Capitulo 2

52 8 7
                                    

25 de abril de 2016

Ariel PDV

Realmente odio estar aquí, lo odio. Solo saber que tengo que esperar alrededor de dos meses para poder salir de este manicomio es lo más horroroso de la vida. No soy de esos que andan de fiesta en fiesta, pero tantas letras y explicaciones agotan. Apenas tenemos una semana de llegar de unas merecidas ¨vacaciones¨ y tenemos proyectos, exámenes, exposiciones. Agh, me mata.

Algo que no puedo negar es que estar con mis amigos es reconfortante, realmente es una de las pocas razones por las cuales vengo al colegio, razón que imagino que muchos tienen. Pero algo que desconcierta es, que en una de mis materias preferidas me obliguen a hacer un proyecto como examen final, y peor, con ELLA ¡Es poesía! No pueden dar proyectos tan largos y complicados. Es algo ilógico y aún más injusto si es con una de las pocas personas con las que no compartes y que no te caen bien.

Hablando de ella, tengo que hablarle para empezar el proyecto y este es el momento menos inoportuno para buscarla. Automáticamente recuerdo a su amiga Caile y creo que ya puedo acercarme y hacer como que no se me su nombre (Algunos lo llaman arrogante, pero para mí es orgullo). Cuando la encuentro, me acerco a la mesa.

-Hey tú, amiga de Caile -No diré su nombre, ¿Que esperaban? -Necesito hablar contigo -Voltea a verme con mala cara y contesta.

-Chico de las mesas. Por cierto, mi nombre es Shaira, si quieres que diga tu nombre tienes que decir mi nombre.

Ella sabe jugar, eso asusta. Sí, ese es mi famoso apodo. Digamos que, al querer conocer a diferentes personas, voy de mesa en mesa a hacer nuevos ¨amigos¨ y me apodan así. No es que no me guste mi apodo, porque como siempre digo, no hay nada malo con conocer gente nueva. Cada persona tiene personalidades diferentes, por eso me agrada la idea de acercarme a todos y conversar. Pero no siempre es la mejor idea cuando se trata de una ex-amistad.

-No creo que me gustaría decir ese nombre tan raro -Exclamó, no sé por qué, pero me agradara fastidiarla. -Además, no me interesa tu nombre, al fin y al cabo, ni hablaremos -Sonrío.

-Al menos mi nombre concuerda con mi sexo -Dice retándome.

-Parece que no te dieron a entender cuando dijeron en medio del salón que mi nombre es bisexual .-Entrecierro los ojos. Corrección sobre lo de antes, parece que molestarme será de buen agrado para ella. Pero cambiando de tema. -Lamento decirte que no vine aquí para pelear, necesito que empecemos con los poemas. El tiempo pasa rápido y necesito tenerlo listo temprano.

-Ay que responsable el niño -Se ríe -Ah. –Me auto interrumpo con una risa. -Los nombres son unisex las personas son bisexuales -Ups. -Por cierto ¿En que se basan los poemas?

-En la amistad -Wow, yo que pensaba que responsabilidad era lo último en mi lista.

- ¿Puedo ayudar con los poemas? -Pregunta Caile.

-Ah, no sé pregúntale a tu amiga. Bueno, en una semana espero que ya tengas uno u otro poema, Adiós.

-Hasta luego... Ariel. -Suelta una risita.

Qué irritable esa niña...

********

Cuando estoy en mi mesa decido comer mi deliciosa hamburguesa, pero como no siempre se puede ser feliz, mi mejor amigo, Ezra, me pregunta algo que no había pensado al ir.

- ¿Por qué estabas en esa mesa? Si es de las que nunca visitas-

Oh, no me había dado cuenta. Digamos que no me llevo bien con Shaira desde pequeño, porque terca e insoportable (Según ella) no pegan.

-Porque esa terca de allá -Digo señalando a Shaira -Quiere tener la razón en todo y causó que tengamos un proyecto juntos -Se escuchan varias risas de parte de los que se encuentran en la mesa, acompañada por varios susurros que no tomó la molestia de escuchar. Excepto por uno, que me llamó mucho la atención.

-Bueno ¿Y qué esperabas de ella? Solo busca llamar la atención -Mira quién habla, la que siempre quiere ser el centro de atención.

- ¿Y tú Kathy, crees conocer a todo el mundo? La gente no es lo que aparenta ser, al menos no en su mayoría, hay personas que ya no tienen nada que esconder. -En ese momento todos se miran entre si y estallan en risas, creo que todos entendieron el doble sentido. Y ahora Kathy es el centro de atención, pero no de la mejor manera.

¨Así un chico con el EGO en los cielos, una chica con la dignidad por los suelos y otra lamentando su nuevo apodo. Terminan entre miradas cómplices, su día lleno de mesas, burlas, nuevos apodos y reputaciones dañadas. ¨

Tres cosas que cambiaríaWhere stories live. Discover now