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Atravesé los campos desérticos en el costado del camino entre lo que era Litius y Natariez, cuando llegue a casa subí por el frondoso árbol que daba a mi habitación y entre en ella con cuidado de no hacer mucho ruido mi familia cree que estuve descansando, tome una ducha rápida, debía estar lista en menos de cuatro horas para asistir al baile de las coronas donde a cada habitante de los reinos se le otorgaba una tarea, a mi seguro me tocaría comerciante debido a mis bajas notas en las practicas en las que nos vemos obligados a aprender a controlar nuestras habilidades, se suponía que yo debería ser una Esmeralda así que solo aprendía sobre como controlar la tierra y algunas plantas pequeñas de poca importancia para nuestro medio ambiente, esto jamás lo podía lograr ni aun con toda mi concentración, salí del baño aun me quedaban tres horas y quince minutos para la fiesta me puse el vestido que mi madre eligió, un vestido que me quedaba demasiado pegado al cuerpo que tenia los colores de los esmeralda; en un perfecto degrade, de verdes, y le agregue una chapa de plata con el emblema de los esmeralda; recogí mi pelo con una mano y con la otra agarre una colita dorada, luego me puse los únicos tacones que tenia de un color verde jade; aun faltan dos horas y diez minutos para el baile; me pregunto si será tan divertido como los contaron los hermanos de mis amigas Jessike y Astridi aunque para ellos tanto las practicas como la fiesta de coronas era muy diferente a la de los Esmeralda.

Pasaron diez minutos para que el carruaje llegara serian dos horas viendo la poca cantidad de vegetación que había al costado de la ruta que unía Natizes con Natariez, el viaje fue más aburrido de lo que esperaba, entre que mi padre no dejo de jugar con su barba en todo el viaje y mi madre no dejaba de servirse y tomar una y otra copa de vino con sus delgadas manos. Al llegar mi madre ya estaba lo bastante ida como para dormirse aunque antes de caer desmallada en uno de los asientos del carruaje, mi padre bajo del mismo y luego abrió mi puerta y me tendió una mano para ayudarme a bajar; en cuanto baje agarro una caja que había debajo del asiento de mi madre y me la entrego; al abrirla había un hermoso antifaz de color negro con detalles dorados y un hilo para sostenerlo.

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Holo que hacen, como estan???

Yo aqui normal sin nada que hacer

La ultima ZafiroWhere stories live. Discover now