, no tenían más aliados en el mundo solo ellos dos a quienes decidieron nombrar como padrinos de su pequeño Rey, complacidos aceptaron gustosos pero sabían que al enterarse los Dioses les traería problemas y quizá la expulsión del Reyno por desobedecer al superior, entre los cuatro lo protegían a toda costa pero cada vez los ataques en su contra empeoraban, Mefisto al ver que no estaban solos se llenó de rabia, su envidia lo cegó, él ni siquiera había encontrado a su parea destinada y como iba a permitir que el hijo de su hermano menor heredara el trono que por derecho le correspondía a él y a su futuro primogénito, siendo bastante egoísta y cobarde traicionero entrego la cabeza de su hermano, fue el primero en quien traiciono a Ball, dando el paradero a los Guardianes de su padre el Señor del Terror pero el no contaba que Ares el poderoso guerrero fuera uno de los elegidos para entregar al pequeño demonio, quien inmediatamente al enterarse dio aviso a Ball fue en ese entonces que Selene decidió que lo mejor era mezclar a su pequeño Rey al mundo de los humanos, aquel mundo donde habitaba su creación los Hombres Lobo ellos se encargarían de la crianza que no podían darle, esa noche de luna llena donde varios Hombres Lobo salían a orar y pedirle deseos a Selene decidió bajar al mundo de los humanos llevando consigo a su pequeño Dios, era hora de buscar aquella mujer merecedora de lo más valioso que ella poseía, camino largas horas por el bosque y simplemente no existía dicha madre, pero pudo comprobar que habían provocado un caos en el mundo de los humanos, como el de su creación, violencia, asesinatos, abusos físicos como de poder, estaba realmente horrorizada y triste lo que sus ojos veían era la consecuencia del fruto de su amor, pero eso no era excusa para lastimar a su bebe ni se arrepentía de nada.

Decepcionada de no encontrar la salvación de su bebe decidió que era momento de volver a subir al Reyno, cuando a lo lejos lloraba una mujer, una mujer lobo, como su deber era ayudar a sus hermosos seres y nunca abandonarlos camino a donde se escuchaban los sollozos y ahí sentada frente al lago se encontraba Irina una mujer de cabello negro y piel bronceada mirando a la Luna a quien desgarraba su garganta con los gritos reclamando su desdicha.

-¡¿Por qué me has castigado de esta manera Diosa?!, ¡No te escondas y dame la cara! he sido la esposa con todos los principios que seguí, con las leyes creadas por ti, nunca falte a mi marido, ni a ti... -

La mujer realmente estaba desecha, su dolor era mío también, ¡Oh Dios! que abre hecho para que me desprecie así, estaba por acercarme más pero un hombre alto y fornido llego a ella era su pareja destinada Vladimir, podía notar que había llorado el también, ahí estaba mirando a su pareja en tal estado, sus lágrimas volvieron a salir pero rápidamente las limpio con el torso de su brazo, llego hasta ella y en cuclillas se posó a su altura quien tomo su delicado rostro limpiando con sus pulgares e rastro de ese líquido salado, beso cada ojo de su amada y la abrazo como si su mundo dependerá de ella, estaba orgullosa de mis hijos, así es como los llamaba pues era mi creación donde el hombre cambia forma no le importa la circunstancia, su

El Dolor de una BestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora