Capítulo cincuenta y nueve

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Martes. Mi madre había insistido en que me quedara en casa, me opuse en un principio porque al fin, ir a la escuela, volver y estudiar era lo único que hacía. Volví a la cama, no desperté hasta que sentí los truenos retumbar en mi ventana. Era de día pero aún así, el cielo estaba negro.
Mark estaba nuevamente en mi vida, cada vez que lo recordaba una amargura atravesaba mi garganta. Él se hacía notar.
Mientras ordenaba mi cama, encontré un pequeño papel color verde agua debajo de mi almohada. "Estaré afuera, cuando despiertes, por favor búscame. Le prometí a tu madre no volver a subir por la ventana... Sí, me descubrió" decía.  Hice un pequeño bollito y la arrojé al cesto de basura.
Eran aproximadamente las once de la mañana, llovía torrencialmente y debía haber asistido a la escuela. Mark no esperaría por mí durante tanto tiempo.

Me duché. Usé una bata porque no tenía ánimos para arreglarme. Había pizza en la heladera, no pude evitar pensar en la visita imprevista de mi... Ex novio, la noche anterior. La evité porque después de todo, estaba débil y necesitaba alimentarme adecuadamente.

Prendí mi laptop y me senté. Supuse que era tiempo de enfrentar lo que estaba pasando. ¿Estaba lista para dejarlos ir? ¿realmente podía dejar ir a Mark? Decidí escuchar GOT7, terminé llorando, como de costumbre. 

— ¿Te casarás conmigo, pajarito? —musité. Imbécil— Daría todo por pasar el resto de mi vida junto a tí. —dije. Incluso para mí era extraño volver a pensar y peor aún, decir, lo que realmente exigía mi corazón— ¿Tiene sentido esto? Estoy cansada, ya no quiero arrepentirme por haberte conocido ni desear olvidarte, Mark. —Me detuve. Mordí mi labio inferior. Me había llevado mucho tiempo aceptar lo que nunca dije— ¿Embarazada? ¿creíste que estaba embarazada?  —toqué mi vientre. Esta vez mi rostro pronunció una sonrisa que desvío mis lágrimas— Pobre niño, hijo de una madre fanática de su padre y un padre idol. Ni siquiera en los mejores dramas suceden estas cosas...

— ¿______? —Oí mi nombre en un tartamudeo y pegué un salto antes de voltear. Mark estaba frente a mí, empapado— ¿Qué dijiste? ¿estás... Estás embarazada? —Mark caminó hacía mí y me levanté rápidamente. Tomó mi brazo y me llevó hacía él. Sentí su cuerpo helado apretándome.— dime, ¿lo estás?

— Claro que no, idiota. —Solté. Él me apretó más fuerte— ¿Qué tanto escuchaste?
— Lo suficiente. —afirmó. Lo empujé. Él sonreía—

— ¿Puedes explicarme por favor qué haces aquí? ¿estás loco? ¡Vas a enfermarte! —le grite. Tomé su campera y se la quité—

—  ¿Te preocupa que pueda enfermarme? —Le lancé una mirada asesina. Mark levantó sus brazos esperando que le quitara la remera. Lo hice. Me sentí incómoda. Me alejé para buscar una toalla y ropa de Ben.— ¿puedes ponérmela?

— ¿No estás bastante grande para eso? —Cerré mi computadora. Mark me dejó la ropa a un costado. Al parecer, prefería seguír empapado—

— Pajarito. Préstame atención, ¿qué tengo que hacer para que vuelvas a interesarte por mí?

— Te traje ropa, eso es algo. —Mark tomó mi cintura por detrás. Intenté alejarme. Trabó sus brazos y manos sobre mi estómago. Sentí su respiración en la nuca— No sé quién te crees, pero ya no puedes hacer eso.

— ¿Por qué no puedo? Te extraño y eres la única mujer de mi vida. ¿No debería? —Mark acarició mi cintura y besó mi cuello. Una de sus manos se infiltró dentro de mi bata y masajeó mis muslos—

— Estás helado, Mark. Sal.. Por favor. —Por favor, ya empezaba a afectarme que él estuviese tan cerca—

— No, no lo estoy. —volteé y me encontré con sus ojos. ¿Sonreía porque sabía que podía intimidarme?— ¿Sabes? He leído lo que dicen de tí en los sitios de fans. Algunas son cosas realmente duras y horribles, yo... Lo siento mucho.

— Las personas de internet no pueden hacerme daño si no las leo, los de la escuela sí — sonreí. Claro está, que mis mecanismos de defensa estaban fallando también—

— Creíste que quería casarme contigo para que te dejen en paz, y... Dije que sólo era porque te amo, pero lo cierto es que al principio sí quería que te dejaran de molestar. Quería que todos supieran que tú jamás me lastimaste. —Confesó. Desvíe la mirada—

— Yo... No necesito tu lástima. ¿Estás consciente de que el matrimonio es algo serio?

— He dicho que al principio quería tu bienestar, pero quiero hacerlo porque deseo pasar mi vida contigo, cómo... Tú.

— Mark, yo solo pensaba en voz alta... Lo que dije, eso no es... Así. —Mark me ignoró. Me volvió a acorralar, buscó mis labios, pero no permití que me besara. Tomó el cuello de mi bata y deslizó ambos puntos hacía abajo. Besó mi cuello—

— Quiero, necesito... Que seas mía —murmuró. Nunca sus palabras y tono de voz habían sonado tan provocativos.—

— Decidiste dejarme, Mark. Ya no es no mismo. —dije. Él continuó besando mi cuello y clavículas. Y sí, tal vez pude empujarlo o abofetearlo como la última vez, pero no lo hice.—

— Debes entenderlo, no... No puedo dejarte. — Mark habló por última vez. Mi cienes hirvieron. Aún sabiendo que podía solo estar emitiendo palabras sin sentido, mi corazón latía con una fuerza dolorosa, mi estómago cosquilleaba—

— No será fácil para tí, Mark. —mencioné. Él sonrió y volvió a buscar mis labios. Esta vez, le permití besarme.—

Mark no tardó en hacer a un lado mi bata y hacerme el amor. Esta vez no fue lento ni cuidadoso, él ansiaba hacerlo, y yo no supe que lo extrañaba tanto, hasta ese momento. ¿Era aquello lo que necesitaba? ¿tener sexo con él, en la cocina de mi casa? Mi ídolo, la persona que amaba. ¿Era esto... Una despedida?

— ¿En qué piensas ahora? —Preguntó Mark. Yo me duchaba, él me esperaba detrás de las cortinas— ¿Pajarito?

— Pienso en... Dejarte. —Dije. Él abrió la cortina y volteé— Oye, todo era más lindo y cómodo cuando no me veías desnuda.

— ¿Por qué sigues considerando eso? ¿Estas horas significaron algo para tí? —Preguntó—

—  El sexo me ayudó a aclarar algunas ideas que han estado pertubándome. —Dije. Caminé hacia mi habitación para ponerme ropa—

— ¿Qué haces? Estás tratándome como... Un desconocido. Tú no eres así. —Mark se quejó mientras me terminaba de arreglar— ¿Te irás? ¿a dónde?

— Quiero... Necesito ver a Jackson. —Mark me siguió hasta la puerta principal—

— Debe ser una broma. ¿Jackson? ¡Maldición! ¿Cómo sigue esto? ¿intentarás una nueva relación con él? —Mark sacudió su cabello y se apoyó sobre la puerta— No. No voy a permitir que todo vuelva a empezar, no puedes volver con él.

— ¿Puedes dejar crear historias en tu cabeza? Lo he evitado. A él, a Yugyeom, a todos. Intento afrontar esto y ya lo he hecho contigo. ¿Puedes dejarme ya?

— ¡Jackson sigue enamorado de tí! —exclamó. Otra vez esos golpes duros en el corazón, la tranquilidad que no podía apreciar porque todo a mi alrededor repetía lo que Mark había confesado. No puede ser... Jackson...—

Amor en píxeles (GOT7. Mark Tuan.Tú)Where stories live. Discover now