El sentimiento de venganza ha estado en la mente de maia desde muy pequeña. Sus padres murieron en un fatídico accidente el cual ella sabe fue probocado por un Hombre casi tan ruin y avararo como el mismo demonio.
Lo que ella no sabe es que su forma...
Me levanto sin tener la mas mínima idea de donde estoy asumo que es sábado por la mañana ya que los rayos del sol se cuelan por entre la ventana, limpio mis ojos en un dulce gesto igualando al de los gatos o eso decía mi padre cada que me veía al despertar. Noto mi ropa llevo una camisa blanca y mi ropa interior.
-Mierda donde estoy...
El fuerte olor a café despierta mis sentidos que aún seguían algo adormitados me dirijo hacia al olor ya que eso me llevara a la persona que me trajo aquí y mi yo interior me dice que no me agradara lo que vea, pero aun así salgo de la habitación la cual debo decir es muy cálida.
Cuando estoy a escasos pasos de la cocina veo la silueta de un hombre... hombros anchos brazos esculpidos cual dios griego debo decir que desde aquí su trasero se ve todo un espectáculo o eso creí hasta que se giró y vi que mi dios griego se convertía en un demonio del inframundo.
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-¿hace mucho que estas despierta?
-¿Que hago aquí?
-¿Qué tal dormiste?
-maldita sea me dirás o no como llegue aquí anoche sí o no....
-si te soy honesto esperaba recordaras la increíble noche que pasamos... y hay lo que creo es un deje de ironía en sus palabras y comienzo a sentirme realmente enojada.
-estúpido no estoy para tu malditos juegos si no me dices que paso anoche y como es que estoy en bragas en... tu casa... me voy...
Doy media vuelta y atreves del espejo que tengo frente puedo ver que el idiota frente a mí se está deleitando con mi trasero a medio tapar bajo la camisa por la parte posterior tratando así de taparme, cierro la puerta de la habitación donde me encontraba antes, de un fuerte portazo dándome un terrible dolor de cabeza. Busco mi ropa la cual se encuentra... perfectamente limpia y doblada... MIERDA! Que hiciste noche Maia y sacudo mi cabeza negándome mil veces que no estaba tan ebria como para acostarme con Andrews pero demonios no le encuentro patas ni cabeza a esto que hacia el ahí? Porque no recuerdo nada?
-esto es frustrante... me digo a mi misma cuando la puerta se abre
-podrías salir y respetar que me estoy vistiendo. Le grito al hombre frente a mí.
-oh nena te recuerdo que esta es mi casa... comienza a caminar en mi dirección...y está mi habitación... y solo venía a ofrecerte... café!
La distancia esa tan corta que casi que respiro el aire que el exhala y por primera vez en mucho tiempo mi mente comienza a divagar, pero no! Yo tengo un objetivo aquí y no puedo desviarme un error y lo pierdo todo.
-¡NO! Tengo que irme así que déjame en paz. Trato de pasar a su lado pero este me toma del brazo atrayéndome hasta su pecho.
Mis manos están en posición de barrera sobre su pecho, una que sin duda mi yo interior quiere que sea desbaratada por este hombre. Mis ojos realizan el recorrido de su boca a sus ojos. Se acerca cada vez más y cuando ya está súper cerca toma de la silla a su lado mi cartera me la ofrece.
-Se te olvida... su sonrisa es ladina, el muy cretino quiso ver qué tan lejos podía llegar y caí como una niña tonta caí. Me repito mil veces más que debo ser racional y salir cuanto antes.
Cruzo la puerta y al cerrarla tras de mi siento que algo más se quedó dentro... mi dignidad y orgullo.
Llego a casa subo de paso hasta mi cuarto cuidando que mi tía no me mire me duele demasiado mi cabeza como para aguantar uno de sus sermones, pero antes paso por la cocina tomo unas galletas y café le pido a mi nana que si me sube unas aspirinas ya que mi jaqueca es terrible. Me doy un baño y duermo todo el día...
-maiaaa ayúdame...-maiaaaa ayúdame...
-Demonios que quieres de mí... exclamo en voz alta al levantarme de otro de mis sueños recurrentes...
