8.

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Sus pensamientos fueron interrumpidos, cuando Wade lo beso sin pedir permiso.

Fue sorpresivo y Peter no estaba listo, ¿cuando había sido su último beso?.

Bueno... había besado a Harry en la fiesta de Navidad, el alcohol y los muerdagos, las cosas entre ellos habían quedado raras.

El beso de Wade se sentía bien, lo hacían sentir bien y se dejó disfrutarlo, correspondió a el y para su sorpresa, este no subió de intensidad.

Una vez se separaron, por falta de aire, Peter se dijo que lo que había echo estuvo mal.

-¿por qué no hacemos otro bastardito?.- pregunto, una de sus tan comunes preguntas desubicadas.

Peter lo alejó.

-buenas noches Wade.- habló abriendo la puerta.

-¿enserio?.

-enserio.

-¿me estas echando, luego del beso?.

-a si es.- aseguró Peter.

-pero, afuera hace frío y mi casa queda lejos.

-lástima, chau.

- pero, yo quería dormir contigo.- susurró con un puchero.

Peter no le respondió y Wade supo que hoy no tendría chanse.

Resignado dejó en la mesa de la cocina su número, paso por al lado de Peter y lo miro.

-buenas noches, beby-Boy.- se despidió besando su frente.

Dándose la vuelta, camino hasta el auto y entró, lo saludo desde la ventanilla y arranco el auto.

Peter se quedó en la puerta un segundo, el beso en la frente si que lo había sorprendido, cerró la puerta y se dispuso a seguir levantando la ropa.

A la media noche había terminado de ordenar la casa y ahora estaba sentado en la cocina, con un café a su lado y con la cabeza escondida en sus brazos.

Pensar en que mañana sería un largo día lo deprimia, Peter aveces sentía que se había perdido de cosas en la vida, no es que se arrepentiera de su niña, pero estaba al tanto de que no se había dedicado mucho tiempo a sí mismo.

¿y al amor?, ese era un tema que ponía nervioso a Peter, sobre todo hablar de Alfas en su vida, ¿qué podía decir de ellos?, Peter los había expulsado de ella.

Su primera vez había sido su única vez y había sido doloroso, claro lo disfruto luego de un rato, pero no podía decir que no dolió.

Por alguna razón Peter se sentía como una presa para ellos, al menos así fue cuando su hija era un bebé, al parecer nada más llamativo para Alfas pocesivos y agresivos que un Omega con un cachorro y sin Alfa, lo veían como si fuera vulnerable y por lo tanto fácil.

De no ser por que su padre Steve, siempre estuvo ahí para protegerlo, posiblemente lo hubiesen marcado a su contra.

Peter miró el reloj, quizás era hora de ir a dormir, se levantó tomando el café y dejó la taza en la pileta.

Con cansancio subió por las escaleras, paso por el cuarto de Nina, para ver si está se hallaba bien.

Su niña dormía sin preocupaciones, Peter paso una mano por su rubio cabello y beso su frentecita.

Salió del cuarto en silencio y camino hasta su habitación, en cuanto entró se tiró en su cama, la cual era matrimonial.

Cerró sus ojos, al menos mañana era sabado, lo que significaba que tenía franco y que Nina no debía ir a la escuela, quizás podía dormir hasta tarde y luego visitaría a su padres.

No lo llamaremos error...Where stories live. Discover now