OUIJA. "¿Te atreverías a jugar?" || 1er Libro ||

Capítulo 2

Volvimos a casa de ese día tan horrible, bueno, todos nuestros días son horribles...
Seth, Marcos, Andreas y yo fuimos a casa de Mikey para quedarnos a dormir, ya que nos invitó con el fin de estar un poco más animados. ¿Por que tiene que ser tan bueno y a la vez tan deprimido? No lo entiendo...

Cuando llegó la tarde todos estábamos con el pijama y Marcos, Andreas y Seth estaban en el sofá del salón viendo un programa en la televisión. Mientras, Mikey estaba en su sótano y yo en la habitación que me dejó Mikey para dormir.

Y ahí estaba yo... deprimida, pensando en todo lo que nos hacen, en que faltan 2 años para irnos ya... Pero con las notas tan malas que tenemos no vamos a conseguir irnos a tiempo...
Joder, ¿Y ahora por qué lloro?
Necesitaba un abrazo...
Bajé las escaleras y me puse enfrente de la puerta de el salón. Los 3 chicos me vieron, dejaron caer sus miradas hacia mis piernas, ya que estaba en pantalón corto, éstas estaban con unas pocas marcas, VALE, LAS TENÍA ASI PERO ¡¿HACÍA FALTA OBSERVARLAS DURANTE INFINITOS MINUTOS?!

—Andreas, ¿Podrías venir un momento arriba? —Lágrimas estaban corriendo por mis mejillas.
—Eh... Sí, claro. —Me dijo.

Cuando ya estábamos en mi cuarto me di cuenta de que no quería abusar de nuestra amistad para contarle mis problemas emocionales.
Me di la vuelta y le miré a los ojos.

—Mira... Mejor déjalo. No... No es importante... —Dije.

Andreas se impresionó y me cogió de los hombros y me dijo mirándome fijamente a los ojos:

—Nada de lo que me digas será una tontería, me importas y quiero que me cuentes todo lo malo que te ronde por la cabeza... —Me dijo serio.

Otra vez estaba llorando... ¿Por qué soy tan sensible?
La verdad es que Andreas es uno de mis mejores amigos, y lo trato como un hermano.

—A-andreas... Yo... Gracias bro... No se qué decir...—
—No es nada, ahora cuéntame qué ocurre. —Me dio una sonrisa cálida, me sentí segura.
—Lo que te quería decir es que... Y-yo... Estaba deprimida... De nuevo...—Dije con la voz quebrada.
—¿Por? ¿Qué te ha pasado? —
—Estaba pensando en una futura vida... Si seguimos así nadie nos va a amar... Y a mí menos—
—No seas así, no necesitas novio para ser feliz. —
—Agh... No me refiero a eso... Pero ya que has sacado el tema... Es verdad... Nadie me quiere como soy, ¿Cómo voy a tener novio? —
—Mierda, lo siento eh... Ah... Shen... O-oye Shen, perdóname... —
—Quiero morirme... No quiero que esto siga así... Quiero que me amen...—
—Shenai... No te lo dije nunca pero... Me...— Mikey le cortó a Andreas gritando una cosa desde abajo.

—ANDREAS, SHENAI, BAJAD, MIRAD LO QUE ENCONTRÉ. —Se notaba entusiasmado.
—Yo a Mikey lo mato. —Dijo frustrado Andreas.

Me reí un poco ante su gesto.

—Vamos anda. —Le dije.

Bajamos al salón Andreas y yo y nos encontramos a Seth sentado en el sofá junto con Marcos, y a Mikey de pie al lado de la mesa de centro que estaba enfrente del sofá y encima había una especie de tabla con el abecedario.
—Mirad lo que encontré. —Dijo Mikey sonriendo entusiasmado.
—Anda, el tablero de la Ouija, hace tiempo que no jugamos. —Dijo Andreas.

Igual dijo que hace tiempo que no juegan por que igual fue por que jugaron antes de conocerme, además no se que es la "yuija".

—¿Qué es una Yuija? —Pregunté.
—Se dice Ouija. —Me dijo Marcos.
—Eso mismo, ¿Qué es? —Pregunté de nuevo.
—Oh querida hermana, hoy mismo lo vas a descubrir. —Me dijo Seth.
—¿Qué? ¿Qué vamos a hacer pues? —Pregunté confusa.
—Vamos a jugar en una cabaña abandonada que conocemos. —Dijo Mikey sonriendo.
—Ah... —Dije.
—Será interesante. —Dijo Andreas.
—Alístate y baja al hall a las 2 de la madrugada. —Me dijo Seth.
—MADRE MÍA. ¿Por qué hay que jugarlo de noche? —Pregunté sorprendida.
—Pues porque si no, no funciona. —Dijo Marcos.
—V-vale... Lo haré. —Dije.
—Nos vemos a las 2. —Dijo Mikey.

Todos nos fuimos a nuestras respectivas habitaciones a dormir.
Tuve una pesadilla.
Me desperté sudada y alterada...
Me levanté de la cama y me fui al baño. Cuando salí tenía la sensación de que se me había olvidado algo. Volví al baño y no había nada, me puse a pensar pero no caía, así que me fui de nuevo a la cama y me tumbé, cerré los ojos y me volví a dormir.
Segundos después volví a abrir los ojos, «¡YA SE LO QUE SE ME HA OLVIDADO, LO DE LA OUIJA!» Pensé.

Me levanté de un salto y me empecé a vestir con la ropa que había traído en mi mochila para venir aquí.
Salí por la puerta del cuarto mientras miraba la hora, era la 1:50 de la madrugada.
Cuando llegué al hall estaba Andreas poniéndose la chaqueta.
Le saludé y parece que no notó mi presencia y se asustó.

—ME CAGO EN... Que susto me has dado... —Dijo Andreas asustado.

Me reí levemente.

—Perdón, perdón —Me rasqué la nuca mientras reía. —¿No ha bajado nadie más?
—Parece que no, solo estamos tu y yo. —Dijo él.
—Wow si no me dices no me enteraba. —Dije sarcástica.
—Ñeñeñe —
—Jajaja. —Me reí.
—Oye... Lo que te quería decir antes era que... —Él hizo una pausa.
—Qué. —Dije mirándolo atentamente.
—Yo te... —Creo que Andreas tiene un poco de mala suerte, Mikey le volvió a interrumpir.
—Hey, hola chicos. ¿Hace cuanto estáis aquí? —Dijo el mencionado feliz.
—¡Mikey! Me caguen​... —Le tapé la boca a Andreas.
—No hace mucho. —Dije destapándole la boca.
—Ah okis. —

Pasaron 10 minutos y yo me había ido a mi cuarto a coger mi mochila donde tenía mi móvil, cargador, auriculares, etc...
Bueno pues eso, bajé y me encontré con todos.

—Ah, hola. —Dije.
—¿Nos vamos? —Dijo Marcos.
—Sip. —Dijimos todos al unísono.

Salimos todos por la puerta hasta que Mikey gritó.

—¡EL TABLERO! —
—Madre mía Mikey, despistado. —Dijo mi hermano.
—Un error lo tiene cualquiera. —Le susurró Marcos a Seth amenazante.

Seth tragó sonoramente​ muy asustado, ya que Marcos tenía una voz grave y que acojona a cualquiera cuando quiere.
Entramos al coche de Marcos y nos dispusimos a ir a aquella cabaña.

Fin del segundo capítulo.