Naturaleza

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Se despertó de una de sus múltiples siestas, estiró las piernas, los brazos y rezongó un rato por la cama. Estaba adormilada, cuando olió algo en la cocina. Sus tripas empezaron a rugir como hienas salvajes. El hambre era un todo en su cerebro, dominándolo de forma completa. Fue con los ojos casi cerrados chocándose con las cosas, directa a la cocina. El instinto la dominaba. Entonces lo vio, aquel solomillo emanaba aun sangre a gotas que se le asemejaban a borbotones.

- Humm – pensó – sangre.

Asió el solomillo de forma violenta, lamiendo cada gota de rojo intenso. No era suficiente, le miró con ojos inyectados en sangre y fuera de control. Necesitaba más, ambos se dieron cuenta y de un mordisco clavó sus colmillos en la yugular tirándole al suelo. Sintió emanar la sangre en su boca, sintió que volvía a ser un lobo.

Terror expressWhere stories live. Discover now