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- Una vida digna, dijo ella.

- Basta Taehyung, no le hagas caso.

- Es que... Tal vez tenga razón...

- ¿Que dices?

- No es normal que quieras casarte conmigo... ¿Por que saldrías conmigo?

- ¿Y por que no? Taehyung, ya pasó una semana, deja de pensar en eso, amor.

Y de nuevo sentía que todas su preocupaciones se iban, solo con esa palabra.

Amor.

Le encanta y no puede negarlo, le encanta que le tome de la mano, le encanta que le susurre al oído cuánto le ama, le encanta que le besé en forma peligrosa dentro de la facultad, le encanta que le mande mensajes por la noche, simplemente le encanta.

Y a penas, llevaban dos meses de novios.

Espero que nunca acabe.

Ese era el deseo de cada mañana, que pedía cumplirse, para Taehyung.

- Gracias.

Susurró con sus mejillas rojas.

Iban lado a lado, rozando sus hombros y es que en la facultad eran muy... Especiales en cuanto a las relaciones homosexuales.

Prácticamente los directores y la mayoría de maestros varones, eran unos jodidos homofóbicos idiotas de mente cerrada.

- Llegando a casa... Quiero darte algo Tae.

- Kook, quedamos en que no podías ir a mi casa, no después de que-...

- Shh bebé.

- Deja de besarme, nos pueden ver en cualquier momento, conejo tonto.

Le puso el pie para que éste tropezara, algo que no logró, luego Jungkook le regresó el cumplido y esta vez el azabache si logro hacer tropezar a su novio, después de caminar un poco acelerado, Taehyung caminó a su lado tomándolo del brazo discretamente para que no avanzara más y le hizo tropezar está vez.

Riendo entre dientes, salieron del edificio y tomaron el colectivo juntos, fueron a casa del mayor y comieron ahí.

Jungkook tenía un horario puesto por su ridícula madre.

- No puedes pasar tanto tiempo con ese chico, te encariñaras demasiado y cuando quieras dejarlo, te sentirás culpable, así que... Este será tu horario, será más fácil dejarlo así...

Pero nadie le avisó que no solo se estaba encariñando, si no que, estaba... Está enamorado.

- Tae~

Ronroneó el menor.

- Kookie~

Le devolvió el berrinche su novio.

Hace tiempo que Taehyung ya no era tan tímido y le entraba en el juego de su chico.

- Tae, era más divertido cuando te sonrojabas.

- Ah? Estoy haciendo mi mayor esfuerzo por no hacerlo y tú...

Lo calló con un beso.

- Te amo.

Taehyung ardió de las mejillas hasta la punta de sus orejas.

Aún no se acostumbraba a que le dijera tal cosa, pues... Se guardaban tantos te amo para que no se hiciera una monotonía.

- Jung-Jungkook.

Jadeo.

- Tae bebé, en verdad te amo y no importa lo que diga mi madre... Incluso si es la mujer que me dió la vida... Ella no decide a quien debo amar.

- T-Te amo.

Murmuró cerca de los labios del chico que ahora lo abrazaba de la cintura aún con su mochila puesta.

Se dieron un breve beso.





































La alarma de Jungkook sonó y aunque no querían hacer distancia entre sus labios suaves, era momento de irse.

- Bebé, nos vemos mañana.

- Claro, nos vemos mañana, amor.

Sonrieron complices y mientras mordian sus labios inferiores en esa sonrisa, se despedían con sus corazones aún unidos.

- Te llamaré cuando llegue.

- Contestaré cuando me llames.

Rieron y Jungkook se fue, no sin antes lanzar un beso al aire que, el mayor en un brinco lo tomó entre sus manos y lo puso en su corazón.

Para después lanzar el suyo y Jungkook lo puso en el suyo.

Ya era una forma de ellos de decir que, aunque el mundo estuviera en su contra, nada podría con su amor.

Nada.

Stup!d PrøjectDonde viven las historias. Descúbrelo ahora