Agustín.
Dormía como un bebé, nada que sonara, nada de nada y eso me tenía feliz. Tomé mi celular para mirar la hora, confiado en que no pasarían de las 05:00 de la madrugada. Salté rápidamente al darme cuanta de que eran las 07:30 y yo tenía que abrir la cafetería a las 08:00 am.
Gruñí frustrado, quizás era tiempo de tomarme unas vacaciones. Tomé mi ducha habitual, sólo que más rápida de los normal, hice todo lo necesario y a las 07:50 estaba saliendo de mi apartamento.
Entre y fue cuando me di cuenta de lo que paso. Había dejado la alarma sin pilas.
-¡Maldición! -Grite, mientras me tiraba en el volante, tocando el claxon y haciendo que todos los perros de ahí empezarán a ladrar. Prendí el auto, y empezé a andar por las calles rápidamente. A las 08:00 am en punto estaba afuera de la cafetería. Entre y abrí, mientras mis otros compañeros de trabajo estaban alistandose para comenzar su jornada laboral.
Con Mike estuvimos atendiendo mesas cada dos segundos, la mañana empezó helada y eso para nosotros era un beneficio. Una chica entró a la cafetería, con abrigo, bufanda y gorro. Se sentó en la mesa y fue cuando me di cuenta de quién era. Carolina.
-¡Un café porfavor! -Gritó la bella chica elevando su mano para llamar mi atención.
-¿Que necesitas? -Pregunté amistosamente. Ella me miro y me sonrió amablemente.
-Un café Expresso. -Dijo ella, me miro de arriba abajo. -Dos, mejor.
-No creo que el café te haga tan bien. -Dije divertido.
-Lo compartire con alguien. -Dijo restándole importancia. Anote y fui a dejar el pedido donde Clara, esta lo llevó directamente a la cocina. Minutos después llevaba dos cafés en mi bandeja.
-Bueno aquí están, al parecer te dejaron plantada. -Hable burlón mientras arqueaba una de mis cejas. El asiento seguía tan solitario como cuando le tomé la orden.
-Siéntate. -Dijo. -Tú eres mi compañía.
Me negue.
-No puedo Carolina, no puedo llegar y sentarme con una cliente en horario de trabajó. -Dije en un susurro, mientras negaba con la cabeza. Ella río.
-Eso lose, pero te vez realmente cansado. -Hablo deprimida, ella hizo un puchero. -Porfavor Agus... -Habló con un tono con el que realmente, creo que nadie hubiera podido resistirse.
-Tú ganas Caro... -Hable frustrado por seder tan rápido.
Mientras tomabamos el café hablábamos anímadamente, realmente era una chica muy agradable.
-¿Entonces que estudias? -Preguntó, la mire mientras tomaba un sorbona de mi café.
-Medicina, la verdad me encanta salvar vidas, y tú ¿Qué estudias? -Pregunté intrigado.
-Fotografía. -Se encogio de hombros. -Desde que tengo memoria me ha gustado sacar fotos.
-¿Por qué amas tanto el café? -Pregunté nuevamente, ella soltó una sonora carcajada.
-Eres un chico bastante curioso. -Dijo ella divertida, tomó un sorbo de su café. -Me gusta probar diferentes cosas, desde comidas hasta cafés o helados, probaré todos los cafés de aquí. -Dijo decidida.
-Me caes bien. -Sonreí mientras lo decía, tomé un poco de mi café la verdad nunca me ha gustado tanto pero ahora sabía distinto.
Ella sonrío.
Me encanta su sonrisa y sus ojos.
(...)
¡Hola bebas :D! ¡Hemos avanzado con Agus y Caro 7u7! Pasense a leer la nueva nove "Ella debe estar muerta" oks, esta será la última que suba :v aunque todavía faltan!!
-Voten y Comenten.
-J A V I !
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¡Un café por favor! | Aguslina.
FanfictionAgustín Bernasconi un empleado de la cafetería "Coffee" conoce a una chica que va constantemente, pelo castaño chocolate y ojos verdosos, todos los días iba y cada día pedía un café distinto, él la reconocía por su típica frase y singular belleza. "...