El club de periodismo

223 23 2
                                    


El instituto académico de Konoha era el más importante recinto educativo del país del fuego. La mayoría de sus alumnos eran personas de elite y los que no, poseían poderosas influencias que la directora no podía darse el gusto de rechazar.

Cada uno de ellos poseía un talento que lo hacía sobresalir de los demás. Ya sea en alguna área de las ciencias exactas, el arte o el deporte. Sin embargo, la educación que brindaba era integral, no se conformaban con destacar en un espacio. Se les enseñaba a ser mejores en todo.

Ésta era una de las razones por las que el ingreso a un club extracurricular era obligatorio. Sin embargo, en el club de periodismo pasó algo un tanto singular.

El club de periodismo estaba integrado por personas cuya primera elección no fue el club mismo en sí mismo. A excepción de una.

Aquella joven recibía por nombre Uchiha Sarada.

Sarada era una joven silenciosa que iba en el mismo grupo que Bolt y Mitsuki, sin embargo, no solía hablar mucho con ellos. La mayor parte del tiempo lo ocupaba en su móvil, escribiendo o editando artículos. Sarada se tomaba muy en serio su papel como presidenta del club.

Ella era muy inteligente. Una joven cuyo arduo trabajo se veía reflejado en el cuadro de honor. No sólo era lista, también era muy bonita. Sarada solía llamar la atención a cualquier lugar a donde iba, sin embargo, su fría personalidad ahuyentaba a cada posible pretendiente. Compartía una extraña pero cercana amistad con Chouchou. La única a la que le permitía echar un vistazo a su vida.

Sarada se encargada de la corrección, edición y ensamblaje del diario. Incluso tenía una columna especial donde daba consejos para estudiar mejor.

A partir de aquí, los jóvenes mencionados habían ido a parar al club por diversas razones, unas muy sorprendes, otras bastante comunes.

El vicepresidente era un chico bastante vago. Su nombre era Nara Shikadai. Shikadai era una persona sumamente inteligente (razón por la cual, entró de inmediato al instituto) pero como una forma de compensar semejante nivel de ingenio, se le había otorgado una impresionante flojera. Shikadai no sentía interés por casi nada. La razón de esto es que todo se le hacía tan problemático que no merecía la pena entrometerse. Especialmente en asuntos que incluyeran a mujeres.

Debido a esto, Shikadai no llenó su hoja de solicitud a un club (aún a pesar de que el club de shougi y el de ajedrez intentaron convencerlo de unirse a ellos) así que la escuela tomó la decisión de enlistarlo al club que tuviera menos miembros.

Este fue el caso del club de periodismo.

Al ser la segunda persona en formar parte del club, Sarada lo nombró vicepresidente. Y debido a su enorme flojera, Shikadai era el encargado de las impresiones mensuales del diario. También era quien lo repartía.

Shikadai solía conocer de antaño a Chouchou e Inojin, ya que eran vecinos y, se podría decir, fueron amigos en la infancia. Actualmente no eran tan cercanos como cuando niños.

Yamanaka Inojin era considerado un joven prodigio de la pintura, aunque no estuviera satisfecho con ninguno de sus cuadros. Él era hijo del importante muralista japonés, Sai, por lo que era una especie de celebridad. Y no sólo por eso, sino también por su buen parecido y amabilidad, aunque su lengua poseyera tanto filo como la legendaria Kusanagi.

Inojin aspiraba unirse al club de pintura pero, debido a un extraño error del sistema, terminó en el club de periodismo sin opción a cambio. El chico publicaba sus dibujos en una sección sólo para él. Algo que, aunque no le gustaba del todo, era una excelente oportunidad para darse a conocer en la escuela por su trabajo y no por su fama.

Inojin solía pasar su tiempo libre cerca de Shikadai, aunque los dos pasaban más tiempo sumergidos es sus pensamientos. De vez en cuando solían intercambiar información sobre videojuegos y tácticas para éstos. Bolt se les unía para ello.

Chouchou Akimichi pensaba inscribirse al club de cocina, el único que les pedía una pequeña demostración culinaria para verificar que eran dignos del puesto. Chouchou tuvo un pleito con uno de los aspirantes (critico duramente su pan de ajo) y se le negó la entrada por "alborotadora". Chou no tuvo otra opción que escoger el club al que su mejor amiga se había unido.

Ella era una persona increíblemente encantadora. Poseía una belleza exótica y una personalidad arrolladora. Era, sin dudas, la más popular del club. Y no era para menos, ya que tenía una extraña habilidad para hacer amigos que pocos comprendían.

Empero, la única con la que se le veía más a menudo, era con Sarada. A veces los chicos solían utilizar esa cercanía para acercarse a Sarada, pero esta los bateaba tan pronto como se enteraba de sus intenciones.

Chou tenía a su cargo una sección de reseñas de restaurantes, cafeterías y pastelerías que no debías dejar pasar cuando acudieras a Konoha. La favorita del alumnado.

Uzumaki Bolt era un chico bastante escandaloso y un verdadero genio, superado por Shikadai únicamente por unos cuantos puntos. Pero, a diferencia de este, Bolt se involucraba en cuanta tarea pudiera. Todo se le hacía fácil. Aunque, debido a su falta de paciencia, cuando algo no le salía a la primera, lo abandonaba de inmediato. Bolt quería formar parte del equipo de futbol soccer de la escuela. Él era muy bueno para ello. Pero, debido a que se le pasó la fecha de entrega, quedo fuera del club de soccer y dentro del club de periodismo, para su desgracia, junto a Sarada.

Bolt y Sarada se conocía desde hace años. Sus padres trabajaban juntos y eran mejores amigos, así que la familia Uchiha y Uzumaki solían comer juntos cada semana, bueno, si es que los patriarcas de cada familia tenían tiempo.

Aun a pesar de haber compartido su infancia, no se llevaban bien. Quizá era el hecho de que ambos sabían con exactitud del dolor que cada uno sentía debido a la ausencia de sus padres, que querían mantener una actitud de fortaleza entre ellos.

Aunque, quizá, había algo más. Algo que ninguno de los dos quería aceptar.

Mitsuki Houzuki era un joven bastante extraño. Un poco lengua suelta ya que no solía pensar a menudo lo que decía. Él era un chico de recién ingreso. Llegó a la ciudad tres meses después de iniciado el ciclo, es por eso que no pudo elegir ningún club y fue asignado al club más pequeño. Mitsuki siempre acompañaba a Bolt a donde él fuera. Se podría decir que eran amigos cercanos. Aunque sólo era así en apariencia ya que Mitsuki no solía de hablar de con nadie acerca de su vida. Ni siquiera con Bolt, e incluso se mantenía alejado de la vida de éste.

Mitsuki mantenía una invisible barrera alrededor de él, que lo apartaba de los demás e impedía que ellos se acercaran. Sin importar lo amable que se portara.

El club de periodismo no era diferente a los demás. Las actividades que mantenían y los miembros que poseía no sobresalían de la normatividad que reinaba en la escuela.

Sin embargo había algo en ellos que a "alguien" parecía atraer.

Alguien que los observaba desde hace bastante tiempo esperando el momento para actuar.

Algo que, sin lugar a dudas, cambiaría sus vidas para siempre.

Conectando corazonesHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin