CAPÍTULO I: ¿QUÉ ERES?

6K 594 188
                                    

¿Algunas vez te has preguntado qué harías si te encontraras cara a cara con un extraterrestre?

Para ser sincera, jamás creí en este tipo de cosas, pero al tener en frente mío a un tipo de unos casi dos metros, cabello negro y semidesnudo en el patio trasero de mi casa a media noche, ya no podía seguir dudando de su existencia.

¿Y por qué un extraterrestre? Mi hipótesis se basa en esa gran nave que está a solo unos metros de él, la cual había caído hacía sólo unos instantes, luego de un gran estruendo.

Observé al tipo detenidamente, porque sí, parecía un hombre. El pobre estaba inconsciente en el césped, boca abajo ¿tendría esos grandes ojos tipo mosca?

O quizás estaría muerto... Un escalofrió me recorrió por completo de sólo pensarlo. Ya me imaginaba tipos vestidos de blancos, con máscaras raras, monitoreando mi campo, haciendo preguntas extrañas...

Lo miré nuevamente y me encogí de hombros, lo que a mí más me llamaba la atención era esa gran cosa de metal negro, ¿Qué secretos escondería en su interior?

Rodeé el cuerpo del tipo y me acerqué a la nave, de cerca se veía mucho más colosal.

Ladeé mi cabeza confundida ¿Dónde estaría la puerta? Apoyé la palma de mi mano y la nave desapareció frente a mis ojos.

Parpadeé perpleja.

―¿Qué carajos? ―Murmuré incrédula de lo que acaba de ocurrir ¿Cómo demonios algo tan grande podía desaparecer así como nada? ¡En menos de un segundo!

Aún aturdida por aquello que acababa de ocurrir, me giré para observar si el cuerpo del tipo también había desaparecido.

―S-Santa mierda ―chillé al ver que él estaba parado y mirándome de forma feroz, ¿me culparía por lo de la nave?

―Oye amigo, yo no hice nada, sólo la toqué y puff, desapareció, lo juro ―pronuncié con nerviosismo.

Él no dijo nada, solo comenzó a caminar hacia mí, con la misma expresión irritada en su rostro, que para ser sincera, no estaba nada mal.

Cerré los ojos, regañándome a mi misma internamente, no era momento de pensar que ese extraterrestres, o fuera lo que fuese, estaba bueno.

Abrí los ojos una vez más y él estaba en frente mío, observándome con cierta curiosidad.

Me hice hacia atrás asustada y caí al tropezar con mis propios pies, ¿siempre tan idiota Abigaíl, verdad? Me dije internamente frustrada por mi torpeza.

Él ladeó su cabeza y se puso de cuclillas frente a mí.

―No sé que buscas, o que quieres, pero yo-

―¿Tratabur ulter rut?

―¿Qué? ―pronuncié confundida.

Lo único que pude comprender es que me estaba haciendo una pregunta por la forma en que lo dijo.

Chasqueó la lengua molesto y produjo un extraño sonido en su garganta, parecido a un ¿ronroneo?

―Mira, no te entiendo, no sé ni de dónde has llegado, o porqué lo hiciste, pero créeme chico, aquí no encontrarás nada ¿acaso no viste cuándo aterrizaste? Esto es un campo vacio y-

Abrí los ojos atónita, al sentir sus labios chocar contra los míos.

Se separó de mí y me miró serio.

―¿Sabes tú dónde estoy?

Aun seguía aturdida por lo que acababa de hacer, sí sabía hablar español ¿Por qué me había... besado?

―¿Qué?

―¿Es qué no puedes entenderme? Quiero saber donde estoy, donde está mi nave ―Pronunció con molestia en un grave y ronco tono de voz.

Me llevé una de mis manos a la boca.

―Tú... me besaste.

Él me miró confundido.

―¿Qué?

―¿Qué eres? ―pregunté mirando a esos ojos grises.

...

Historia corta, de capítulos cortos ❤ espero les guste

No Me Olvides/ RecuérdameWhere stories live. Discover now