Sin piedad [I.M x Todos|ChangKiHo]

Capítulo 3

Changkyun había tenido malas noches antes, pero esta era una tortura en vida. Su cuerpo dolía en lugares que ni sabía existían, antes cuando fue a tomar una ducha había visto las marcas morada y grandes por su torso y piernas, con pequeños puntos rojos que solo se podían ver de cerca. La imagen que el espejo le devolvía era más patética de lo normal. Sin maquillaje y expuesto de esa forma su cuerpo se veía horrible, las costillas comenzaban a marcársele, los moretones combinaban con los círculos negros bajo sus ojos, su mirada no tenía brillo ni vida, se veía cansado, enfermo, feo...

Se giró de nuevo en el colchón con una lentitud dolorosa, soltó un quejido ahogado y se quedó mirando a la oscuridad que envolvía la habitación, tenía tanto sueño pero no podía dormir, el dolor no lo dejaba. Miró la hora en su celular y ya eran las 4am, llevaba cuatro horas dando vueltas en su cama, sentía el desespero correr por sus venas.

A las 7:30 de la mañana un fuerte sonido le hizo abrir los ojos de golpe. Los demás estaban ya despiertos y al parecer Jooheon había dejado caer su maleta de la cama por accidente, escuchó a Hoseok preguntarle que tenía adentro que había sonado tan fuerte, y luego Jooheon empezó a fingir un llanto por una nueva loción que había guardado en la maleta. Changkyun tragó saliva sintiendo su garganta seca, se sentía absurdamente débil y sus ojos ardían. Cuando se tocó el rostro notó que estaba caliente y sudando mucho, su cuerpo había reaccionado al dolor con fiebre. Afuera Kihyun suplicaba que alguien sacara a Hyungwon de la cama o se le iba a hacer tarde para desayunar, pero Changkyun nunca supo si de verdad alguien había podido despertar al más alto, se había vuelto a quedar dormido, el agotamiento era mucho.

Minutos después alguien agitó su brazo con fuerza, logrando que volviera a despertar de golpe y asustado.

-Apresúrate, el manager ya va a llegar por nosotros ¿o de nuevo vas a saltarte los ensayos?

La voz de Jooheon por un momento se escuchó lejana, a pesar de que lo tenía cerca, le tomó unos segundos espabilar y cuando escuchó que el mayor se marchaba, aprovechó para levantarse con cuidado y bajar de su cama sin caer. Su cuerpo dolía como si hubiera bailado el día anterior por 24 horas seguidas.

Una vez más no alcanzó a desayunar, pero esta vez agarró dos paquetes de galletas para comer en el camino, o ese había sido su plan inicial si no fuera porque en la Van le costaba mantener sus ojos abiertos. Estaba sentado a un lado de Hoseok en la parte de atrás, y en algún momento perdió el conocimiento por unos segundos, su cabeza cayó sobre el hombro del chico a su lado y cuando volvió a recobrar la consciencia, se levantó de golpe avergonzado.

-Lo siento... me dormí sin darme cuenta... -susurró sin siquiera mirar al otro y mejor se concentró en intentar comer las galletas sin vomitarlas.

El martirio aún no empezaba, lo peor estaba por venir, lo sabía mientras caminaban hacia la sala de baile de siempre. Tenía la mitad de su rostro cubierto por la sudadera negra que estaba usando, le ayudaba a cubrir parte de sus ojos, y el resto de la cara lo cubría un tapabocas. Había escuchado a Hyungwon hacer un comentario sobre como él había encontrado la mejor forma de ocultar su horrible rostro, y en otra ocasión el comentario le hubiera afectado si no estuviera tan concentrado en mantenerse de pie.

La música entonces empezó a sonar y todos comenzaron a bailar, aunque Changkyun se movía más lento de lo usual, no tenía fuerzas para bailar como se debía, y sin contar con el dolor que lo atacaba con cada movimiento mínimo. Los reclamos de los otros no tardaron en llegar, pero de alguna forma Chngkyun se las arregló para seguir con las prácticas hasta el primer descanso que usaban para hidratarse. Se tambaleó un poco mientras buscaba la pared para apoyarse, bebió algo de agua y notó que sus manos temblaban mientras agarra la botella, teniendo que ocultarlas de inmediato antes de que alguien lo notara. Sentía que no podía bailar ni un segundo más, o iba a colapsar en cualquier momento, y no sabía que era peor, si pedirles que lo dejaran descansar o esperar hasta agotar la última gota de energía de su cuerpo. Cualquiera de las dos opciones se veían mal e implicaba seguir retrasando a los demás, ¿por qué tenía que ser tan débil?