Prólogo

373 56 14
                                    

Querida Lucy:

Recuerdo que hace mucho tiempo te había dicho que quería ser un chico y que sería genial porque tenía ganas de saber cómo era el trato entre chicos, también recuerdo que te reíste y me dijiste "si fueras chico no seríamos novias" y te prometo que en ese momento desconocí todo lo que conocía, porque sentía que para ti era solamente una vagina andante, y que el tener pene haría que cambiaras de opinión sobre mi forma de ser o mis pensamientos, lo que decías que te gustaba de mí, y después de haber hablado sobre eso y otras tonterías más, me fui a llorar al baño. Pero no entendía por qué, si la forma en la que te lo había dicho era retórica, pero hoy mientras recordaba eso me di cuenta de por qué había llorado esa vez, y todas las veces en las que la gente me dice que si fuera chico no les gustaría mi aspecto o no me hablarían, y me dieron más ganas de llorar. No terminé contigo porque me hayas aburrido, no. Terminé contigo porque que no podrías estar con una persona como yo.
Soy el chico que nació como una chica, y tengo que probarme a mismo todos los días que soy lo suficientemente hombre para el mundo.
Estoy cansado de despertar todas las mañanas sabiendo quién soy, pero que todos usen el nombre y los pronombres equivocados. Estoy listo para ser el hombre que en realidad soy, y es muy difícil esperar.

Camila (por ahora)

El Reflejo de Mí MismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora