Capítulo #7

9.6K 1K 54
                                    

CAPÍTULO #7 | IAN

Anoche no pude dormir, de hecho me quede afuera hasta las cinco y media para poder ver el amanecer. Luego como ayer, preparé el desayuno, aunque no me excedí esta vez.

Todo iba de alguna manera bien. Ellos comieron, lave los platos y limpié. Cuando terminaron, ellos se fueron a preparar como ayer, Todo dejo de serlo cuando Marcus se fue...sin Camille.
Sip, yo estaba en mi habitación tranquilo, ordenando lo poco que me faltaba cuando ella entro sin avisar, no mentiré. Me asuste mucho, se suponía que ella no tenia que estar allí, y sin embargo ahí estaba. Parada al lado mi puerta con una sonrisa que me advertía que nada bueno se avecinaba. Y así era...

Esta es su casa así que me abstuve a protestar cuando entró a la habitación completamente y se sentó en mi cama, luego de felicitarme por el buen trabajo que he hecho con la habitación. Lo único que hice fue sonreír incómodo y soltar un pequeño gracias mientras seguía ordenando.

Aún era raro estar cerca de ella, aún duele todo lo que paso...sin embargo, me senté a su lado como ella me indicaba.

—No fuiste a tu cita el lunes Ian...—susurró nerviosa, Se miraba tan preocupada, y eso me dolía tanto. Ella no tenia que sentirse mal o preocupada. No.

Yo solo me encogí de hombros e hice algo que se me hacía muy bien. Mentí.

—Lo olvidé—Con solo soltar esas dos palabras ella sabía que no era verdad, y eso no me gustó.

—Ian, has dejado de comer y no has dormido nada, estas como cuando...me fui...—Soltó de golpe y mi respiración se detuvo. Esa fue sinceramente mi peor época, no solo traté de hacer una de las mayores estupideces de mi vida si no que...sufrí tanto.

Fijé mi mirada en mis manos, no queria verla en este momento.

—Camille, estoy bien. No quiero ir a esas estúpidas terapias ¿Si?

Estuve a punto de levantarme pero me tomo del brazo deteniendome.
Esos segundos en los que su mano estuvo en mi brazo, rayos. Estoy Mal. Estoy mal, tan mal.

Ya superé eso, solo tengo que respirar...

Me solté bruscamente y me alejé, ella me vio preocupada.

—Ian, hablo enserio. Tienes que ir...me preocupas. ¡No puedo solo sentarme y ver como mi hermanito esta cada vez peor, Sé que dolió lo de Alice pero ella no te merecía, piensa en eso!—gritó a punto de llorar.

Eso me dolió tanto...

—¡Estoy tratando! ¿Okey? Estoy tratando de estar bien, pero al parecer es en vano, no...no puedo dejar de pensar. No es solo Alice...no es solo ella, estoy tan mal, Camille.—no sé muy bien que fue lo que dije, solo solté todo lo me vino a la mente.

De repente, ella ya no está sentada. Esta a mi lado, abrazandome, y la dejo porque sin saber como pasó comencé a llorar. Me desahogo en su hombro, y puede que ella sea una de las causas principales de mi dolor, pero necesitó este abrazo.

Después de todo, es mi hermana mayor. Siempre lo ha sido...

Y para el final de la noche, había tomado una decisión.
Aunque quiera negarlo...necesito ayuda.

El diario de un chico rotoWhere stories live. Discover now