Mi impronta Seth Clearwater

Trabajo En El Circo Parte 2

Sr. Colloway- dijo Seth llamando al dueño del circo -Hoy se cumple un mes-

-Esa chica, el amor de tu vida… sus flores favoritas son las violetas-

-Violetas…- repitió Seth durante un mes, estaba tan enamorado… quizás no fue prudente abandonar las comodidades de la manada para esto, pero aun así valía la pena.

Al mes siguiente le siguió otro dato -Va a la universidad-

-Universidad…- repitió él ese mes, no le importaba ni que lo dispararan por un cañón o trabajar inflando globos, hasta llegó a encariñarse con algunos payasos.

-Le gusta la música- fue el siguiente dato.

Imprimarse resultaba cada vez más difícil de lo que se había imaginado. Durante esos meses aprendió muchas cosas sobre la mujer con quién iba a casarse, pero no sabía su nombre ni dónde encontrarla, el tiempo había llegado, ya no podía esperar más.

Se dirigió al remolque del señor Colloway, el remolque se movía mucho, y cuando abrió la puerta ¡sorpresa!, el señor Colloway se había convertido en un hombre lobo, jamás se lo hubiera imaginado, el señor Colloway saltó sobre él y los payasos vinieron a auxiliarlo, uno de ellos portaba un arma, no podía transformarse o sabrían que él también era un hombre lobo.

-¡No dispare!- gritó Seth y el payaso lo hizo, pero la bala le rozó el hombro a Seth tirándolo al suelo, frente a ese feroz lobo tomó un palo y lo arrojó lejos, el lobo fue tras él y lo trajo, entonces Seth comprendió que todas las cosas que se consideraban locas o malignas, a veces están solas, así jugó con él durante lo que quedaba de noche.

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