8 - Humanos, Demonios y Elementales

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Ludwig, Alice y Alex se dirigieron hacia el punto de encuentro (el campo de Glisadeas) donde se despedirían definitivamente para que el joven pudiera iniciar su largo viaje. Caminaron un largo tramo fuera del pueblo antes de poder divisar dos siluetas. Gundogan estaba de pie esperando su llegada mientras Anny se divertía jugueteando en el campo de flores.

-Dicen que las Glisadeas son flores que crecen con la ayuda de la energía elemental de los demonios –dijo Gundogan apenas se aseguró que podían escucharlo.

-Entonces no me sorprende que haya muchas por esta zona –respondió Alex mientras cargaba un morral al hombro.

-Muchas gracias por cuidarlo todo este tiempo Ludwig –expresó su gratitud con un apretón de manos.

-Agradécele a "él" cuando lo veas. También de mi parte por darme un hijo que...

-¿De quién hablan viejo?

-Lo sabrás en su debido momento hijo.

-Como sea. ¿A dónde debemos ir ahora?

-Caminaremos un par de kilómetros hacia el norte, después unos cinco hacia el oeste, una carreta nos espera.

El chico hizo un gesto afirmativo hacia Gundogan y después volvió la vista.

-¿Estarán bien sin mí? –preguntó Alex a Alice y su padre.

-Soy el jefe de esta aldea por algo, ¿no? Solo prométeme que no harás tonterías.

-Te aburrirás sin mis espectáculos de media noche –dejó escapar una ligera sonrisa.

-Cuídate mucho Alex –pidió Alice-, y ven a visitarnos cuando salves al mundo. ¿Quieres?

-Por supuesto –esta vez sonrió abiertamente-. Traeré garras de Dragón y cuernos de Wyvern como recuerdos.

-Anny –esta vez Alice le hablaba a la distraída chica que se incorporaba con un ramo de flores-. Cuida a Alex por mí, es mi mejor amigo; y ustedes también cuídense mucho.

-Por supuesto –dijo mientras le entregaba el ramo de flores a ella-. Lo cuidaré muy bien. Soy su ángel guardián después de todo.

Mientras Ludwig y Alice volvían a casa, los ahora tres viajeros se dirigían hacia el norte. Anny se encontraba curioseando todo a su paso, admiraba cada árbol extraño y se emocionaba ante cada insecto brillante que observaba. Gundogan por su parte se mantenía sereno.

«Me pregunto que tendrá de especial todo esto para ella » –pensó Alex.

Gundogan le contó que los padres de Anny murieron cuando ella era aún una niña y que él se había convertido en su tutor y maestro. Le explicó que esta era la primera vez que ella salía del castillo donde vivían sin encontrarse custodiada por su "hermano". Pronto se dirigían hacia el oeste.

-¿Quién nos espera al final de este camino? –cuestionó Alex después de un largo tramo de absoluto silencio.

-El hermano de Anny, Ripper.

-¿Ripper? ¿Qué clase de nombre es ese?

-Es el nombre con el que querrás llamarlo créeme.

-Oye Gundogan...

-No tengas pena muchacho. A partir de ahora soy tu guardián y maestro. Puedes preguntar lo que quieras.

-Me quedo claro que ella –refiriéndose a Anny- no es un demonio, pero también tengo presente que no es un humano normal.

-Supongo que no soy normal –sugirió Anny un tanto ofendida.

-Lo siento no quise decir eso, yo solo... –detuvo su pretexto al darse cuenta de que ni él sabía lo que quería decir con eso.

-Responderé tu duda. Existen tres tipos de seres "humanos" –enfatizó esta última palabra- en este mundo. Humanos, Demonios y Elementales. Anny es un Elemental.

-¿Elemental?

-Los elementales son seres mitad humano, mitad demonio. Hijos de padres demonio y madres humanas.

-¡¿Qué?!

-No existen demonios hembra –agregó Anny.

-¿Entonces tu papa es un demonio?

-Lo era...

«Su padre murió, idiota» –se reclamó.

-Lo siento.

-No te preocupes...

-Eso no es todo –continuó Gundogan-. Su padre también era tu guardián.

En ningún momento había pensado en relacionar los hechos. La noticia de que él era un demonio y el hecho de que Gundogan era su guardián nunca lo hicieron pensarlo. Tenía cuatro guardianes, si Gundogan era uno; ¿qué sucedió con los otros tres?

-Es verdad, mencionaste que tenía cuatro guardianes. ¿Qué sucedió con los demás?

-Tendrás que esperar para saberlo –dijo señalando la carreta que se encontraba pocos metros adelante-. Hemos llegado.

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Elementales: La Guerra de los DemoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora